En junio pasado, Burford Capital anunció que vendió el 15% de los derechos del juicio a un inversor institucional cuya identidad mantuvo en reserva. La clave es que informó que recibió 66 millones de dólares por ese 15%.

Las acciones de Burford Capital cotizan en la Bolsa de Londres. Por esa razón debe informar sobre todos sus movimientos financieros que implican cambios patrimoniales.

Un simple cálculo indica que el valor total de los derechos de Burford en el juicio contra la Argentina por la expropiación de YPF es de 440 millones de dólares.

Pero de acuerdo con las opiniones más informadas sobre el tema, el reclamo de Burford es por entre 2 mil y 3 mil millones de dólares. La diferencia, según publicó en su momento el matutino Ámbito Financiero, se debería a que Burford sólo es dueño de una porción menor de esos derechos, calculada entre el 15 y el 20%. El resto, la parte del león, estaría en manos de otros inversores.

¿Quiénes son estos inversores? “El único que lo sabe es Burford. Podría ser un inversionista argentino o extranjero. Podría ser cualquier fondo buitre, o cualquier persona o holdout que haya sido demandante al país en el ‘Juicio del Siglo’. O incluso puede ser un ex o actual accionista de la empresa. O incluso una persona en particular. Se trata en realidad de algo habitual en Burford; un fondo que no es especialista en inversiones financieras (mucho menos en el mundo energético o petrolero), sino que su expertise son los megajuicios por demandas millonarias, en general, a compañías en quiebra o empresas en bancarrota que tienen demandas anteriores sin definir y que necesitan efectivo para enfrentar su cierre o concurso”, señaló Ámbito Financiero.

Semanas atrás trascendió que entre los propietarios de los derechos de este juicio podrían encontrarse actuales o ex funcionarios argentinos, especializados en elaborar la ingeniería financiera de fondos de inversión y que en el pasado se habrían beneficiado con la venta de dólar futuro que realizó el Banco Central al final del mandato de Cristina Fernández de Kirchner.