Por más de cuatro horas, el juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, expuso ante los diputados ante la Comisión de Libertad de Expresión y, en base a los hechos acreditado en el expediente judicial tras la denuncia realizada por el empresario Pedro Etchebest, desnudó una trama de espionaje ilegal que involucra periodistas, ministros, legisladores, fiscales y jueces.

La exposición fue presenciada por diputados del Frente para la Victoria, el Movimiento Evita, Carolina Moises del Peronismo Federal (que según los voceros del bloque estaba en representación de todos) y los legisladores de la izquierda.

Lo primero que aclaró el magistrado fue que no se trata de un caso puntual sino de “una red de espionaje de magnitudes” y aclaró que “muchos periodistas pueden haber sido afectados en su buena fe y ser parte de una operación de espionaje ilegal de la que no tenían conocimiento”.

Desordenado y sin un hilo conductor para su narración, Ramos Padilla comenzó dar detalles la investigación. En relación al allanamiento en el domicilio del “falso abogado” Marcelo D’Alessio señaló: “Pidió hablar con Bullrich, con Arribas o directamente con el Presidente de la Nación para impedir que se lleve adelante el allanamiento”.

Luego, el magistrado resaltó: “Lo que estamos viendo puede perjudicar las relaciones con Estados Unidos, Venezuela, Israel y Uruguay. Por eso le pedí al procurador que intervenga”. Y luego dio cuenta de operaciones ilegales que se llevan a cabo en Uruguay. En ese contexto leyó un intercambio entre D’Alessio y el fiscal Carlos Stornelli en el cual el «falso abogado» dijo que «la embajada paralela de Irán funciona en Uruguay» pidió que el Fiscal le avisara “a Macri y Vidal que no hicieran un negocio con cemento porque se iba a caer el préstamo del FMI”.

También podés leer:

Más tarde Ramos Padilla dio cuenta que del intercambio de mensajes surgía información de operaciones en Venezuela “en la que se extraían objetivos” y las maniobras para “quebrar” ex directivos de la empresa PDVSA.

A lo largo de su exposición, y en varias oportunidades, el Juez señaló que “la organización funciona desde hace muchísimos años atrás” y que “hay muchos jueces, fiscales, periodistas y diputados que fueron engañados en su buena fe”.

En tanto, al modus operandi que utilizaba la organización paraestatal de espionaje explicó: “No era casual que D’Alessio apareciera tanto en los medios. Eso no quiere decir que los periodistas fueran parte del espionaje ilegal. Lo que los hace parte es si eran conscientes. Muchos fueron víctimas en su buena fe». Y dio detalles sobre mensajes en los que D’alessio le decía a Stonelli cuando se reuniría con Daniel Santoro (periodista de Clarín y de Animales Sueltos), cuando publicaría la nota sobre el tema Clarín y que día llevaría al “arrepentido” a declarar.

Para Ramos Padilla “el mejor modo de ejemplificar lo encontrado es un suerte de CV, en donde se mencionan las actividades que llevaba adelante la organización, denominada síntesis de investigaciones actuales. Los títulos de la carpeta que enumera las operaciones en curso eran: ‘terrorismo, Narcotráfico en Rosario, Detección de una delegación iraní clandestina en Montevideo, De Vido, Baratta, Moyano y D’Elía’”.

Por otra parte, el Juez se excusó en no poder avanzar más rápido en la investigación y relató que pese a los pedidos reiterados, el Estado no accedió al pedido de computadoras para procesar más rápido la información que se encuentra en los cuatro discos rígidos secuestrados durante el allanamiento a Marcelo D’alessio.

Entre los hechos que más sacudió a los miembros de la Cámara de Diputados está la “duplicación de identidades con pedido de captura realizadas en el Congreso de la Nación”. Ante el pedido de más detalles de los legisladores, el magistrado señaló que aun no se ha podido avanzar en saber quiénes son los involucrados. En tanto, aclaró que lo importante es la suma de los elementos que permiten concluir que «estamos ante una asociación ilícita».

En cuanto a los diputados en particular, advirtió que muchos son “usuarios de esta asociación ilícita” y volvió a enfatizar que pueden haberlo hecho de buena fe.

En uno de los teléfonos secuestrados con posterioridad al allanamiento se encontraron dos audios enviados a la diputada Paula Oliveto. Si bien el Juez dijo que se puede tratar de una prueba preconstituida y que no fueron contestados, igualmente dio a conocer el contenido.

El primer audio enviado a Oliveto, D’alessio decía: “El que armó esto es un AFI, es de la línea de Angelici puro. Yo ya no entiendo como es esta interna de interna de la interna. Yo no sé cómo se vincula un tipo de Angelici con un operador de CFK”.

El segundo audio que recibió la diputada de Cambiemos decía: “Entiendo si no me querés atender por WhatsApp. Hice lo que dije que iba a hacer y me la jugué. Me traje una hora y media de información. Me falta una cámara más y audio más. Ya descubrí, manipularon todo”.

De lo relatado por Ramos Padilla también surge que D’Alessio se adjudicaba “capacidad de orientar contenidos de Leonardo Fariña con el fin de procesar con prisión efectiva a Ricardo Etchegaray”, tenía en su poder “informes de inteligencia con el sello de la embajada de Estados Unidos», intercambios de mensajes con Mario Montoto vinculados a operaciones en Venezuela y también dio a conocer mensajes en los que se hace referencia a la diputada Elisa Carrió.

Para cerrar su exposición Ramos Padilla aclaró: “Hay muchos más casos. Se han acercado víctimas, abogados, empresarios que denuncian que los estarían extorsionando para que vendan sus empresas a capitales extranjeros”.