Tras la crisis financiera que sufrió el país el presidente Mauricio Macri reunió a su tropa en el Centro Cultural Kirchner para dar señales de austeridad, dar nuevos aires a las intenciones de gradualismo, pero a la vez, desestimar las metas económicas. El presidente volvió a echarle culpas al gobierno anterior y como principal medida anunció que sus funcionarios no viajarán al Mundial de Rusia 2018.

Macri habló este jueves ante unos 1.400 funcionarios, legisladores e intendentes en el marco de un encuentro del gabinete ampliado. El presidente aseveró que «el momento más difícil» que atravesó el país fue durante el cual se trabajó para «evitar que el avión se estrellase en 2015».

Macri pidió austeridad, dijo que nadie viaje al Mundial, y explicó por qué no aplicó un ajuste abrupto apenas asumió. Fue una forma para defender el gradualismo, pero también para contestar a las críticas de sus propios funcionarios sobre la pertinencia del ajuste en este momento preelectoral.

Las noticias agoreras quedaron en boca del ahora superministro Nicolás Dujovne, quien adelantó que no se cumplirán las tasas de crecimiento ni la inflacionaria, como una forma de contener la preocupación del oficialismo por los pronósticos de los próximos meses.

Por su parte, Dujovne precisó que con respecto a las metas del déficit “estamos trabajando con el anuncio que hemos hecho de un déficit primario del 2.7 por ciento para este año» y, en relación a la previsión para el año próximo, dijo que «seguramente va a ser algo menor de lo que teníamos pensado hasta ahora”.

Acerca de los sectores en los que se aplicarán recortes, dijo que “estamos haciendo un trabajo muy exhaustivo sobre el próximo Presupuesto para asegurarnos de que las medidas sean balanceadas, que no estén concentradas en un solo sector, sino que vayamos a una buena distribución del esfuerzo en términos fiscales que mayoritariamente tiene que venir del lado del gasto”.

Puntualizó el ministro de Hacienda que “el objetivo es tener un Presupuesto que sea cumplible, que cumpla con los objetivos de déficit, que proteja a los más vulnerables y que permita que el país mantenga este proceso de crecimiento que hoy estamos transitando”.

Por su parte, Frigerio adelantó el escenario electoral del año que viene: anticipó elecciones desdobladas en las provincias gobernadas por el peronismo, con un cronograma que podría arrancar en marzo, en una sucesión de comicios que incluiría primarias, ejecutivas provinciales, paso nacional y ejecutiva nacional.

Además, indicó que el llamado al diálogo abarca «a los gobernadores pero también al resto de todos los actores de la vida pública en la Argentina, para tratar todos los temas que se necesiten tratar”.

Explicó que, por cuestiones “de coyuntura y de tiempo, vamos a arrancar con la discusión del Presupuesto para el año próximo, que es lo que se viene en estos meses, pero eso no implica que tratemos quizás en paralelo otros temas que surjan en esta gran convocatoria nacional”.

En este sentido, Frigerio consignó que, hasta el momento, esa convocatoria “ha recibido buenas respuestas”, aunque aclaró que el diálogo “no implica un cogobierno ni acuerdo con todas las medidas».