«No se entiende la decisión de desmantelar el operativo de rescate si tenían el dato del Angelescu». La reflexión de Luis, abogado, papá del teniente de corbeta Alejandro Damián Tagliapietra, uno de los 44, desborda dolor, bronca y sentido común. Y aunque se confirmó que no se trata del ARA San Juan, la indignación de los familiares creció al saber que el objeto había sido visualizado horas antes de que el gobierno anunciara el fin de la etapa de salvamento de sobrevivientes. «Nos prometieron que iban a agotar todos los recursos. ¿A quién le importa el barco? Nos importan las personas», dice Tagliapietra. «No se comprende. Fue una decisión apresurada, irresponsable, carente de fundamentos. Implica un abandono de nuestros 44 familiares».

–¿Hubo ocultamiento de información?

–Ocultamiento, mentiras y tergiversaciones en absolutamente todo lo que comunicaron, desde el principio. Primero hablaron de una falla en la comunicación, después lo de la avería que ya sabían, por fin el evento hidroacústico asimilable a una explosión que en realidad todavía no sabemos qué fue, quizás un choque contra una roca, contra el fondo. Dicen que dejaron sin efecto el protocolo SAR porque ya lo doblaron en tiempo, y en realidad no estuvieron 14 días buscando: la primera nave que participó del plan de búsqueda y rescate zarpó el viernes 24. El gobierno en general y en particular el ministro Aguad han manejando esto de un modo incoherente, con una actitud de pasividad y silencio muy cruel. Del día uno hasta hoy, todo huele a pescado podrido. Y esto último es una vergüenza: tenían la información del objeto detectado por el Angelescu y paralelamente anunciaban la conclusión del SAR. Pero tenemos que exigir que hagan lo imposible por rescatarlos.

–¿Cuántas familias se sumaron a la querella en el juzgado federal de Caleta Olivia?

–La querella fue una iniciativa personal mía, como abogado, a la que en un principio se sumaron otras siete familias y hay cuatro o cinco más que se están sumando. Esto va a crecer, seguramente vamos a ser todos los que procuramos conocer la verdad. Casualmente, cuando nos presentamos como querellantes se anunció el levantamiento del secreto de Estado, algo que la jueza había pedido días antes y que fue desoído, junto con la testimonial del ministro. Hasta ahora no hay nada de todo eso.

–¿Qué piensa cuando se empieza a hablar de «héroes» en el momento en que dejan de buscarlos?  

–El término de héroes es bienvenido, por supuesto, y es una iniciativa de la gente, a la que el gobierno se sumó porque queda bien. Pero a un héroe se lo respeta, se lo valora y fundamentalmente se lo busca hasta las últimas consecuencias. «