Lejos de ser una tira grotesca llena de sarcasmos y contradicciones, o una novela de la tarde que atrapa a millones de personas, fueron declaraciones a cielo abierto de la máxima autoridad dela jefatura de gobierno porteño. La semana comenzó con cuestionamientos ramplones por parte del jefe de gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que, en medio de una conferencia de prensa sobre la secundaria del futuro y los “avances” respecto a las pasantías laborales no pagas que realizarán los estudiantes secundarios en escuelas porteñas, también quiso opinar sobre el proyecto de ley de presupuesto 2022 que el Gobierno Nacional no pudo aprobar en diputados debido a la negativa de toda la oposición.

Ante la consulta de un periodista, Rodríguez Larreta dijo que el presupuesto del presidente Alberto Fernández, «tiene una inflación muy inferior  a lo que todos sabemos que se proyecta, tiene 32, 33%, todos sabemos que las proyecciones son muy superiores a eso, con lo cual vamos a acompañar un presupuesto de verdad», afirmó. Al mismo tiempo justificó la actitud de Juntos por el Cambio en el recinto que votó negativamente la iniciativa: «Vamos  a decir basta cuando aumenten impuestos. No al aumento de impuestos, eso también se planteó el otro día en el Congreso de la nación».

Más allá de estas declaraciones, la realidad desmiente al propio mandatario. En la anteúltima sesión de la Legislatura porteña, el bloque Vamos Juntos votó por unanimidad el presupuesto 2022 que envió Horacio Rodríguez Larreta al recinto, y que obtuvo 38 votos positivos, 19 negativos y 1 abstención.  El documento reconoce que “para el 2022 se espera un crecimiento del Producto Bruto Geográfico del 4%, una inflación en el orden del 33% y un tipo de cambio de $ 131,1 por dólar para fines del próximo año”, agrega. Es decir, Larreta envió un proyecto de Ley con las mismas estimaciones de Nación para el 2022, aun pudiendo diferenciarlas del presupuesto del Gobierno Nacional como hizo en otras oportunidades, potestad con la que cuenta la Ciudad Autónoma.

“Es increíble el nivel de cinismo del jefe de gobierno de la Ciudad”, advierte en sus redes el legislador porteño del Frente de Todos, Javier Andrade, “después de aprobar sin diálogo alguno un presupuesto que proyectaba la misma inflación que el nacional, aumentaba impuestos y profundizaba el ajuste en áreas sensibles, sale a mentir así en los medios”, agrega.

Pero el ejecutivo porteño no solo hizo “copy paste” del presupuesto de Nación respecto a las variables macroeconómicas, además el presupuesto 2022 de Larreta aprobado por sus legisladores y legisladoras, impone fuertes tarifazos y suba de impuestos en todos los sectores, cuando el lunes señaló que Juntos por el Cambio no votó el presupuesto de Nación porque preveía aumentos de impuestos. Si bien en plena campaña electoral de las elecciones intermedias, Horacio Rodríguez Larreta prometió no incrementar ningún ipuestazo, luego de los comicios envió su presupuesto a la Legislatura con una fuerte suba del Alumbrado, Barrido y Limpieza (ABL) y las patentes. El ABL a partir de 2022 sufrirá un incremento que alcanza al 52,5%.

De acuerdo a lo estipulado, el aumento de impuestos será según el índice de inflación porteña. Para la primera cuota, correspondiente a enero 2022 se tomará la inflación de agosto 2021 y, en los primeros tres meses de 2022 el ABL aumentará en enero de 2022 un 2,9%; en febrero subirá al 3,4%; en marzo, las cuotas aumentarán 3,7%; y la variación del resto de los meses dependerá de la evolución de los precios en CABA. Las Patentes también se actualizarán de acuerdo al valor de mercado de los autos, y se prevén aumentos del 51% de la Verificación Técnica Vehicular, del 50% del estacionamiento medido y de 45% para los peajes.

“Juntos por el Cambio ‘volteó el presupuesto nacional’ por un berrinche. – ‘Me enojo con Máximo y te voto en contra’, dijeron”, escribió en sus redes la legisladora Claudia Neira y agregó “¿Sabés cuánto perdió la Ciudad por ese momento de enojo? $4215 millones. El equivalente a la inversión en nuevas comisarías y autos para la Policía”.

Continúa con el impuesto a las tarjetas de crédito

En principio este gravamen se iba a implementar sólo por emergencia, pero luego de prácticamente un año, el jefe de gobierno porteño decidió que llegó para quedarse. Este impuesto seguirá vigente y se suma a los aumentos de ABL e Ingresos Brutos que, además, serán indexados a la inflación. El gobierno de la Ciudad, sin embargo, alegó en los fundamentos del presupuesto que “para el año 2022 no presenta aumentos de impuestos ni alícuotas, así como tampoco la generación de nuevos tributos”. Pero en los hechos, no solo hay fuertes incrementos en los diferentes servicios públicos, sino que continúa con el cobro del gravamen a todas las compras que se realicen con tarjetas de crédito en la Ciudad. Lo usuarios y usuarias  seguirán abonando un cargo adicional de 1,2 por ciento en concepto de impuesto de sellos.