Las organizaciones populares que participan de la Mesa de Diálogo Social advirtieron que si el gobierno –a través de la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley- no ofrece “respuestas concretas” a los reclamos transmitidos en la última reunión con la funcionaria realizarán una jornada nacional con 1000 cortes de ruta a lo largo del país.

“En la reunión del miércoles, le planteamos a Stanley que el bono (de fin de año para beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo) sea por pibe y no por hogar. También pedimos que se incremente el importe y que se estipule un aguinaldo para todos los programas de empleo y cooperativas. Queremos un aumento que redondee el 40% para compensar la pérdida por inflación. El diálogo y los buenos modales no alcanzan para afrontar la situación de Emergencia Social que venimos planteando desde hace meses”, aseguró en diálogo con Tiempo el secretario de políticas sociales del Movimiento Evita y miembro de la conducción nacional de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Gildo Onorato.

“Si no hay una bonificación por pibe vamos a intensificar el plan de pelea que tenemos planificado para los próximos dos meses. Queremos que aumenten los planes sociales testigo –el Argentina Trabaja y el Programa de Trabajo Autogestionado-. Y un aguinaldo social. Queremos que los compañeros tengan un plato de comida en la mesa”, profundizó Onorato.

Cercana al Papa Francisco, la CTEP es conducida por el Movimiento Evita pero también por el abogado Juan Grabois, consultor del Pontificio Consejo de Justicia y Paz y residente en el sur cordillerano. Onorato será uno de los dirigentes que en la primera semana de noviembre viajarán a Roma para participar del Encuentro Mundial de Movimientos Populares, que tendrá lugar entre el 2 y el 5 de noviembre. El pontífice será el anfitrión.

El Evita, al igual que las otras organizaciones que participan de la Mesa del Diálogo Social, está delineando una agenda bastante activa de manifestaciones y protestas para los próximos dos meses. Tras el estallido del año 2001, el final del año se convirtió desde entonces en un momento en el que no suele faltar la tensión: lo incentiva la cercanía de las Fiestas. Con ese antecedente como fantasma, todos los gobiernos suelen preocuparse por la situación social a medida que se acerca diciembre.

Por ahora, la CTEP tiene previsto movilizar a sus bases el 4 de noviembre para acompañar a las dos CTA en la jornada de lucha convocada para ese día. El 15 de noviembre, el Evita y la CTEP se movilizarán al Congreso para respaldar el reclamo de que se sancione la Ley de Emergencia Social. Luego, hacia fines de ese mes y principios de diciembre, las organizaciones que integran la Mesa de Diálogo Social se movilizarán a todas las cadenas de supermercados. La última acción del cronograma sería realizar 1000 cortes de ruta a lo largo del territorio nacional.

Otra de las organizaciones que integran la Mesa de Diálogo, Barrios de Pie, prepara también su participación en la agenda de protestas de fin de año. “Nosotros estuvimos con Carolina Stanley y le planteamos que el bono fuera por pibe y no por hogar. Que se incremente y que se estipule un aguinaldo para todos los programas de empleo y de cooperativas. Al otro día nos hicieron llegar, por algunas fuentes de la Casa Rosada, que el bono sería inviable. El diálogo sirve, pero en tanto y en cuanto podamos acercar posiciones. Si es para escucharnos y sacarnos una foto de recuerdo, no sirve”, cuestionó el coordinador de Barrios de Pie, Daniel “Chuky” Menéndez, en diálogo con Tiempo.

“Algunos funcionarios tienen hielo en el corazón. Tienen el corazón blindado y tratan de surfear esta crisis que generaron, que ya venía difícil pero que ellos profundizaron. Si los trascendidos tienen algún grado de verosimilitud, estamos pensando en la jornada con 1000 ollas populares y 1000 piquetes en todo el país”, adelantó Menéndez. La CTEP y Barrios de Pie integran la Mesa del Diálogo Social junto con organizaciones de cartoneros, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Pastoral Social del Episcopado y algunos obispos en persona, como Fernando Carlos Maletti, obispo de Merlo-Moreno.