La recta final hasta las primarias del próximo domingo será protagonizada por Mauricio Macri y María Eugenia Vidal, como si fueran los principales candidatos de Cambiemos. Ninguno integra las listas de aspirantes, pero en los próximos días recorrerán las geografías más adversas según las encuestas propias: el Conurbano sur y algunos puntos del interior del país. La hoja de ruta de Macri, en el caso de la provincia de Buenos Aires, hará foco en dos zonas sensibles. El lunes estará en Mar del Plata, una de las ciudades, junto con Bahía Blanca, más golpeada por la política económica del oficialismo. Será en el marco de un amplio blindaje de seguridad . 

El martes pisará Azul, una de las tres principales localidades del centro provincial bonaerense, junto con Olavarría y Tandil. En esas ciudades, admiten en el oficialismo, los candidatos de Cambiemos buscarán incrementar las posibilidades en un electorado agrario afín, pero atravesado por una amplia franja de desilusionados que forman parte del ejército de votantes que Cambiemos sabe que está perdiendo y cuya sangría intentará contener.

Mientras Macri se muestre en Mar del Plata y Azul, Vidal recorrerá el Conurbano bonaerense junto Esteban Bullrich, Gladys González, Graciela Ocaña, Guillermo Montenegro y Héctor «Toty» Flores. Los seis deberán arar los terrenos más espinosos de la primera y segunda sección electoral donde Cambiemos espera los peores números. Terminada la gira del martes, los esfuerzos presidenciales estarán concentrados en zonas donde Cambiemos identifica un voto más duro. El miércoles estará en el estadio Ferro de la Ciudad de Buenos Aires, el distrito donde el alcalde Horacio Rodríguez Larreta augura una cosecha superior al 40% y que podría aumentar el porcentaje nacional que la Casa Rosada podría esgrimir en el caso de un pésimo resultado bonaerense.

Luego de la demostración de poder que el oficialismo espera acuñar en la Capital, el cierre de la campaña se concretará en la ciudad de Córdoba, otro bastión donde Cambiemos espera un resultado favorable, aunque la disputa en la provincia mediterránea está concentrada con el peronismo por un electorado común. No ocurre lo mismo en Santa Fe, donde los operadores de Cambiemos exhiben optimismo en la primera campaña sin el actor Miguel Del Sel, y con una preeminencia del radicalismo que conduce el intendente capitalino y titular de la UCR, José Corral.

Los despliegues territoriales serán reforzados por una ambiciosa presencia en los medios nacionales, en los principales programas de televisión, y en distintas radios del interior del país. «Cambiamos de estrategia al menos tres veces en el último mes. El eje de la pelea, después de agosto, estará concentrado en los indecisos. A ellos buscaremos sumar para ganar en octubre», aseguró a Tiempo un miembro de la jefatura de campaña. «