Cuando todavía falta al menos una hora para que comiencen a publicarse los datos oficiales, el clima que se vive en cada bunker y los datos que los propios dirigentes sugieren veladamente en sus declaraciones dan cuenta de la información, aún fragmentada y parcial, que circula en los campamentos políticos.

Por eso es que el optimismo que se respira en la sede del Frente de Todos y la cautela en el de Juntos por el Cambio son una señal clara del reconocimiento de que el principal frente opositor encabeza las preferencias de los votantes, con los elementos con los que puede contar a esta hora.

En su aparición como principal vocero del oficialismo y factótum del aceitado aparato de comunicación del macrismo, el jefe de Gabinete Marcos Peña se apoyó en el crecimiento que el actual oficialismo tuvo en las elecciones anteriores entre las primarias y la general, lo que de por sí indica un reconocimiento de la situación desventajosa para la jornada de hoy. “En ambas (elecciones) crecimos mucho entre la PASO y la elección general. Nosotros convocamos a todos a expresarse. Seguiremos trabajando para que en octubre que es la elección definitiva”.

El contraste, al salir de su casa para dirigirse al bunker de la principal coalición opositora, el precandidato presidencial Alberto Fernández lució distendido. “Estamos muy contentos. Hemos hecho una muy buena elección y ahora debemos seguir trabajando”.

El mismo clima transmitieron otros referentes de Todos que se han turnado para hablar en el comando. El diputado nacional Felipe Solá, de estrecha relación con Alberto F. y miembro de su mesa política destacó: “Logramos una votación por encima de nuestras expectativas”.

Mientras se esperan los datos oficiales, fuentes del Correo sostienen que recién después de las 22 tendrían cargado los porcentajes que exigió hoy la jueza federal María Romilda Servini de Cubría, que en su fallo señaló que debía estar cargado al menos el 10% de las provincia de Buenos Aires, Córdoba, Santa Fe, y la Capital Federal.