La derrota de las PASO rompió los moldes de la arquitectura electoral del macrismo. Como nunca antes puso en crisis el liderazgo del jefe de Gabinete, Marcos Peña, al frente de la maquinaria del marketing político del oficialismo. Su poder ahora no llegará a dos de las tres jurisdicciones que controla el PRO: la provincia y la Ciudad de Buenos Aires. Desde este sábado, según lo establece la ley, puede comenzar la campaña proselitista para las generales del 27 de octubre. Pero el comando nacional de Juntos por el Cambio recién lo hará a fin de mes con el objetivo estratégico de revertir los números en dos etapas y llegar de algún modo al balotaje, según la creencia del presidente Mauricio Macri.

La decisión alcanza a todos los distritos, pero no corre para la gobernadora María Eugenia Vidal que, en acuerdo o rebeldía, continuará con su agenda sin la compañía del líder del PRO, como sí sucedió hasta el 9 de agosto pasado.

El punto de partida para Vidal fue indeseado para su equipo de campaña. Sucedió este viernes en el partido bonaerense de Junín. La gobernadora fue filmada mientras dialogaba con un comerciante del centro local. «Creéme que todo lo que yo pude hacer desde la Provincia ya lo hice. No tengo más herramientas. Si la economía no arranca es muy difícil, si la gente no recupera su capacidad de consumo es muy difícil», dijo la mandataria. El video se viralizó con velocidad y desnudó el tono que Vidal usa en la intimidad para atajar el malestar de sus interlocutores. Ante las consultas de este diario, en La Plata aclararon que la frase fue editada y «muy bien operada por la oposición para perjudicarnos». La respuesta oficial también buscó despejar las sospechas sobre una ventilación promovida desde las mismas oficinas de la gobernación. Sus funcionarios insisten que el comerciante le dijo que estaban muy agobiados por los impuestos y que Vidal le contestó que todo lo que estaba a su alcance ya estaba hecho, pero en referencia a la disminución de la carga impositiva.

El «lamento de Junín», como bromean en la Casa Rosada, aumentó las tensiones que separan a La Plata de Balcarce 50. Los equipos de campaña de Macri y Vidal «no están tan peleados como algunos dicen y tampoco tan cerca como buscaron estarlo antes del 11 de agosto», admitió un miembro del PRO que trabaja con ambos pelotones. La primera coincidencia que comparten, al menos por ahora, es evitar desembarcos electorales de Macri en el Conurbano y en el interior bonaerense para darle más margen de acción a Vidal en una estrategia totalmente distinta a la nacional. El presidente sostiene una arenga de tono épico para revertir la derrota de agosto y sobrevivir en octubre para medirse en el balotaje, pero Vidal jugará su suerte sin segunda vuelta el 27 de octubre con un discurso cada vez más diferenciado del libreto nacional y concentrado en «provincializarse». La mandataria no sólo considera que la tendencia negativa de agosto es muy difícil de remontar sino que ya habilitó a intendentes propios y candidatos sin tierra a cortar boleta donde sea necesario, es decir, sin Macri o sin ella.

Las palabras de Vidal que se viralizaron desde Junín revelan que la distancia que mantiene con Macri supera al instinto de autopreservación. Muestran a una candidata resignada, dispuesta a criticar las políticas de su jefe político.

Lo mismo sucede con el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, que municipalizó su comunicación para separarse del derrotero de Macri. En el territorio originario del PRO los riesgos se disparan después de octubre, en caso de que el alcalde no logre su reelección en primera vuelta. Si Larreta no vence a Matías Lammens en octubre, se abre una elección totalmente distinta e inédita para la Ciudad, con un alcalde que disputará su continuidad en forma separada de lo nacional y con la posibilidad de que Macri ya no esté en carrera.

Las grietas de la campaña oficialista están alimentadas por la necesidad y el temor a perder. Incluyen estrategias que se contraponen, con detractores y defensores dentro del gobierno. Para transitar septiembre Macri se refugiará en la gestión de la crisis y procurará mostrarse muy alejado de la campaña. En Balcarce 50 esperan ver los efectos «de las 15 medidas» que lanzaron luego de la devaluación del 12 de agosto.

Vidal hizo lo propio con el relanzamiento de paliativos que ya había anunciado, pero a la par de sus visitas proselitistas, circulan convocatorias para marchas en su apoyo. La primera será este domingo por su cumpleaños.  Será a las 16 en la plaza San Martín de Morón con la consigna «Apoyamos a la Leona» y «No la dejemos sola». Tiene un tono similar a la última movilización de votantes del macrismo realizada hace dos semanas en el centro porteño.

«Eso fue un error y sabemos que no suma nada», sostuvo un miembro del equipo de Peña para demoler la «convocatoria viral» que impulsó originalmente el actor y militante radical, Luis Brandoni, bajo la «inspiración» del cineasta Juan José Campanella. Es el mismo que le recomendó a Macri mostrarse eufórico, bramar antes del cierre de campaña un recordado «No se inunda más» y elogiar a Vidal hasta las lágrimas. Esas recomendaciones son materia de internas en el PRO, pero marcaron una metodología que ahora volverá a repetirse en Morón. En la Rosada y en La Plata se desligan de la idea y señalan a los intendentes macristas de la Provincia, que son los más empeñados en evitar la presencia de Macri. «