En estos momentos se está analizando de qué manera empezar a abrir algunos esquemas cerrados a partir del aislamiento social, preventivo y obligatorio. Pero todos debemos entender que esa salida hay que realizarla cuidando la salud, y en la Argentina es un debate que saldamos positivamente, definiendo que primero está la vida y después la economía, un aspecto que también debemos resolver.

Estamos observando mucha solidaridad, mucha fuerza militante para resolver la alimentación de muchas familias, sobre todo en los barrios más humildes. Pero también vemos que en sectores del primer cordón del Conurbano bonaerense hay familias de profesionales, de comerciantes, que también necesidad recibir asistencia alimentaria.

Vamos a vivir una economía de posguerra. Si bien no estamos en guerra, enfrentaremos una situación similar. Y en este contexto, es importante la iniciativa que empieza a lanzar el gobierno nacional en relación a la obra pública, tanto con obras grandes como pequeñas, aquellas que se pueden hacer en los barrios, vinculadas a servicios como el gas, el agua, las cloacas, donde el Estado tiene mucho por hacer. Es fundamental atacar el problema del déficit habitacional.

Hoy vemos que la sociedad quedó al desnudo, con todo lo bueno y lo malo. Y para enfrentar los desafíos que tenemos por delante se necesitan mucha organización y participación del Estado, ya que no hay soluciones mágicas. A pesar del aislamiento, tenemos que generar las redes para atender todas estas problemáticas, que continuarán cuando esta etapa finalice.

Hoy queda claro que se necesita un Estado con recursos para poder resolver las problemáticas que se están viviendo, principalmente en el sistema sanitario. Y también que hay sectores que tienen espaldas suficientes como para aportar, no de manera solidaria sino de manera responsable.

Impuesto a la riqueza y reforma tributaria

A nivel nacional se está planteando un impuesto a la riqueza, y en la provincia de Buenos Aires estamos trabajando en una propuesta para agregar una cuota más del inmobiliario y del automotor en aquellos sectores que concentran riqueza, apuntando a bienes como mansiones, autos de alta gama y embarcaciones de lujo. El proyecto también incluiría a los grandes establecimientos rurales, concentrados en unas pocas familias y cuyas tareas no fueron interrumpidas por el aislamiento. Lo recaudado se destinará a un fondo de asistencia a Pymes.

Presenté ese proyecto en la Legislatura bonaerense pero todavía no se discutió. Podemos modificarlo, perfeccionarlo, pero es la contracara de la propuesta de Cambiemos, que pretende reducirles los salarios a los funcionarios y trabajadores del gobierno provincial y de los municipios, entre un 10 y un 30%. Es decir, un ajuste sobre los sueldos del Estado.

Por otro parte, hay que discutir, tanto a nivel nacional como provincial, una mayor progresividad en todo el esquema impositivo. Para que esto se concrete, es importante la fuerte aprobación social que hoy tienen tanto Alberto Fernández como Axel Kicillof, pero no es suficiente. Para que se entiendan nuestros planteos hace falta una acción política de la que no podemos prescindir. Necesitamos muchísimo debate en la sociedad, aunque ahora resulte mucho más difícil porque estamos cada uno en su casa, viendo muchas fake news que nos distraen de la realidad.

Un ejemplo de esto es cómo se tergiversó el planteo de descomprimir el hacinamiento en las cárceles. Propuesta que tenía por objetivo no solo atender los derechos humanos de quienes están en prisión, sino también evitar el colapso del sistema sanitario que podía provocar un contagio masivo. Sin embargo, esto no se dijo, se ocultó, como también que era una medida que se aplicó en varios países del mundo. Pero cuando de operaciones de prensa y noticias falsas se trata, siempre debemos hablar del objetivo que esconden, y en este caso fue el de intentar esmerilar la legitimidad del Presidente de la Nación. Lo que ellos no esperaban es que a partir de la difusión de este tipo de información se conociera la mesa judicial que Juntos por el Cambio tuvo durante su gestión para apretar y presionar jueces para conseguir fallos favorables y, a su vez, perseguir opositores.

La salida

Hay un debate que se está dando a nivel mundial. Se habla de un salario unificado o ingreso universal. Debemos dar respuestas a aquellos que hoy, ante la pérdida del trabajo, están haciendo los mayores sacrificios. Trabajadores precarizados, los que viven al día, pero también, comerciantes y pequeños productores.

Además del impuesto a la riqueza, tenemos que empezar a discutir un sistema impositivo más progresivo. El actual esquema se basa en los impuestos al consumo más básico, como son los alimentos. El arroz que consume una jubilada paga el mismo impuesto que el que compra Paolo Rocca.

El futuro es incierto. Pero esta situación nos da la oportunidad de que se entiendan cuestiones que en otros momentos quedaban muy desdibujadas o no se podían mostrar con tanta facilidad. Escuchar al presidente de Francia, Emmanuel Macron, decir que el sistema sanitario debe estar por fuera de las leyes del mercado, nos indica que hay un replanteo del rol del Estado en el mundo.

Ahora tenemos que dar la pelea y es en base a la política, a la organización y al debate. Debemos intentar que nuestra palabra no sea opacada por los medios de comunicación hegemónicos, que es uno de los mayores desafíos.

Acá no hay magia. Es con la acción de la política que podremos salir mejores. No por habernos quedado en nuestras casas meditando. Podemos abrir la puerta y que todo esté peor. Entonces, o empezamos a ver cómo se recompone el sistema económico en nuestro país, o vamos a sufrir una profunda crisis económica, siempre sobre la espalda de los trabajadores y las trabajadoras, que es lo que no queremos que suceda.

* Senadora bonaerense por el Frente de Todos, en representación del Movimiento Mayo, y secretaria de Derechos Humanos de la CTA de los Trabajadores de la Provincia de Buenos Aires.