El ex presidente del Conicet (2012-2015) y actual diputado nacional por el Frente para la Victoria, Roberto Salvarezza, presentó esta mañana un pedido de informes al Poder Ejecutivo para que explique si la Agencia Federal de Inteligencia oculta espías bajo la estructura del Conicet haciéndolos figurar como becarios. Así, al menos, lo publicó el lunes 25 de junio el diario La Nación.

El artículo, que hace una descripción del perfil de agente que busca el organismo a cargo del amigo del presidente y ex representante de futbolistas, Gustavo Arribas, menciona que también esconde espías en otras dependencias, pero solo menciona a la emblemática institución de investigación científica que en los últimos años fue noticia por los elevados recortes de fondos.

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“De ser cierta la noticia de que los espías podrían estar registrados como becarios del Conicet, esto tendría una gravedad institucional enorme para el organismo. Porque para estar registrado tienen que tener connivencia con las autoridades. Por lo que la responsabilidad llega hasta el presidente del Conicet que debería revisar que los becarios cumplan con las condiciones de haber sido evaluados, tener un plan de tesis o posdoctorado”, explicó Salvarezza a Tiempo.

Tomando en cuenta los datos provistos por la periodista de La Nación, “si uno mira el perfil de lo que buscan (que son estudiantes universitarios, politólogos, profesores), está claro que bien podrían disfrazarse como becarios del Conicet. Y aprovechan el formato de la beca porque no tiene relación con el Estado de manera permanente, sino transitoria”, añade el Doctor en bioquímica.

Además de Salvarezza, el pedido de informes lleva la firma de los diputados Analuz Carol, Marcos Cleri, maría Emilia Soria, Alicia Soraire, Daniela Castro, Lucila Masín, Verónica Mercado, José Alberto Ciampini, Marcelo Santillán, Jorge Antonio Romero, Monica Macha, Adrián Grana, Pablo Carro, Juan Manuel Huss, Daniel Filmus, Hugo Yasky y Gabriela Estévez.

Operaciones para todos

La Agencia Federal de Inteligencia (AFI) raramente aparece en los medios. Como el éxito de su labor depende del secretismo con el que se comporte, suele preferir las sombras a los títulos de los diarios. Por eso sorprendió el artículo de Brenda Struminger titulado “Espionaje: así recluta la exSide a los nuevos agentes de la era macrista”.

Allí la periodista explica que “el organismo busca perfiles de posibles candidatos en las universidades públicas y privadas”, les ofrece “un sueldo base de 30 mil pesos por mes” y detalla que para cobrarlo “aparecerán registrados, entre otros puestos, como becarios del Conicet”. Sus fuentes, según explica en la nota, fueron “nuevos agentes que se incorporaron a la agencia durante la gestión macrista”, sumados a “un exagente de inteligencia, un funcionario del Ministerio de Seguridad” y fuentes de la AFI.

La publicación generó un enorme revuelo en el entorno científico que el mismo día en que se dio a conocer el artículo comenzó a reclamar una respuesta oficial del organismo. Tiempo también intentó sin éxito obtener una respuesta oficial del Conicet.

Investigadores de carrera y referentes de distintas áreas de investigación del Conicet se mostraron sorprendidos por el artículo y arriesgaron que podría tratarse de una nueva operación de prensa para hacer mella sobre el prestigio del organismo de investigación. Pero de todas maneras consideraron prudente que haya alguna comunicación oficial de sus autoridades para despejar dudas en la opinión pública.