Norma Cascallares de Vidal, la madre de la gobernadora bonaerense, María Eugenia Vidal, consiguió evitar un incómodo momento en el juicio oral por la caída del Banco Mayo, ocurrida el 9 de octubre de 1998. El tribunal oral federal Nº 3 rechazó someterla a un careo con un testigo que la vinculó, directamente, con la operatoria de una mesa de dinero que funcionaba por fuera de la estructura oficial del banco pero estrechamente vinculada con sus principales ejecutivos. Cascallares era «gerente senior de negocios».

En abril pasado, el empresario textil Isaac Carlos Abud, declaró durante una extensa audiencia del juicio que la madre de Vidal «invitaba a colocar dinero en la mesa». Y precisó: «todos los gerentes de casa matriz en donde yo tuve cuenta, entre las cuales recuerdo a Norma Vidal (…) tenían absoluto conocimiento de la operatoria de la mesa. Más aun, antes de que un cliente con intenciones de colocar dinero se retirara del banco porque acaso no le resultaba atractiva la tasa de pizarra, era invitado a colocar su dinero en la mesa a mayor tasa».

En los ’90, al calor de la «timba financiera», las mesas de dinero eran habituales. Mucho más que en la actualidad. La del Mayo tenía particularidades: no solo recibía fondos cuyo origen y situación tributaria no estaban claros sino también pequeños ahorros (mayormente de miembros de la comunidad judía). Como ocurre en estos casos, cuando estalló la burbuja perdieron casi todos. Cuando el Mayo tambaleaba, la mamá de Vidal fue enviada por sus jefes a contener los airados reclamos de ahorristas. Al declarar en el juicio (como testigo) a fines de 2016, la mujer reconoció haber escuchado hablar sobre la mesa de dinero pero negó cualquier participación directa en esa operatoria irregular. Sin embargo, interrogado sobre si Vidal conocía la operatoria de la mesa de dinero, Abud respondió: «sin duda». Ante esa situación, la abogada defensora de Beraja, Valeria Corbacho, pidió al tribunal oral un careo entre Abud y Vidal, pero tras una larga deliberación, los jueces Javier Ríos, Andrés Basso y Julio Panelo rechazaron el planteo. El relato de Abud no fue lo suficientemente preciso y convincente como para suponer fehacientemente que la madre de la gobernadora estaba vinculada con la operación de la mesa de dinero. «