El presidente Mauricio Macri pasará en el exterior la mayor parte de los últimos diez días que le quedan en ejercicio del poder. Este domingo volverá a utilizar su pasaporte para una despedida que lo devolverá a su zona de confort: las giras internacionales y los encuentros con mandatarios extranjeros. La primera escala se concretará este lunes en Madrid, España, para participar de la 25ª Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y ofrecer un discurso de tres minutos, luego de ser recibido por el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, y por el titular de la ONU, Antonio Guterres. La estadía madrileña se extenderá hasta el martes, cuando visite el Palacio de la Zarzuela para reunirse con Rey Felipe VI de España.

A media mañana se trasladará a la ciudad de Ginebra, Suiza, para encabezar una reunión pública y otra de carácter reservado que los funcionarios de la Casa Rosada se han empeñado por relativizar. El protocolo oficial sólo menciona un encuentro ginebrino con Roberto Azevedo, director de la Organización Mundial del Comercio, pero el canciller Jorge Faurie también mencionó una reunión con el presidente de la FIFA, Gianni Infantino. Lo hizo ante una pregunta de la agencia Noticias Argentinas durante la rueda de prensa que ofreció el viernes, durante la presentación de su balance de gestión en el Palacio San Martín. El canciller saliente habló de ese encuentro y se negó a explicar los motivos. Desde entonces sus funcionarios se empeñan en relativizar la cita.

La sede de la FIFA está ubicada en Zurich, a 276 kilómetros de Ginebra. Según supo este diario por fuentes diplomáticas, el titular de la FIFA se trasladaría hasta esa ciudad de la confederación helvética para encontrarse con Macri y con el secretario general de la Presidencia, Fernando de Andreis, que forma parte de la comitiva presidencial junto al secretario de Asuntos Estratégicos, Fulvio Pompeo, el secretario de Ambiente, Sergio Bergman, y el ministro de Agroindustria, Luis Miguel Etchevehere.

Durante los últimos cuatro años, De Andreis estuvo al frente de la planificación de la propuesta argentina para realizar el Mundial 2030 junto a Uruguay, Paraguay y Chile. Su presencia en el penúltimo viaje oficial que realiza el presidente se justifica por el encuentro con Infantino, aunque los voceros del funcionario declinaron contestar las preguntas de este diario. Sin embargo, dos funcionarios de la Presidencia que arribaron este sábado a Madrid no desmintieron el encuentro. «Los tiempos en Ginebra son muy cortos, pero si se concreta esa reunión puede ser por un tema personal o para ratificar el interés de realizar el Mundial 2030 con tres de nuestros cinco países vecinos», contestó el integrante de la comitiva de adelantados al arribo presidencial.

La cita será el segundo encuentro entre Macri e Infantino en lo que va del año. El primero se concretó a principios de mayo en Zurich, cuando el presidente fue recibido en la sede de la FIFA donde le otorgaron un reconocimiento como un dirigente del fútbol que llegó a la presidencia de su país. La caracterización sobre Macri del organismo que regula el negocio global del fútbol no es menor. «Si la reunión se realiza, el presidente podría recibir alguna respuesta positiva de parte de la FIFA sobre la iniciativa argentina de realizar el Mundial 2030», arriesgó un funcionario de la Casa Rosada que también está al tanto de la reunión con Infantino.

Macri terminará su recorrido europeo el martes por la tarde. Tiene previsto regresar a Buenos Aires este miércoles. Estará en el país sólo por 24 horas porque volverá a viajar hacia Brasil el jueves para reunirse con su par, el excapitán de Ejército y líder ultraderechista Jair Bolsonaro, que está a cargo de la presidencia temporaria del Mercosur. El plenario de países miembro de la unión aduanera fue convocado para bajar el Arancel Externo Común, pero fuentes del Palacio San Martín explicaron que Macri no firmaría nada que implique algún cambio en la estructura arancelaria porque estará a cinco días de entregarle el poder a su sucesor, el presidente electo Alberto Fernández.

Será la última vez que Macri y Bolsonaro se vean como presidentes porque el excapitán no viajará a Buenos Aires para participar de la ceremonia de transmisión de mando el 10 de diciembre. Por esa razón algunos funcionarios de la Casa Rosada no descartan un «pequeño homenaje y reconocimiento» del presidente brasileño al visitante argentino. Desde la derrota de Macri en las generales del 27 de octubre, Bolsonaro ya protagonizó una serie de traspiés diplomáticos que enlodaron el estreno del vínculo que deberá mantener con Fernández. El más resonante lo protagonizó mediante su cuenta de Twitter, cuando aseguró la mudanza de tres multinacionales de la Argentina hacia Brasil. La noticia era falsa. Fue desmentida pocas horas después por las corporaciones y el mandatario tuvo que borrar el tuit. «Bolsonaro es tan imprevisible como (el presidente de los Estados Unidos) Donald Trump y podría decir cualquier cosa para despedir a Macri», se lamentó un funcionario de la Cancillería consultado sobre el tono del último encuentro bilateral.

Desde el 6 de diciembre Macri ya estará en Buenos Aires para transitar los últimos cuatro días que le quedarán como jefe de Estado. El sábado 7 encabezará la marcha de despedida organizada por Juntos por el Cambio en Plaza de Mayo, donde estará presente todo el Gabinete de ministros. El domingo 8 se trasladará por la mañana a la basílica de Luján, para participar de una misa «por la Patria», organizada por el Episcopado para la conmemoración de la virgen. En ese templo estará junto a Fernández, que también confirmó su presencia para una homilía planificada por el clero católico para «transmitir un mensaje de unidad nacional» antes del traspaso del mando que se realizará 48 horas después. «