En la conformación de la AFA, en el aspecto moral, nada cambió. Ahí está otra vez Torneos y Competencias, metido para siempre. A ninguno de ellos le importó que con Clarín haya construido el imperio dentro del fútbol nacional y también en el internacional, coimeando a todo el mundo. A nadie le importa la sospecha de que hayan sido o puedan ser coimeados una vez más. 

Allí están. El fútbol está otra vez en las manos de TyC y de Clarín. Lo de Fox, DirectTV y Turner es un complemento. Se quedaron con todo sin poner nada, como suelen hacer, los mismos protagonistas de la brutal corruptela de los tiempos de Julio Grondona. Así vivieron hasta que el propio Grondona –por sus diferencias con Clarín, que lo maltrataba, lo ninguneaba y no le daba el dinero que las bases le reclamaban porque ya ni tenían para pagar la luz– le quitó el futbol y se lo dio al Estado –siempre sospeché que fue de Aníbal Fernández, hábil en la jugada, muy atento–, que lo compró y gastó el mismo dinero que antes gastaba en la publicidad que debe hacer. Y se lo dio a la gente. Y vinieron torneos democráticos como nunca: saquen la cuenta cuáles fueron los campeones entre 2009 y 2016. 

Luego vino este gobierno neoliberal que entre las cosas que quería hacer estaba devolverle el fútbol a Clarín. Macri, toda su vida, fue un servil de Magnetto. Lo fue cuando le dio la Libertadores de Boca. Lo fue el año pasado, cuando le dio el fútbol y, para disimular, aparecieron Telefe y América, para que no protestaran ante la trampa. Los mejores partidos fueron para el 13. Con el fútbol pagado por el gobierno hicieron una tremenda diferencia. Ganaron una vez más millones y millones. Sin poner nada. El dinero lo pagó el Estado. 

Los dirigentes ahora quedaron pegados al gobierno porque aceptaron romper un contrato que debía ser mucho más caro, al abortarse unilateralmente. Acuerdo espurio. Hasta aceptaron que el gobierno pusiera su personero, Javier Medín, en la comisión normalizadora, que quedó completamente dibujada y haciendo lo que el gobierno quería. Un dislate tal que llegó a la FIFA, un dislate que no había ocurrido nunca. Cuando Servini de Cubría arma el zafarrancho del juicio de Fútbol para Todos, juzga que el gobierno no se metió, como debía, a controlar al futbol. Qué disparate. Justamente lo que el gobierno no debía hacer. Este gobierno vino y lo hizo porque el objetivo final era regalárselo a Clarín. Macri fue elegido presidente prácticamente para darle a Clarín lo que le pidiera. ¿Hace falta recordar todo lo que le cedió desde que asumió? 

Estos dirigentes están fuera de toda posibilidad de elogio porque arreglaron con TyC y el estilo de TyC es la coima. Está probado. Uno de los suyos que está preso de una ciudad, ya no de una celda; pagó 30 millones de dólares para zafar de ir a un calabozo. Y 130 millones más para frenar la investigación que inexorablemente llevaría a mayor pudrición, e implicaría a Clarín. Grito desde mi corazón que el hombre más protegido por los EE UU en Argentina y Latinoamérica se llama Héctor Magnetto: desde allí impidió a la Justicia tener ningún dato de la denuncia de Hernán Arbizu –el «arrepentido» vicepresidente de la banca privada JP Morgan– y determinó que la Justicia estadounidense no lleve a fondo la investigación. Esa matufia se hizo con la complicidad de Clarín. Burzaco no podía dar un paso, no podía ni ir al baño sin la venia de Clarín. Ninguno lo podía hacer. 

Por eso: estos dirigentes son responsables de una licitación que no fue trasparente. No lo fue el 20 de febrero cuando al abrirse los sobres, de repente, por el miedo reverencial que le tienen a Clarín, le dieron tiempoa a Fox para que explicara su oferta: o mejor, jorobar a ESPN y a Media Pro. Luego, apareció una carta, una extorsión que solo en Argentina se puede hacer ante la vista de todo el mundo, una carta de Clarín diciéndole que si no le daban el fútbol a Fox habría lío. Mentira. El lío que tiene para armar Clarín es con el viejo juicio de 2009 contra la AFA. ¿Por qué no lo hizo? Porque debía pagar mucho dinero y porque la AFA tenía argumentos válidos. 

A los dirigentes actuales les bastaba decir: «Fenómeno, hacelo contra la AFA, nosotros vamos a proteger a los que vienen a hacerse cargo del fútbol». Si le hacían el juicio, la AFA solo podría pagarle con la cancha de algún estadio de los clubes… Otra cosa no hay, ¿qué se iban a llevar? Pero optaron por hacerlo a Media Pro, ESPN y compañía. 

Todo esto es mafia en estado puro. Ya apareció un periodista de La Nación, Sebastián Fest, caminando por lo que yo había dicho. Pero habló de mi guerra santa contra Clarín. ¿Qué guerra santa? Denuncia de un pobre periodista a ese mafioso y sus secuaces que están en todos lados y ahora también en AFA. Tengo plena convicción moral de que hubo extorsión y que además hubo una actitud en la licitación que violó por completo la transparecia indispensable. 

Por eso, ¿el grondonismo continúa? Peor que eso. A Grondona lo tenían identificado. Ahora no queda demasiado claro quién es quién y cómo participó cada cual en esta repugnante trampa, desde la que construyen el nuevo poder de la AFA. ¡Minga! Siguen siendo lo mismo: procedieron de la misma manera que lo hicieron toda la vida. 

Parafraseando a Grondona: nada cambia. <