El presidente Alberto Fernández inauguró el periodo 138 de sesiones ordinarias ante un recinto teñido de color verde y con un discurso que estuvo muy lejos del revanchismo o las chicanas política, que hasta terminó siendo aplaudido en muchos tramos por la oposición.

El panorama dentro y fuera del Congreso ya marcaba varias diferencias respecto a años anteriores, en tiempos en lo que Mauricio Macri era el presidente. En las calles, dos imágenes sellaban el cambio de época. La primera, la ausencia de la Gendarmería en los operativos de seguridad. Sólo en las inmediaciones del edificio parlamentario se veían efectivos de la Policía Federal en un clima distendido.

Por otro lado, la imagen del escenario montado frente a la explanada del Parlamento sobre la calle Entre Ríos con una plaza en la que mucha gente se acercó a pesar del caluroso mediodía de domingo para observar por las pantallas el mensaje del mandatario.

Puertas adentro, antes de que el presidente hiciera su ingreso al recinto, varios diputados colocaron sus pañuelos de color verde envueltos en el micrófono de sus bancas. Otros decidieron llevar algún atuendo que marcara su postura a favor de la legalización del aborto en nuestro país. Dos de los que más resaltaron fueron el blazer de la diputada Cristina Álvarez Rodríguez y el abanico de la senadora María Inés Pilatti Vergara.

Asimismo, los representantes de esas bancas fueron los mismos que en el momento en el que el presidente anunció que en diez días enviará el proyecto de ley de Interrupción Legal del Embarazo, aplaudieron de pie y con ferviente entusiasmo sin distinción de partidos políticos.

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(Foto: Télam)


De hecho, en el sector en el que se ubica la oposición, se podía visualizar desde los palcos de la prensa acreditada un sólo pañuelo de color celeste que decoraba la banca de la diputada del PRO Dina Rezinovsky por sobre alrededor de 10 verdes: Lorena Matzen, Dolores Martínez, Brenda Austin, Josefina Mendoza, Martín Losteau, Karina Banfi, Emiliano Yacobitti, entre otros. Hasta se pudo ver al sucesor de Lipovetzy, el puntano José Riccardo que tenía puesta una corbata para la ocasión.

Y es que la problemática, que tiene muchas luchas dentro y fuera del Congreso Nacional, atraviesa a todos los sectores: “Todos saben de lo que estoy hablando, el aborto sucede, es un hecho, y en el siglo XXI toda sociedad necesita respetar las decisiones personales de sus miembros a disponer libremente de sus cuerpos”, señaló Alberto ante los aplausos que proveían desde dentro y fuera del Parlamento.

Por otro lado, el interbloque que preside Mario Negri se vio aportando aplausos a varias iniciativas que anunciaba el presidente. Los opositores se sorprendieron con el tono conciliador y pacifico con el que Fernández se dirigió a la asamblea legislativa. “Sólo levantó el tono con algunos anuncios, pero no lo hizo a los gritos como otros ex presidentes”, se comentaba por los pasillos.

Algunas medidas, en las que Juntos por el Camnbio asintió y aplaudió fueron el proyecto de ley sobre hidrocarburos que ingresarán en el Congreso y el decreto que el Ejecutivo firmará en las próximas horas para desclasificar testimonios secretos a 26 años del atentado de la AMIA.

Sin embargo, llamó la atención que la misma actitud no la tuvieran los interbloques a los que el oficialismo considera aliados. Sobre todo, por el espacio lavagnista, que parece que continúa enojado por quedar fuera de algunas comisiones. Al menos se la pudo ver Graciela Camaño molesta por momentos, pero muy aplaudidora cada vez que Fernández mencionaba medidas anti macristas.

Compañías llamativas

El discurso del presidente fue seguido desde los palcos, por distintas personalidades y representantes de distintos sectores. Si bien no hubo militancia, Alberto Fernández ingresó al recinto con el cántico de bienvenida: “Alberto presidente”.

Pero dos ubicaciones llamaron la atención: al lado del estrado de la presidencia de la Cámara de Diputados, Zulemita dejó sentado a su padre, el senador Carlos Menem, quien tuvo como compañero de butaca al gobernador de la provincia de Buenos Aires Axel kicillof. La imagen no tardó en llegar a las redes y hasta comenzaron a circular memes ante esta esta dupla tan extraña.

El otro llamado de atención se dio en el palco del primer piso que está en frente del estrado presidencial. Allí se lo pudo ver al conductor Marcelo Tinelli tomando mates con Malena Galmarini, presidenta de AySA y esposa del presidente de la Cámara, Sergio Massa. El mate fue envidia de algunos invitados que confesaron que les hubiera venido bien para seguir los anuncios del jefe de Estado.

Capitulo a parte, el palco de los intendentes bonaerenses, que no pararon de tomarse selfies que fueron inmediatamente subidas en la cuenta de Instagram del jefe comunal de Merlo, Daniel Menéndez. Allí se pudo ver a Fernando Espinoza (La Matanza), Lucas Ghi (Morón), Mariano Cascallares (Almirante Brown), Hernán Izurieta (Punta de Indio) y Juan Zabaleta (Hurlingham).

Entre las ausencias destacadas, sobresalieron la de los tres de los cinco integrantes de la Corte de Justicia: Ricardo Lorenzetti, Carlos Maqueda y Horacio Rosatti. Dijeron presente su presidente, Carlos Rosenkrantz, y Elena Highton de Nolasco.

Tampoco estuvo presente Mauricio Macri ni Eduardo Duhalde que suele participar de estos eventos. Y en cuanto al titular del PJ, José Luis Gioja, su entorno comunicó que “un fuerte estado gripal” le impidió viajar a Buenos Aires.