Una noche de furia, una locura de violencia que ocurrió en 15 minutos, desde las 22:25 a las 22:40 de anoche y que termnino con 6 muertos y varios heridos, tras una discusión. El agresor, identificado como Diego Loscalzo, alias «El Chino», es quien atacó a todas las víctimas con el arma reglamentaria de su mujer, la agente de policía Romina Maguna, que prestaba servicios en el Comando de Patrullas de San Isidro y que ya lo había denunciado en julio pasado por violencia de género ante una fiscalía de Morón. Tras el hecho esta persona escapó en una moto que luego apareció abandonada en la Capital Federal, en el barrio de Lugano, informaron fuentes policiales.  Tras horas de intensas busquedas, la policia caminera de Río Segundo dió con el sospechoso cuando viajaba en un micro que tenía como destino final esa ciudad cordobesa . Esta mañana, saco el pasaje a su nombre, y las autoridades lo estaban esperando para aprenderlo.

Además, otros tres allegados a las víctimas también resultaron heridos, uno de ellos una adolescente de 12 años que recibió dos balazos en sus piernas y permanece internada en el Hospital Posadas con pronóstico reservado.

Según los investigadores, Loscalzo y su mujer Romina Maguna se aprestaban a cenar anoche en una casa de la calle Cañuelas y Asamblea, en William Morris, en la que también se hallaba un hijo de 9 años de la mujer, la hermana de Maguna, llamada Vanesa Gisella (34), su marido Darío Daniel Díaz, y una amiga llamada Cinthia López.

En medio de la cena y por razones que aún se desconocen, Loscalzo comenzó a discutir con Maguna en la habitación de la casa, le arrebató su arma reglamentaria y la asesinó de siete disparos. Luego, según estableció la policía y la Justicia, el hombre salió a un salón donde mató a Vanesa Gisela de tres disparos y luego atacó a tiros a Díaz y a López. «El único que quedó ileso fue el chico de 9 años, que era hijo de ella. De hecho fue quien salió de la casa a pedir ayuda a los vecinos», dijo a Télam una investigadora judicial que participó anoche de las primeras medidas en esa vivienda.

Un vecino contó que el niño de 9 años fue quien le golpeó la puerta de su casa y le pidió ayuda: «Me dijo ‘El Chino mató a mamá, me puso el arma en el pecho y le dije papá por favor no me mates’. Le decía papá a pesar de que no era su padre, porque tenían una buena relación», contó el vecino.

Tras ese episodio, Loscalzo escapó del lugar en una moto y se dirigió hasta la casa de la madre de Maguna, en Beethoven y Schubert de la localidad de Villa Tesei, también de Hurlingham. Allí, atacó a tiros a su suegra, Juana Paiva (55), a su cuñado José Eduardo Maguna (34), a la esposa de éste Mónica Beatriz Lloret (36), embarazada de 9 meses y con fecha para parir para esta semana, y una hija de 12 años de este matrimonio. Como consecuencia del ataque murieron Paiva y Maguna, mientras que la adolescente fue trasladada de urgencia al Hospital Posadas, donde quedó internada con dos balazos, uno en cada pierna.

En tanto, Lloret también fue trasladada con heridas de bala en el abdomen al Hospital Posadas, donde los médicos hicieron nacer al bebé, que falleció pocos minutos después. La mujer permanece esta mañana internada en ese centro asistencial en estado reservado, dijeron las fuentes policiales y judiciales. Según los investigadores, el agresor huyó nuevamente de esa casa en una moto que horas más tarde fue hallada abandonada en la Capital Federal.

«Lo estamos buscando por todos lados, pero por ahora no tenemos noticias», dijo a Télam un investigador judicial. El caso es investigado por el momento por la Unidad Funcional de Instrucción 4 de Morón, a cargo de la fiscal Valeria Courtade, y la Unidad Funcional Especializada en Violencia de Género de Morón, en manos de la fiscal Paula Hondeville.

Los pesquisas establecieron luego que Romina Maguna había denunciado en julio del año pasado a Loscalzo tras una pelea que mantuvieron en la casa en la que convivían, y en ese episodio el hombre le había robado a la mujer su arma reglamentaria y un chaleco antibalas. Según contó la mujer en aquel momento en su denuncia, la pelea se había originado por celos y el hombre se fue de la casa con el arma y el chaleco. «Le hizo una escena de celos porque ella había regresado tarde de bailar», contó la fuente consultada.

Sin embargo, tras la denuncia, días más tarde la pareja volvió a convivir en la misma vivienda, explicó una fuente judicial que investigó en aquel momento la denuncia realizada por Maguna. Esta mañana, la policía buscaba aún la pistola calibre 9 milímetros con la que se cometieron los crímenes. «En las distintas escenas se hallaron vainas servidas nueve milímetros. Creemos que todos los asesinatos fueron cometidos con la misma arma», explicó la fuente consultada.