Hubo dos oradores en el Quinto Foro Internacional del Holocausto que aprovecharon la circunstancia para meter un tema muy coyuntural y cuestionar a quien hoy consideran su “enemigo”. El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, y el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence abordaron un tema (que además toca de cerca a la Argentina) y  enfocaron sus intervenciones en la confrontación con Irán.

Netanyahu vinculó el genocidio cometido en Auschwitz durante la Segunda Guerra Mundial y defendió su actual política exterior y de Defensa. «Auschwitz es el símbolo de la impotencia que sufrió el pueblo judio, de lo que pasa cuando un pueblo no tiene una voz, una tierra ni protección. Hoy tenemos una voz que se hace escuchar en la Casa Blanca, en el Kremlin, en Naciones Unidas y en todos los países aquí representados» Luego celebró «el esfuerzo del presidente” de Estados Unidos Donald Trump para “combatir a Irán» al que calificó como «el régimen más antisemita del mundo».

«El Estado judío ha aprendido las lecciones del Holocausto», concluyó. Y  convocó a todos los líderes internacionales presentes a que se sumen a la política estadounidense contra Irán, al tiempo que les advirtió: «Lo que comienza con el odio a los judíos no termina con el odio a los judíos».

A su turno, Pence retomó el mensaje de Netanyahu. «El único gobierno del mundo que niega al Holocausto y amenaza con borrar a Israel del mapa es la República Islámica de Irán. El mundo debe pararse unido frente a esto», remarcó.

El presidente de Rusia, Vladimir Putin, fue otro de los oradores principales, pero esquivó las referencias a la coyuntura. Se concentró en relatar los horrores vividos durante el Holocausto y sumarse a una expresión: «Nunca más».