La abogada Nelly Minyersky fue la encargada de abrir la lista de oradores en las primeras jornadas de exposiciones dentro de las plenarias de comisiones de la Cámara de Diputados el martes.

“Es un momento muy particular para todas nosotras, hoy se está hablando de este proyecto pero hay dos proyectos de alto nivel: el de la Campaña en 2019 y el del Ejecutivo que contempla muchos de los principios del proyecto que obtuvo media sanción. Son proyectos muy integrales desde el punto de vista que protege a las personas gestantes junto a toda la atención que deba tener. El del Ejecutivo tienen algunas cosas positivas como la capacitación al personal que intervenga en estos tipos de actividades y tienen otra cosa fundamental y es que todas las instituciones tienen que poder asumir

Sin embargo, la abogada destacó las diferencias del proyecto con el de la Campaña. “Una es el tema de la objeción de conciencia. La experiencia indica que es el instrumento que usan los antiderechos para no realizar la práctica, y es algo que está pasando en Uruguay, y que pasa en Italia desde hace años, tanto que tuvo que tomar medidas especiales, también en España tuvo que intervenir el gobierno para garantizar la práctica”, distinguió Minyersky. “Estamos pidiendo que se legisle en tal forma que siempre prevalezcan los derechos de la mujer y no del objetor”.

Otra diferencia que traza la profesional tiene que ver con un artículo vinculado a la Educación Sexual Integral. “Es fundamental la ESI porque hay que cambiar las bases desde la construcción, no desconocer o no tener en cuenta los derechos de las sexuales y reproductivos fue motivo de sufrimiento para las mujeres. También la Red de Docentes ha pedido que incluya en la currícula el aborto como un derecho”, afirma y agrega.

“Hay además algo que para mí es muy importante y es que planteamos la despenalización de la mujer en todos los casos. En estos años aprendimos mucho pero te puede pasar que una mujer que vive alejada llega tarde al sistema de salud, además, podés no darte cuenta y existe otra cosa que es este manto negro que te genera el miedo y la vergüenza que por ejemplo, puede tener una chica violada”. 

La ley, destaca Nelly, será un nuevo instrumento y muy importante “en nuestro proyecto no se penaliza y en el del Ejecutivo se baja mucho la pena que va de tres meses a un año cuando pasaste las catorce semanas, eso lo torna excarcelable, hasta ahora es hasta cuatro años. Por eso también se permite esa crueldad enorme que vive una mujer que llega con un evento obstétrico o una situación postaborto y la encadenan. Es increíble como en lo sexual y en temas reproductivos nunca nos han creído a las mujeres”.

Nelly mencionó el caso de Ana Acevedo. “Es un caso para pensar la objeción de conciencia. Murió porque todo Santa Fe era objetor de conciencia. Es una crueldad contra las mujeres toda unida, y esa cultura es la que hay que destruirla”, enfatiza. “Hasta ahora la sexualidad y la reproducción significaba sufrimiento y dolor, y debería significar placer y maternidades deseadas.”

Los argumentos antiderechos

Para Nelly fueron llamativas algunas intervenciones de los sectores antiderechos, pero en particular hablo de la que realizó el padre Pepe. “Tanto el padre Pepe como un pastor evangelista que habló nos reprochaban que hablamos de las mujeres pobres”, responde la abogada. “Los casos que salen a la luz son casos de mujeres muy abandonadas, que no tienen acceso a los menores cuidados que requiere un ser humano, son personas que hacen menos prevención porque hay menos educación… Las otras mujeres no es que no quedan embarazadas, quedan menos porque están atendidas. Por ejemplo, las mujeres de clase media llevan sus hijas al ginecólogo, toman medidas de salud, entonces si quedan embarazadas lo hacen en el sistema privado”, describe. “Son fenómenos que han existido porque las relaciones sexuales siguen existiendo, los embarazos pueden suceder porque te falla el método anticonceptivo o porque tuviste una pasión”.

También respondió a los argumentos del cura Pepe. “Que no nos diga que nosotras asumimos una bandera que no es, la de las villas. Que allí no tienen abortos porque no es así. En muchos casos, no quieren abortar porque no saben si tienen otra porque opción en la vida que seguir teniendo hijos, y no siempre tienen un padre Pepe que las cuida, por eso pedimos que puedan elegir. Está tan naturalizado que tenés que ser madre y nadie se pregunta dónde está ese consentimiento, donde está el proyecto de vida. Me llamó la atención porque esperaba una mirada más compasiva”, destacó Nelly, y agregó, “el discurso de las dos vidas es uno de los discursos más siniestros que hay. Tenemos que hablar de personas como seres humanos, no somos un proyecto genético ni somos un embrión”.

Para Minyersky, este momento de debates es completamente distinta a la anterior y se siente esperanzada en las próximas semanas. “Los proyectos son mejores que hace dos años. Lo del 2018 fue una épica que removió muchos sectores, empezó a salir el tema del clóset, empezó a hablarse y es desde entonces un grito que tiene que ver con la igualdad y la democracia”, expresó Nelly. “Ahora estamos ante un hecho histórico en nuestro país y creo que a nivel mundial y es que un presidente haya presentado un proyecto de ley de interrupción del embarazo”.

“Yo apoyo también el proyecto de los 1000 días. Ambos proyectos tienen su base en la constitución que quien quiera continuar un embarazo debe ser protegida por el Estado. Como también en el inciso 22 del artículo 75, dice que tenemos el derecho de planificar cuántos hijos queremos tener”. Por último, la militante expresó, “no obligamos a nadie a nada, en cambio estar en contra como lo fue estar en contra del divorcio y de leyes que amplían derechos, sí son formas de imponer, como si fuera una dictadura”.