Se presentó en la Casa Rosada y dijo que tenía una entrevista con el presidente Mauricio Macri, quien un rato antes había descendido del helicóptero presidencial y ya en su oficina se disponía a reunirse con sus colaboradores. El extraño visitante atravesó, incluso, la reja perimentral y ante la negativa de los integrantes de seguridad de la entrada respecto de que fuera atendido por el primer mandatario, arrojó una caja que, luego se supo, tenía un arma en su interior. Posteriormente salió corriendo por la calle Hipólito Yrigoyen, aunque fue reducido y detenido por efectivos policiales, antes de que llegara a la boca del subte de la estación Plaza de Mayo, de la línea A, que se encuentra a escasos 30 metros.

Por supuesto, que la insólita acción provocó un revuelo mayúsculo, generó mil y un hipótesis, avivó nuevamente la polémica en relación a la seguridad presidencial y generó un escándalo que no se acalló, sino todo lo contrario, cuando surgieron detalles sobre quién es Francisco Ariel Muñiz, el protagonista de este enredo que fue noticia en todos los medios, este lunes a la mañana. Este episodio hizo recordar cuando un hombre rompió la reja de ingreso a la Casa Rosada con su coche, en plena madrugada, hace cerca de dos años.

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Varias fotos de Muñiz circularon velozmente en las redes sociales. Incluso una en la que se lo ve con una remera verde y un chaleco con la inscripción “Cambiemos”, lo que alimentó las suspicacias. En definitiva, Muñiz tiene 36 años, es un artesano habitué de la zona de las rejas de Casa Rosada que es oriundo de General Pinto, la localidad bonarense, del noroeste de la provincia, donde fue activo militante, al punto de administrar una página de facebook llamada “Pro General Pinto”. En ella suele publicar información relacionada con el partido gobernante, aunque, allegados a esa fuerza política se encargaron de salir a aclarar a viva voz que Muñiz no tiene relación oficial partidaria, sino que se lo considera un mero simpatizante.

Un simpatizante que en enero pasado expresó textualmente: “Si me preguntasen, si quiera ser candidato a INTENDENTE por General Pinto, respondería que sí. Tengo al menos cuatro proyectos, claras convicciones de las políticas públicas que puedo llevar a cabo”. Tal vez eso era lo que quería comunicarle al presidente. Lo que no se supo fue qué explicación dio respecto del revolver que llevaba.

Justamente, los efectivos de seguridad, al abrir la caja que arrojó Muñiz se llevaron la sorpresa de que había un revólver Magnum calibre 44 Taurus, en lugar de un artefacto explosivo, como supusieron en un principio cuando arrojó la caja. De todas maneras, el misterio crece cuando se informa que no tenía balas ni estaba preparada para disparar.

Las explicaciones de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sobre este nuevo episodio, fueron tuvieron los ingredientes que la caracterizan. La funcionaria intentó desviar el eje del problema y aseguró, como al pasar, que Muñiz simplemente «quería llamar la atención, porque había pedido entrevistas» con Mauricio Macri y no se las habían concedido.

Claro que luego, Bullrich, sumó otro dato inquietante a esta historia, al admitir que el año pasado, el mero simpatizante del Pro de General Pinto le había enviado un hacha de regalo al presidente de la Nación.

Luego la ministra se animó a relacionar un problema personal que aquejaría a Muñiz («Al parecer tenía un problema de vinculación con su hija. Hace cuatro años que no la veía», dijo) con su intención de conversar con Macri. Y finalmente adelantó que, como se descuenta después de un episodio de esta naturaleza, «se le realizarán análisis médicos» y «psiquiátricos» ya que no es la primera vez que busca hablar con el Presidente. Una obviedad, claro, en medio de un episodio insólito.

Mientras tanto, el imputado que fue arrestado por personal de la Policía Federal Argentina y quedó a disposición del juez Federal Ariel Lijo, que se encuentra de turno en el Juzgado Federal 11, a cargo de Claudio Bonadio, actualmente de licencia.

«Al constatarse que la audiencia con el Presidente no existía, el hombre intentó dejar el maletín que contenía un revólver Magnum 44 marca Taurus”, según precisa el mismo comunicado.