El diputado del Frente de Todos Pablo Yedlin es médico y el actual presidente de la comisión de salud en la Cámara de Diputados. Fue ministro de la cartera sanitaria en su provincia, Tucumán, en momentos de la gripe en el año 2009. Desde su provincia, lugar en donde se encuentra cumpliendo las pautas de cuarentena, tras haber viajado a Washington para reunirse con el embajador en Estados Unidos, Jorge Arguello, habla por vía telefónica conTiempo Argentino.

–¿Cuáles son las condiciones del sistema de salud nacional? ¿Hay capacidad para dar respuesta ante esta situación?

–Depende mucho de qué pase o qué podamos hacer desde el punto de vista preventivo. El sistema en Argentina es muy complejo, muy fraccionado, ya que tiene una parte pública, otra privada, con los sectores de la seguridad social, que además viene de unos años de mucho desfinanciamiento. Con una crisis importante en su equipamiento de última tecnología, con una crisis de cadena de pago. Todo esto genera un sistema de salud argentino con enorme complejidad. Por otro lado, la situación de epidemia ha demostrado en el mundo que aun los mejores sistemas colapsan. Un ejemplo es España, considerado uno de los mejores sistemas en el mundo. Sin embargo, están al borde del colapso. Esto muestra que no hay sistema que pueda dar respuesta si esto explota. Por eso es tan importante que las medidas de distanciamiento permitan de alguna manera que la explosión geométrica de los casos no sea tal que el sistema no pueda responder. Nuestro sistema está preparado, siempre y cuando se pueda controlar el crecimiento de la pandemia; si sucede lo contrario, no hay ninguno que pueda dar respuestas, ni en Estados Unidos, ni en Europa, ni en nuestro país.

–¿Cree necesario que el Estado tomeel control de la salud argentina, ir hacia una unificación en el sistema sanitario?

–Más allá de la pandemia, creo que tenemos la responsabilidad y la obligación como gobierno de no unificar el sistema, pero sí de hacerlo más eficiente. Nuestro sistema tiene muchos problemas de ineficiencia que tienen que ver con la fragmentación pero también con otras cuestiones. Por la historia argentina, creo que el sistema de salud siempre va a tener esta característica de parte pública y de seguridad social, por lo que para mí es muy difícil prever que se unifique al estilo del modelo inglés. Me pareceque con nuestro sistema fragmentado se puede intentar unificar la calidad de prestaciones, el acceso a los servicios y los valores de las prestaciones en un modelo que sea más integrado.