Carina López Monja tiene 35 años y madre de mellizos. Milita en los barrios populares desde los 20 y sus compañeros del Frente Darío Santillán ahora la eligieron para que sea precandidata a legisladora porteña del espacio Pueblo en Marcha, que va a las PASO junto con Proyecto Sur. Periodista, licenciada en ciencia política y militante de base, cuenta a Tiempo Argentino su perspectiva política desde la construcción del movimiento social que pertenece, ante el desafío de participar por segunda vez en elecciones. La mirada de los movimientos sociales en el testimonio de uno de sus representantes más genuinos.

-¿Cómo nace Pueblo en Marcha y por qué deciden presentarse en elecciones con el partido de Pino Solanas, luego de haberse presentado en las elecciones anteriores dentro del FIT?

-Pueblo en Marcha nace como la expresión política del hacer acumulado por diferentes movimientos sociales durante 15 años. El objetivo es poner un pie en las instituciones para potenciar la movilización y el protagonismo popular, único reaseguro de transformaciones de fondo. Lo que nos parece importante en este escenario político es castigar a la gestión macrista en las urnas independientemente de la opción política de cada persona. Por eso conformamos el frente Sur en Marcha que esta integrado por fuerzas políticas con trayectorias distintas pero con la vocación de construir un frente que integre esa diversidad. Las partidos que conforman el FIT son organizaciones hermanas, con las que caminamos juntos en numerosas luchas pero con las cuales no logramos avanzar en el 2017 en el plano electoral. Vemos necesario para el futuro construir espacios de dialogo y debate entre diferentes fuerzas políticas, poniendo las diferencias en un segundo plano y entendiendo que al modelo macrista se le para la mano con una unidad más amplia poniendo en primer lugar el freno al modelo regresivo.

-¿Cuáles han sido los principales ejes de campaña?

-Uno de los ejes centrales ha sido el de la vivienda y el habitat La ciudad de Buenos Aires ha convertido en terreno de especuladores inmobiliarios o «desarrolladores» como le gusta decir al macrismo. En donde antes había casas bajas, espacios verdes, espacios públicos, hoy hay torres, shopping y emprendimintos privados. No se trata sólo de garantizar el alquiler a precios justos y reclamar la urbanización de las villas con participación de los vecinos y vecinas. Se trata de que no rematen las últimas tierras públicas que le quedan al distrito más ricos de todo el país a los grandes empresarios.
Otro tiene que ver con dar respuestas concretas e impulsar políticas públicas que garanticen los derechos de las mujeres y la protección frente a la violencia machista. A pesar de las dos inmensas movilizaciones que dijeron NI Una Menos, el Estado sigue estando ausente cuando se trata de proteger a las mujeres en situación de violencia.

-¿Las PASO sirven para construir unidad en la izquierda, o la profundizan diferencias?

-Las paso buscaron impedir que que lleguen las fuerzas políticas que no cuentan con la estructura de los grandes partidos. Por eso pusieron un piso restrictivo y buscaron consolidar el bipartidismo. De todas formas hay que tener presente que siendo una elección de medio término el escenario de dispersión tiende a crecer. El desafío 2019 es cambiar este modelo de país que nos lleva a la ruina,que está hipotecando el futuro de nuestros hijos y nuestros nietos y nietas y para eso habrá que estar a la altura, postergando diferencias puntuales por sobre los puntos en común.

-¿Por qué ustedes dicen que son los movimientos sociales que deciden participar de las elecciones? ¿Antes cómo concebían la intervención política?

-Venimos de una tradición que pone el eje en la movilización social y el trabajo de base. Creemos que son los pilares de una sociedad mas justa e igualitaria. No hay democracia real sin el protagonismo directo del pueblo y los cambios que necesita nuestro país hay que empezar a construirlos desde ahora y eso es lo que venimos haciendo.. También es cierto que experiencias de base como las nuestras han subestimado el rol central que tiene el Estado y las instituciones en el cotidiano de millones de personas. Nuestro objetivo es para tensionar la democracia delegativa y potenciar los procesos populares.

-¿Cómo fue la experiencia en las elecciones anteriores? ¿Dónde fueron sus zonas más fuertes y cuáles fueron sus candidatos?

