La ronda de negociaciones paritarias que terminará por demarcar el pulso de los incrementos salariales durante el 2017 comenzarán la semana que viene. En ese contexto, ninguno de los medios que se sentarán a negociar aceptará un aumento menor al 20%.

Los Químicos y Petroquímicos, la UOM, UTA, la Federación de Sindicatos de la Industria del Gas, gastronómicos, la Uocra, UPCN y los panaderos son algunos de los sectores que comenzarán su discusión formal por la recomposición del salario.

Con la intención de conseguir entre un 30% y un  35% de aumento, la Federación de Sindicatos de Trabajadores de las Industrias Químicas y Petroquímicas (Festyquipra), que conduce Rubén Salas, y la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), cuyo referente es el ex titular de la CGT Alsina, Antonio Caló, irán al Ministerio de Trabajo.

Los químicos pedirán 35%, en tanto que el gremio metalúrgico, una de las organizaciones que más sufrió suspensiones y despidos, se sentará para negociar en torno al 30%.

La UOM y el sector empresario ya tuvieron cuatro reuniones. Según informó el propio Caló “las gestiones están trabadas y complicadas porque ofrecen un 17 por ciento”, aunque admitió que “el jueves 20 volverán a verse para avanzar en las negociaciones”.

Los que pedirán un 25% serán la Unión Tranviarios Automotor (UTA) que lidera Roberto Fernández; la Federación de Sindicatos de la Industria del Gas (Festiga), conducido por Oscar Mangone, y la Unión de Trabajadores Gastronómicos y Hoteleros (Utghra), cuyo titular es José Luis Barrionuevo.

En este caso, los tres gremios que ya tuvieron reuniones informales con las cámaras empresariales confían en cerrar por el porcentaje planteado.

Un rango similar se encuentra la UOCRA que, mientras aguarda definiciones sobre la compra de casas prefabricadas en China, confía en cerrar un acuerdo por el 25%.

Por su parte, los estatales nucleados en la Unión Personal Civil de la Nación (UPCN) que dirige el secretario adjunto de la Confederación General del Trabajo (CGT), Andrés Rodríguez, no parece poder escapar de un Estado Nacional que se ha puesto duro en la negociación salarial y aspira a obtener un 20%.

Más allá del número que acuerde cada sector, lo cierto es que todos los sectores firmarán con sus empleadores la implementación de una clausula gatillo que se active cuando la inflación supere el porcentaje estipulado.