El Frente de Todos del Parlasur ha presentado, con amplio respaldo del resto de los parlamentarios, un proyecto para que los gobiernos y la Organización mundial de la salud consideren la gratuidad de la cura del Covid-19.


En la propuesta se ha tomado en cuenta que la declaración de la Organización Mundial de la Salud (OMS) del pasado 11 de marzo en la cual se considera a la Covid-19 como pandemia y un informe del 11 de abril que sostiene que están en estudio 70 vacunas contra el “coronavirus” y que la producción y distribución de las futuras vacunas a nivel mundial constituirá un gran problema que deberán afrontar los gobiernos para poder garantizar el acceso a toda la población

Existen diversas propuestas para la adquisición de los derechos de propiedad intelectual de las compañías que desarrollen la vacuna, de manera que esos derechos puedan ser utilizados por otras compañías o por laboratorios publicos para producir a gran escala, o para que estén disponible sin derechos de propiedad intelectual.

Este es el momento para que los gobiernos se unan y así garantizar su producción masiva a escala planetaria y el suministro de grandes cantidades a todos los países, y es imprescindible que la vacuna llegue lo antes posible a toda la población, de manera de garantizar el derecho de la población a la salud.

La investigación privada no garantiza ni la producción ni la distribución de las vacunas a gran escala y mucho menos su accesibilidad, por eso, la propiedad intelectual debe ser un bien público, ya que no se trata de salvar a los habitantes de un país en particular. El virus es global, así que se necesita una respuesta global.

Organizaciones como Médicos Sin Fronteras han exigido que no se patenten ni se reciban beneficios y ganancias comerciales de los medicamentos, los tests o las vacunas que se desarrollen para la pandemia de Covid-19, y que los gobiernos se preparen para suspender y anular patentes y tomar otras medidas, como el control de precios, para garantizar la disponibilidad, reducir el precio y salvar más vidas.

Algunos gobiernos ya han tomado medidas para facilitar la anulación de patentes mediante la emisión de licencias obligatorias para medicamentos, vacunas y otras herramientas para el coronavirus.

Los gobiernos deben prepararse para suspender o anular las patentes de herramientas médicas para el virus mediante la emisión de licencias obligatorias. Eliminar las patentes y otras barreras es fundamental para ayudar a garantizar que haya suficientes proveedores que vendan a precios que todos puedan pagar. Caso contrario, los altos costos y los monopolios provocarán un racionamiento de medicamentos, pruebas y vacunas, que sólo servirán para prolongar esta pandemia.

Habrá, entonces que declarar de utilidad pública o de interés social la futura vacuna de manera de dejar sin efecto la protección que otorga la Organización Mundial de Propiedad Intelectual (OMPI), que en su ultimo estudio “Pharma 2020. From vision to decision” proyecta que los ingresos generados por ventas en la industria farmacéutica a nivel global “alcanzarían los 1,6 billones de dólares en 2020″ .

No parece que si no dispone de la ganancia de los medicamentos por el tratamiento del coronavirus peligre su bienestar.

Si no logramos que haya cientificos como Albert Sabin Y Jonas Salk que no quisieron tener derechos de patentes sobre las vacunas que habian descubierto contra la poliomielitis, deben ser los estados y la OMS quienes consigan ese derecho para la humanidad.

Seria inconcebible, seria imperdonable que después de esta tragedia que atraviesa a la humanidad haya multimillonarios que incrementen aun mas sus fortunas y pobres que se mueran por no poder acceder al los medicamentos que eviten o combatan la enfermedad.