La ex subdirectora de la AFI en el gobierno de Cambiemos, Silvia Majdalani, rechazó las acusaciones como jefa de una asociación ilícita dedicada al espionaje político ilegal, se consideró víctima de una “persecución” y advirtió que la filtración de información reservada no sólo afectó a la seguridad nacional, sino que “puso en ridículo a la Argentina”.

“No puedo permitir que se diga que fui la jefa de una asociación ilícita. Entregué cuatro años de mi vida al servicio de mi patria y salí de ahí con la convicción de que había hecho lo que tenía que hacer, con la satisfacción del deber cumplido y orgullosa de haber trabajado por mi patria”, dijo Majdalani por videoconferencia ante el juez Juan Pablo Augé y los fiscales Cecilia Incardona y Santiago Eyherabide.

La ex número dos de la AFI aseveró: “es falso que haya dado orden o haya tenido conocimiento que se haya efectuado” espionaje ilegal durante su gestión.  “Afirmo con la conciencia absolutamente tranquila que no existió una asociación ilícita ni fui jefa de tal cosa”.

No obstante, admitió que “puede haber existido cuentapropismo, algún autoemprendimiento”. En la AFI fluctuaban entre 1550 y 1650 agentes durante su gestión y esa suerte de agentes infieles realizando tareas por su propia cuenta -admitió- puede haber existido: “Es así en cualquier institución. Pero de ninguna manera hubo una banda de delincuentes ni una asociación ilícita y mucho menos fui yo la jefa de una asociación ilícita. (…) Nunca supe que existiera espionaje ilegal, ni espionaje político mientras yo conduje la Subdirección de la AFI”.

Majdalani no respondió preguntas. Durante unos 15 minutos efectuó su descargo, que incluyó el desconocimiento de la competencia de los tribunales de Lomas de Zamora para juzgarla, la descalificación de la actual gestión de la AFI -a cargo de Cristina Caamaño-, las críticas por las filtraciones de información confidencial y la incredulidad sobre la aparición de “discos rígidos olvidados en los cajones” con datos que luego derivan en denuncias judiciales. “No se trabaja así; no hay discos rígidos que aparecen cada 15 días para que hagan denuncias. Esta fiebre de denuncias sobre mi gestión es muy cercana a una persecución política”.

Majdalani hizo hincapié en la filtración del Libro de Actas de la AFI, conteniendo datos sobre agentes y otra documentación que debía permanecer en secreto. “Es necesario que todos comprendamos que se puso en riesgo la vida de muchos agentes de sus familias, además de poner en ridículo a la Argentina y de tener problemas con toda la comunidad mundial de inteligencia. Es un tema gravisimo. La argentina hizo un papelón y puso en riesgo su seguridad, es algo terrible”.

La ex vicejefa de la AFI desafió: “No me están perjudicando a mí, no me están dañando, a pesar de que me mortifica lo que pasa porque me considero una persona educada, digna y honesta. Yo no tengo importancia; lo que están haciendo con esta persecución permanente es dañar a la Argentina, a la inteligencia nacional y eso no se va a poder subsanar ni siquiera cuando yo salga sobreseída, porque el daño que se hizo es internacional”.

Majdalani se preguntó si detrás de esas conductas subyace una pelea de naturaleza política. Y respondió: “primero está la patria, después vemos las peleas políticas”.