Una decisión de la Cámara Federal de Casación le devolvió la libertad al ex ministro de Planificación Federal Julio De Vido y el ex secretario de esa cartera Roberto Baratta. El máximo tribunal en materia penal consideró que ambos llevaban más de dos años en prisión y que no habían fundamentos respecto al presunto peligro de fuga o entorpecimiento en la causa de los cuadernos, que actualmente está a cargo del Tribunal Oral Federal 7. La semana pasada los jueces Diego Gustavo Barroetaveña, Daniel Petrone y Ana María Figueroa habían denegado un pedido de excarcelación presentado por los abogados defensores de los detenidos, pero Casación les ordenó que debían anular el fallo porque hizo lugar a los planteos presentados por los abogados defensores de Maximiliano Rusconi y Gabriel Palmeiro, representantes de De Vido, y Alejandro Rúa y Graciana Peñafort, en el caso de Baratta.

Ambos fueron liberados este sábado por la mañana, pero De Vido seguirá con prisión domiciliaria por decisión del TOF 7 por los presuntos desvíos ilegales de los fondos públicos destinados a subsidiar el funcionamiento de la mina de Yacimientos Carboníferos Río Turbio.

Baratta tiene tobillera electrónica y regresó a su residencia en el barrio porteño de Belgrano.

De Vido fue liberado poco después de que comenzara una huelga de hambre. Se lo comunicó al director de la Unidad Penal Federal 31 mediante una carta donde le advertía que lo hacía «como medida de protesta y reclamo a raíz de la violación de mis derechos constitucionales de igualdad ante la ley y presunción de inocencia desconocidos en mi contra». El texto fue publicado en su cuenta personal de Twitter. Consideró que las «causas que se me han armado» fueron «en el marco de la feroz y despiadada persecución que he sufrido desde el 10-12-2015, por parte de los tres poderes del Estado, con privación ilegítima de mi libertad, desde el 20-10-2017».

La investigación de los cuadernos fue iniciada por el fiscal Carlos Stornelli, luego de que el periodista Diego Cabot le entregó fotocopias de cuadernos que tenían las detalladas anotaciones de Oscar Centeno, ex chofer de Baratta, donde aparecían los recorridos que presuntamente hacía ese funcionario para recaudar dinero de empresarios. La causa le permitió al juez federal Claudio Bonadio concretar la primera instancia del caso con las detenciones de los dos ex funcionarios que fueron liberados e incluyó a empresarios, pero incluía a la ex senadora y actual vicepresidenta Cristina Kirchner, que por entonces tenía fueros como integrante del Senado.

La libertad de De Vido y Baratta sucede luego del fin de la «doctrina Irurzun», promovida por la administración del entonces presidente Mauricio Macri, de impulsar un cambio en la jurisprudencia para forzar la detención de personas investigadas que tenían pedidos de prisión preventiva pero que no tenían condena firme. De ahora en adelante los dos ex funcionarios aguardarán la sentencia definitiva fuera de prisión.