Mientras gremios docentes y familias reclaman que el retorno a la presencialidad escolar se dé cuando las condiciones sanitarias sean seguras, el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, confirmó que la fecha de retorno a las aulas –de forma escalonada- será el próximo 17 de febrero. A partir de ese día volverán los jardines maternales, el nivel inicial, primer ciclo de primaria (primero, segundo y tercer grado) y primer ciclo de secundaria (primero y segundo año), tanto del ámbito público como del privado.

Luego, el 22 de febrero retomará el resto de los grados de primaria. Y el 1° de marzo, los años restantes del nivel secundario. «Nuestro objetivo es que todos los chicos vayan todos los días a la escuela, con la mayor presencialidad posible», dijo Larreta en la conferencia de prensa matutina, acompañado por la ministra de Educación, Soledad Acuña, y el de Salud, Fernán Quirós.

El titular de la cartera sanitaria indicó que habrá testeos de coronavirus a las y los docentes previo al inicio de clases, y luego cada dos semanas, mientras se avanza con el plan de vacunación. 

Acuña explicó que la cursada se organizará en ‘burbujas’ que tomarán al grado como referencia. «Puede ser que haya un mismo grupo que esté dividido entre un aula y un pasillo, por ejemplo, trabajando con el mismo docente», detalló. Los directivos escolares tendrán que presentar a la Ciudad su propuesta de reorganización de los espacios para llevar adelante las clases con la ventilación adecuada y el distanciamiento necesario, usando patios, bibliotecas y hasta “espacios vecinos” como centros culturales.

Según determinó la cartera de Acuña, las escuelas que no puedan cumplir con los protocolos dispuestos en el marco de la pandemia deberán presentar una propuesta alternativa para contar con una jornada escolar que tenga como mínimo cuatro horas presenciales. Desde gremios docentes y comunidades educativas vienen advirtiendo que no todas las escuelas porteñas disponen de condiciones para un retorno seguro: aulas sin ventanas, patios cerrados, espacios demasiado chicos, etc.

Las y los docentes que pertenezcan a grupos de riesgo estarán exceptuados de la vuelta a la presencialidad, igual que chicos y chicas que pertenezcan a los grupos de riesgo o convivan con personas que requieran especial cuidado. “Las aulas cerradas generan un daño en la psiquis de los estudiantes. La escuela en su formato presencial es irremplazable», argumentó Acuña.

El anuncio incluyó referencias al transporte público, dada la movilidad que implica la vuelta de la presencialidad. Estudiantes y docentes tendrán prioridad en los horarios de ingreso y egreso a las escuelas. «Se va a apelar a la colaboración de la sociedad», pidió Juanjo Méndez, referente del área. Para evitar aglomeraciones, harán cortes de calle parciales para ensanchar las veredas y poder cumplir con el distanciamiento social.

En los micros escolares se colocará un plástico divisorio como ya se aplica en los colectivos. Solo se admitirán chicas y chicos sentados que deberán utilizar tapabocas y el rodado deberá contar con ventilación exterior.