Oscar Parrilli es uno de los hombres más cercanos a Cristina Fernández de Kirchner, y protagonista clave en el Senado de la Nación a partir del rol que ocupa desde el 10 de diciembre, tras haber sido elegido representante en esa Cámara por la provincia de Neuquén. En el último tramo del gobierno kirchnerista ejerció el cargo de Director General de la Agencia Federal de Inteligencia. Ese puesto, y su vínculo con la hoy vicepresidenta, lo colocaron en la mira de Cambiemos, que durante el mandato de Mauricio Macri impulsó varias causas en su contra en la Justicia.

Desde su provincia natal, Parrilli accedió a esta entrevista telefónica con Tiempo para hablar de todo lo que viene sucediendo en torno a la investigación por supuesto espionaje ilegal en el gobierno macrista, y de los proyectos pendientes del oficialismo: “Estamos a la espera del ingreso de proyectos importantes por parte del Poder Ejecutivo, como la reforma judicial, también a que Diputados trate el impuesto a las grandes fortunas, y expectantes a que termine la resolución de la negociación de la deuda para nosotros poder avanzar desde el Senado”, enumeró.

Parrilli reconoció que avanzar con la designación de Daniel Rafecas como Procurador General de la Nación con una oposición que no está dispuesta a prestar acuerdo es “muy difícil”: “No tenemos las mayorías necesarias, para eso el bloque del radicalismo debería expresar su conformidad. Creo que es lamentable que todavía siga un Procurador ad hoc que no fue designado por nadie como es Eduardo Casal, que además no ha hecho más que convalidar todas las políticas de persecución, hostigamiento y de espionaje político que llevó adelante el gobierno anterior, por lo que si tuviera un poquito de dignidad debería renunciar y pedir que al menos siga en la línea algún otro funcionario con garantías de mayor imparcialidad”, opinó.

-Hay senadores de Juntos por el Cambio que denuncian que en el Senado sólo se están trabajando proyectos desde la sed de revanchismo de Cristina Fernández de Kirchner y Oscar Parrilli.

-Bueno, gracias por la alusión, pero fíjese que ellos mismos se están reconociendo en las confesiones de sus pecados. Supuestamente – cosa que negamos- que nosotros tengamos ánimo de venganza o de revanchismo debería ser por algo que ellos nos hicieron, por lo que les preguntaría qué fue lo que nos hicieron. Son el efecto invertido, nos acusan a nosotros de lo que son. En la gestión de su gobierno comenzaron diciendo que había que despedir a todos los ñoquis que había en el Estado: La Campora, los inmigrantes, los mapuches, fueron después contra los cuentapropistas, la ciencia y la tecnología, buscaron enemigos por todos lados, pero ellos fueron los enemigos y gobernaron con venganza. Llevaron adelante un plan de espionaje y persecución política para empobrecer al pueblo argentino, para enriquecerse Macri y sus amigos, para estafar en límites insospechados al Estado, para dejar una deuda como nunca hubo en la historia, de manera que me parece que forma parte de adjetivar y poner en los otros lo que en realidad son.

Respecto al espionaje ilegal durante el gobierno macrista, qué piensa en términos políticos de las causas que están trabajando en la investigación.

-No voy a opinar sobre las medidas judiciales, porque eso corresponde a los jueces y a que los fiscales actúen. Desde el punto de vista político no tengo duda de la responsabilidad de Macri, Silvia Majdalani, Gustavo Arribas, Patricia Bullrich, que son los responsables de este espionaje y persecución política. Desde el punto de vista judicial aspiro a que los juzguen dándoles el debido derecho de defensa con las garantías constitucionales, la presunción de inocencia y que los condenen si encuentran pruebas, y no como hicieron con nosotros que nos condenaron y metieron presos simplemente por ese ánimo de revanchismo y venganza que ellos tenían.

-La forma de espionaje es un problema que ha atravesado a todos los gobiernos del país ¿Cómo romper esa matriz?

-Nosotros empezamos a trabajarlo desde 2014/2015, cuando creamos una ley y sacamos las oficinas de escuchas telefónicas y se las dimos a la Procuradora. Comenzamos a transparentar los fondos reservados, prohibimos la relación entre jueces, fiscales y agentes de inteligencia que no tengan autorización de la agencia, establecimos la inteligencia por programa, depuramos todos los elementos nocivos que había, pero lamentablemente esto fue dejado de lado de un plumazo por parte de Macri en 2015 y volvió a lo peor de la vieja inteligencia en Argentina, agravada. Hoy el gobierno de Alberto Fernández, y en especial la interventora de la AFI, Cristina Caamaño, está llevando adelante una tarea muy valiosa. Se ha terminado con el espionaje político y se está trabajando en la preparación de una nueva agencia de inteligencia con objetivos de prevenir amenazas o peligros que puedan tener el Estado o pueblo argentino. Hoy no hay espionaje político interno en Argentina.

-¿Qué pasa con la relación de los servicios de inteligencia con el periodismo?

Con el periodismo hay que tener la relación de absoluta independencia y respetar la opinión. La oposición nos acusa a nosotros de lo que ellos hicieron, ellos fueron los que metieron presos a personas porque habían hablado mal del presidente, fueron los que intentaron quedarse con C5N y destruir un medio de comunicación, fueron los que nunca investigaron qué fue lo que pasó en el diario Tiempo Argentino con esa amenaza que ustedes tuvieron al inicio de la gestión. Ningún gobierno fue tan agredido como el de Néstor y Cristina, sin embargo, no hubo un sólo periodista que fuera perseguido. Es más, Cristina fue la que derogó la figsura del desacato presidencial, de manera que la libertad de prensa la hemos garantizado siempre y ellos han sido los que la han violentado.

-Se aprobó una comisión bicameral, a partir de un proyecto de su autoría, para investigar la deuda que tiene la agroexportadora Vicentin del Banco Nación, ¿cree que va a aprobarse en Diputados?

-Creo que se va a sancionar en Diputados, estamos esperando esa aprobación para constituirla. Además, la oposición también va a formar parte de esta comisión, de manera que hay garantías en cuanto al funcionamiento. La estatización o expropiación es un instrumento. Hay que darle solución a la estafa que ha generado el grupo Vicentin no solamente al Estado Argentino, al Banco Nación y a la AFIP, sino también a los productores, comerciantes de la zona de Córdoba y Santa Fe. Si dejamos que el grupo empresarial defina esto va a terminar desguazada, y sería una nueva derrota para lo que tiene que ser la economía al servicio de los intereses del país. «