La titular del PRO Patricia Bullrich viajó este miércoles por la noche a la localidad entrerriana de La Paz para «acompañar desde la tranquera» al exministro de Agroindustria y expresidente de la Sociedad Rural Argentina, Luis Miguel Etchevehere, cuando sea notificado de la decisión que tome la jueza María Carolina Castagno sobre el conflicto sucesorio que mantiene con Dolores, su hermana. 

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La exfuncionaria esperará la noticia desde la entrada de la estancia Casa Nueva y buscará respaldar a Etchevehere luego de los apoyos dispares que le prodigaron en Juntos por el Cambio. En rigor, la visita de Bullrich es más que un respaldo: forma parte de una decisión del PRO de capitalizar la exposición de Etchevehere en el conflicto. La primera señal la aportó este miércoles el exsenador e integrante de la Auditoría General de la Nación, Miguel Pichetto, que viajó a la localidad entrerriana de La Paz por indicación del expresidente Mauricio Macri. 

Mientras Pichetto estaba en Entre Ríos, Bullrich se metió de lleno en el debate sobre la toma que protagonizan 1450 familias en la localidad de Guernica, en el sur bonaerense. Lo hizo a través de su cuenta de twiter: «Policía PBA: $44.000. Repositor de supermercado: $37.000. Usurpador: $50.000. Pese al mérito y el sacrificio, miles de trabajadores se quedan en la calle, y las pymes bajan sus persianas. Frente a este reclamo, Kicillof le responde a los bonaerenses regalando dinero como si fuera de él».  Ante el caso entrerriano Bullrich apuntará a una presunta complicidad con el Gobierno y sostendrá que la directora Nacional de Promoción y Fortalecimiento para el Acceso a la Justicia, Gabriela Carpineti, estuvo una noche en la estancia. 

Se trata de un conflicto entre ambos hermanos, que se agudizó cuando Dolores ingresó la semana pasada al casco del terreno, en forma pacífica, junto con integrantes de la rama agraria del Movimiento de Trabajadores Excluídos (MTE), que lidera el dirigente Juan Grabios.  La heredera acordó ceder el 40% de su posesión al desarrollo de un proyecto productivo agroecológico «distinto al que su familia representa». La iniciativa fue bautizada «Proyecto Artigas» y su concreción depende de la decisión que adopte Castagno, que ya escuchó a los abogados de ambos hermanos. Ahora debe decidir si es pertinente conceder la apelación que pide el exministro sobre el fallo de primera instancia, firmado por el juez Raúl Flores, que rechazó el desalojo inmediato que había exigido. 

El magistrado sostuvo que «la sucesión no está concluida», a partir de elementos que aportaron los abogados de Etchevehere, y le permitió el acceso al lugar junto a otras cinco personas, pero la querella no hizo uso de ese derecho y presentó la apelación. Desde que fue notificado de la primera decisión judicial, Etchevehere multiplicó las presiones para revertir la situación y buscó explotar su hiperexposición pública como si fuera un candidato.