-Pueblo en Marcha es un partido en conformación, venimos ganando en experiencia. Las campañas electorales permiten que lo que hacemos todos los días como fundar escuelas, cooperativas de trabajo, espacios para la niñez y demas llegue a miles de personas y eso está bueno. Queremos dar el debate acerca de que no venimos a prometer una ciudad igualitaria, ya la venimos haciendo. Nosotros venimos desde los barrios del sur de la Ciudad, lo interesante es que articulamos con la experiencia legislativa del Partido Social y la referencia histórica de Proyecto Sur en barrios del centro de la Ciudad. Nuestras principales críticas al kirchnerismo es que tuvo la oportunidad de ir a fondo y realizar transformaciones estructurales y no lo hizo. Nunca tuvo la intención de construir otra cosa que un capitalismo con cierta distribución del ingreso en un contexto de crecimiento económico. La alianza con los sectores económicos de la inexistente burguesía nacional y la corrupción son parte de eso. A diferencia de otras experiencias en américa latina, como la de Venezuela o Bolivia nunca estuvo en debate la construcción de un nuevo orden económico ni la necesidad de poner el acento en el protagonismo del pueblo. La victoria del macrismo y la absoluta regresión de estos dos años son muestra de eso.

-¿Si entran a la Legislatura, cuáles serían los principales proyectos?

-En principio tenemos desarrollado un proyecto de ley para la creación de un observatorio de violencias, que pueda no solo recibir denuncias sino fundamentalmente penalizar a quienes no cumplan con la Ley 26.485. Creemos que esto es fundamental para cortar con la impunidad de las instituciones que siguen sin tomar las denuncias por violencias o sin practicar aplicar el protocolo de interrupción legal del embarazo. Por otro lado, es fundamental lograr la implementación de la emergencia habitacional, ya que sigue aumentando la cantidad de familias que se quedan en la calle y que no tienen acceso a una vivienda digna. Es prioritario poner en marcha políticas públicas que garanticen los derechos más básicos, el derecho a la vivienda es uno de ellos. 

-¿Por qué se definen como hacedores de las soluciones y como mantendrán después de las elecciones?

-Planteamos el hacer porque tiene que ver con la realidad con la que nos organizamos hace 15 años, buscando soluciones colectivas a problemas
Las soluciones van desde hacer escuelas públicas y populares, o dar respuesta a la falta de trabajo, con cooperativas de trabajo digno sin patrón, a emprendimientos productivos que llevamos hace mas de 15 años. Como un mercado de consumo popular que garantiza precios más baratos que cualquier supermercado. Si lo hacemos desde las organizaciones populares, vale preguntarse que podría hacer el estado.

-¿Qué lugar deben ocupar los movimientos en el congreso?

Nosotros decimos que es fundamental que el congreso y la legislatura no sean el lugar de políticos profesionales, sino que sea el lugar donde hombres y jujeres comunes se comprometen para la transformación de la realidad en la que vivimos. Los movimientos sociales, los que venimos haciendo política en los lugares de trabajo y en los barrios tenemos mucho para aportar en eso.

-¿Cuando comenzó a militar?

-Empecé a militar antes de la rebelión de 2001, y después del asesinato de Darío y Maxi me sumé a la construcción y lucha de los barrios. Para mi la militancia es una forma de vida, que empezó el día que me sume a poner mi cuerpo y mi corazón en la construcción colectiva y en la organización popular. En 2001 en adelante y desde 2004 con la fundación del frente Darío Santillán. Empecé a militar porque creía que había que transformar una realidad injusta y me tocó de cerca y entendí que eso iba a ser parte de toda mi vida. Ahora mis compañeros definieron que fuera candidata y en eso de mandar obedeciendo tomé ese mandato.

-¿Cual es su caracterización del gobierno de Macri y de Larreta?

El gobierno de Macri es un gobierno de un rico pensando en ricos. Su política beneficia a los sectores mas concentrados de la economía y eso se vive diariamente. En el caso de Larreta estamos ante un modelo mas perverso, de embellecimiento urbano, pero profundización de la mortalidad infantil, de desempleo. La ciudad esta cada vez mas pensada para el turismo y no para los vecinos.