La cumbre que concretaron este miércoles todos los socios de Juntos por el Cambio marcó un punto de inflexión para la coalición opositora y quizás explique por qué fue postergada por casi dos meses. El encuentro terminó con un pronunciamiento que negó cualquier pacto electoral con el diputado de «La libertad Avanza», Javier Milei, cuando falta un año y medio para las presidenciales de 2023. La mesa buscó posicionarse sobre qué hacer con la fuga de votos por derecha que padece desde hace dos años, pero comenzó a perder legitimidad pocas horas después, con el desacuerdo púbico de la titular del PRO, Patricia Bullrich, que consideró la decisión como un error. Su planteo desató inquinas internas dentro de JxC, pero también desnudó la fragilidad que tiene la alianza para posicionarse ante la competencia de ultraderecha.

Desde el miércoles por la noche, 12 horas después de la reunión, Bullrich cuestiona la decisión que tomó la máxima instancia orgánica de JxC. Ella participó y aparece como una de las firmas que avalan el comunicado donde cortan los posibles puentes con el economista. «Hay actores de la vida política que buscan el quiebre de Juntos por el Cambio, entre ellos Javier Milei,  que no forma parte de JxC e intenta quebrar nuestra unidad siendo funcional al oficialismo. Somos el cambio sin anarquía», se lee en el texto.

Luego de rubricarlo, Bullrich argumentó que había llegado tarde a la reunión, cuando ya estaba todo cocinado y ventiló las discrepancias que les dijo a los demás socios de JxC. Al dia siguiente sostuvo públicamente que lo consideraba una decisión apresurada y luego la respaldó el diputado del PRO, Gerardo Millman, uno de los gestores del vínculo de Bullrich con Milei.

Al cierre de esta nota fuentes vinculadas al expresidente Mauricio Macri se sumaron al operativo y plantearon que estaba molesto por la decisión que había tomado la Mesa, en la que también participó y hasta llegó a polemizar con el gobernador jujeño, Gerardo Morales, respecto a la relación política que mantiene con el titular de Cámara Baja, Sergio Massa. Ante las consultas de Tiempo, otros participantes del encuentro aseguran que Macri estaba al tanto del contenido y fue uno de los impulsores de utilizar la precisión para congelar el rol de Milei.

«Patricia decidió salirse de la estrategia definida porque le importa su carrea personal. Mauricio esta alineado y promovió esto, pero va a seguir coqueteando, reconociendo que las ideas de Milei son razonables y de ese modo lo blanquean y le da entidad, pero sigue coqueteando con alguien que no va a venir a JxC», se quejó una alta fuente del PRO porteño, controlado por Horacio Rodríguez Larreta.

El alcalde capitalino viene trabajando por canalizar parte de la fuga de votos por derecha con la inclusión del exministro de la Alianza, Ricardo López Murphy, y auspiciar la emergencia del diputado radical ultraliberal Martín Tetaz como vocero del espacio Evolución, que lidera Martín Lousteau. Mientras alimenta ese experimento coincide con la necesidad de obturar la influencia de Milei dentro de JxC y para lograrlo hasta sondea acercamientos con su exsocio, el diputado de «Avanza Libertad», José Luis Espert.

Rodríguez Larreta no está solo en la ofensiva. Morales es otro de los promotores del comunicado explícito y de utilizar un reglamento interno para plantear que un socio nuevo sólo se puede sumar por unanimidad. El destinatario es Milei y también quienes lo respaldan. La fundadora de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, avaló que ofrezcan la sede de su escuela de formación política, ubicada en Recoleta, para recibir a todos los dirigentes. Ella es una de las más convencidas en dejar afuera de todo a Milei. Lilita volvió a enojarse con Macri ante su reaparición para instalarse como gran elector. Detesta que mantenga suspenso hasta último momento sobre una eventual candidatura para pelear un segundo mandato presidencial. Es otra de las garantes del comunicado y del llamado «acuerdo de buenas prácticas», en una coincidencia con Morales y Larreta que no pasa inadvertida para los más duros del PRO.

Macri, por su parte, se mostró en Llao Llao, Bariloche, este sábado, en la cumbre organizada por los principales empresarios del país.  Y habló como potencial candidato para el 2023.   

Carrió vive una paradoja incómoda. Hace más de una década acuñó una frase inolvidable. Dijo que «Macri era un límite» para una alianza opositora al peronismo. En 2015 fue ella quien le sacó el dedo de encima y lo habilitó en su ambición presidencial, como primer producto electoral de Cambiemos. En versión actual de la coalición antiperonista algunos dirigentes creen que Macri está haciendo con Milei lo que ella hizo con Macri cuando aceptó ese giro a la derecha y lo «blanqueó».

«En los focus groups, Milei sale muy asociado a la locura y eso lo desgasta hasta en el rating», razonó un consejero opositor que contabiliza los gestos de blanqueo que le depara buena parte del arco crítico del peronismo. Desde los gestos Bullrich y Macri, hasta el diputado macrista Luciano Laspina que, enfundado en el traje de vocero económico del PRO, opinó que «las ideas que hoy necesita la Argentina se parecen a las que empuja Milei”. Los dirigentes del partido amarillo se debaten en cómo mantener la conversación con los votantes del dirigente de ultraderecha que, según sondeos de todo pelaje, bordea una intención de voto del 20% en un año no electoral.

En el radicalismo creen que ahí radica parte del dilema: falta mucho para las elecciones y es posible que el fenómeno se desinfle en el futuro, Morales cree que es necesario marcar una posición por anticipado antes de que sea demasiado tarde, pero también tiene fisuras internas desde antes de esta novela. Su antecesor en la presidencia de la UCR, el senador Alfredo Cornejo, está más cerca de la posición de Bullrich que a la ofensiva de Morales. En su entorno eligieron el silencio ante las consultas de este diario, pero dentro del partido dicen que es otro de los dirigentes que no coincide con la literalidad del pronunciamiento.

«Es un mal antecedente y la mesa queda como un cachivache. Queda claro que no sabemos qué hacer con un tipo como Milei», lamentó un macrista que cuestiona a Bullrich y sostiene que un sector amplio del partido no la acompaña. Un pantallazo íntimo del nivel de debate interno que surca a JxC sobre un posicionamiento que podría definir su futuro.