En la provincia, el Frente de Todos apura los detalles del acuerdo legislativo con Juntos para aprobar el Presupuesto 2023 y la ley impositiva enviada por el gobernador Axel Kicillof y, con ese objetivo de máxima, llamó a doble sesión en la Cámara de Diputados y en el Senado bonaerense para este jueves.

La negociación aún no está cerrada, pero el oficialismo intentará acercar posiciones hasta último momento. La sesión en la Cámara baja fue convocada para las 11 y en el Senado para las 14. Como no cuenta con mayoría en ninguna de las dos cámaras, el gobierno de Axel Kicillof depende de Juntos para sancionar ambos proyectos y, en especial, el Presupuesto que incluye un pedido de endeudamiento que requiere los dos tercios de los votos.

Hasta el momento, funcionarios, legisladores e intendentes del FdT y de Juntos se reunieron cuatro veces en busca de llegar a un entendimiento. El quid de la cuestión está en los recursos que se destinarán a obra pública y a seguridad a través del Fondo de Infraestructura Municipal y del Fondo de Seguridad para los 135 municipios. La diferencia que los separa es de 20 mil millones de pesos.

En el arranque de la discusión, la oposición reclamó 82 mil millones de pesos: 52 mil para el FIM -el triple que este año- y otros 30 mil para seguridad -contra los 12 mil del ejercicio actual-, más una «compensación» de 4800 millones de pesos por la inflación de 2021 y 2022. Casi 87 mil millones en total. Además pidieron que la mitad del dinero sea depositado en el primer trimestre y que las obras puedan ser ejecutadas sin los requisitos administrativos actuales que retrasan la ejecución.

Después de varios encuentros, el Ejecutivo contraofertó 50 mil millones. Los intendentes de Juntos aceptaron bajar el monto pero se plantaron en 70 mil millones de pesos, incluyendo también la «compensación» por la inflación. Esa diferencia de 20 mil millones es la que los separa y, desde ambos campamentos admiten que podría saldarse con una suma cercana a los 60 mil millones. Pero todavía no está cerrado.

La negociación es llevada adelante por el jefe de Gabinete, Martín Insaurralde, y el ministro de Hacienda, Pablo López; junto a la vicegobernadora Verónica Magario, el titular de la Cámara de Diputados, Federico Otermín, y los jefes de bloque del Frente de Todos, la senadora Teresa García y el diputado César Valicenti. Mientras que, por la oposición, los interlocutores son los titulares de las bancadas en Diputados, Maximiliano Abad; y en el Senado, Cristian Gribaudo; el diputado Adrián Urrelli y el senador Agustín Máspoli y los intendentes Julio Garro (La Plata) por el PRO y Miguel Fernández (Trenque Lauquen) por la UCR.

Hay otros puntos, considerados menores, que forman parte del tira y afloje. Juntos reclama también modificaciones en la ley fiscal impositiva como incluir un tope del 80% en la suba del impuesto Automotor y otro en el impuesto Inmobiliario, luego de que Carbap, una de las entidades bonaerenses del campo, denunciara que las parcelas de los segmentos más altos podrían tener una sub del 200%.

Kicillof envió el presupuesto y la Ley Impositiva el 28 de octubre a la Legislatura. La norma prevé un gasto de 6,9 billones de pesos -un 120% más que el proyectado para este año-, un déficit primario de 50 mil millones de pesos y un pedido de endeudamiento de 168 mil millones de pesos. La ley impositiva, en tanto, estima subas de 60% para el Inmobiliario y del 40% en el caso del impuesto Automotor.

El ministro de Hacienda bonaerense, Pablo López, defendió este lunes el presupuesto y aseguró que «respalda el rol social y productivo del Estado». A través de su cuenta de Twitter, el funcionario sostuvo que el proyecto enviado a la Legislatura «jerarquiza las funciones esenciales del sector público y prevé niveles sostenibles para los compromisos de deuda». También agregó que las funciones esenciales «están destinadas a integrar la Provincia y ampliar derechos de las y los bonaerenses, como Educación, Salud, Vivienda, Industria, Ambiente y Seguridad».

Como no cuenta con mayoría propia, el Ejecutivo necesita de las manos de la oposición para aprobar ambos proyectos. En Diputados, el FdT tiene 42 diputados y dos aliados; mientras que Juntos posee 41 escaños y otros dos aliados. El resto de las bancas están divididas entre los libertarios (3) y la izquierda (2), que ya adelantó que rechaza el Presupuesto y que marchará este jueves. El mayor escollo está en el Senado, donde cada bloque cuenta con 23 legisladores cada uno.