El 16 de junio de 2017, Darío Nieto, el secretario privado del por entonces presidente Mauricio Macri, anotó en la agenda de su teléfono celular IPhone: “MM hablar con Lorenzetti tema concurso Cristóbal López”.

Teniendo en cuenta el rol de Nieto –hoy precandidato a legislador porteño por Juntos–, MM parece ser una alusión a Macri. Ricardo Lorenzetti era por entonces el presidente de la Corte Suprema de Justicia. Y, si bien Cristóbal López era un empresario que operaba en los juegos de azar, “el concurso” no parece ser una trivia sino la convocatoria de acreedores de Oil Combustibles, la empresa petrolera que hace apenas algunos días logró revertir su quiebra, decretada durante el gobierno de Cambiemos.

Esa revelación no es la única que vincula a Lorenzetti con Cristóbal López. En el libro La persecución, del periodista Pablo Duggan, aparece un supuesto diálogo entre el juez de la Corte y el ex camarista federal Jorge Luis Ballestero, poco antes de que este último firmara la excarcelación de López. “Fijate. Pensalo bien, no es una buena decisión. Te va a traer problemas», le dijo Lorenzetti. Ballestero, ante la consulta de Tiempo, confirmó aquella charla.

Esa confirmación, puesta en la línea de tiempo que surge tras la aparición de la anotación en el celular de Nieto, hace coincidir todas las piezas.

No hay prueba alguna de que el diálogo entre Macri y Lorenzetti se haya producido. Tampoco hay constancias, pese a que en el cuarto piso del Palacio de Tribunales lo afirmen, de al menos dos reuniones de Lorenzetti con Macri y el histórico dirigente radical Enrique “Coti” Nosiglia como facilitador de esos contactos.

Sin embargo, hay un dato llamativo: el 11 de julio de 2017, 25 días después de aquella anotación del secretario de Macri, la Corte “solicitó el expediente del concurso preventivo de Oil Combustibles SA, empresa que integra el Grupo Indalo”.

Así lo consignó el Centro de Información Judicial (CIJ), que todavía destacaba la información que le parecía relevante: “La decisión fue adoptada en el marco del recurso de queja interpuesto por la Afip, quien alegando la existencia de fraude concursal, pretende la nulidad del auto de apertura del concurso dictado por el juez de Chubut y convalidado por la Sala D de la Cámara Nacional Comercial”.

Casi un año antes, el 20 de septiembre de 2016, la misma Corte que ahora pedía el expediente ante un planteo de nulidad, había dispuesto “la suspensión del presente proceso concursal en trámite ante el Juzgado Letrado de Primera Instancia de Ejecución N° 1 de la Circunscripción Judicial de Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut” y había declarado “la competencia de la Justicia Nacional en lo Comercial”.

Más aun: el Juzgado Nacional de Primera Instancia en lo Comercial N° 4 decretó de oficio la nulidad de la apertura del concurso dispuesta oportunamente por el magistrado provincial, así como de todas las actuaciones cumplidas en su consecuencia”.  Visto en retrospectiva, la asfixia económica al Grupo Indalo estaba en marcha.

¿Para qué quería el máximo tribunal el expediente Oil Combustibles?

La página del CIJ explicaba que la Afip invocaba “en lo sustancial, que el pedido de concurso resulta una maniobra fraudulenta para eludir y dilatar el pago de una deuda de aproximadamente 8000 millones de pesos en concepto de Impuesto a la Transferencia de Combustibles Líquidos”.

Esa deuda, según quedó demostrado en el juicio oral que se está llevando a cabo contra los empresarios Cristóbal López y Fabián de Sousa, no existía como tal.

Sin embargo, “la Corte decidió solicitar el expediente principal y estudiará el caso en la segunda mitad del presente año”, según anunció el CIJ.

Así ocurrió. 

La Cámara en lo Comercial porteña, a contramano de lo que le había señalado la Corte, había resuelto “mantener abierto el concurso preventivo” de Oil Combustibles. La Afip apeló y el 15 de noviembre de 2017, la Corte resolvió declarar “la nulidad de la sentencia de apertura del concurso de Oil Combustibles SA”. 

Un mes después, el 19 de diciembre, Cristóbal López y Fabián De Sousa fueron detenidos.

Tiempo consultó a voceros de Lorenzetti sobre la aparición de su nombre en el teléfono de Nieto. La respuesta fue que estaban al tanto de eso y no pronunciaron comentario alguno.

Cristóbal López parece una obsesión para Macri. Ya alejado del gobierno, Nieto seguía intercambiando en un grupo de WhatsApp del que participan exasesores y funcionarios del área de comunicación (Diego Copello, Fátima Micheo, Lucía Aboud y Hernán Iglesias Illa, entre otros) artículos periodísticos sobre el proceso contra los ejecutivos del Grupo Indalo.

Lorenzetti aspira a regresar a la presidencia de la Corte Suprema. Algunos medios de comunicación deslizaron, acaso con cierta inquina, que el kirchnerismo vería con buenos ojos esa alternativa.

Lo cierto es que la iniciativa para modificar la forma de elección del presidente del máximo tribunal no provino del oficialismo sino de la oposición, de los disputados Cristian Ritondo, exministro de la otrora bonaerense María Eugenia Vidal, y Emiliano Yacobitti, cercano a Nosiglia, aquel a quien en tribunales mencionan sin pruebas en reuniones de Lorenzetti con Macri.

¿Tiene la Corte en el horizonte algo relacionado con Macri? Sí. Son dos cuestiones vinculadas con Correo Argentino SA: una sobre la cancelación de la deuda con un grupo minoritario de acreedores y la otra, mucho más relevante, la posibilidad de que lo que resuelva la Cámara en lo Comercial sobre la quiebra sea revisado por el Tribunal Superior de Justicia porteño, uno de los estamentos judiciales más proclives a darle la razón a la familia del expresidente. «