Otro juez vinculado por varias vías con la oposición de Juntos por el Cambio fue recusado después de intervenir en un juicio en el que votó a favor de la absolución de funcionarios del gobierno porteño durante la gestión de Mauricio Macri. Alejandro Nocetti Achával es integrante del Tribunal Oral número siete y uno de los que suscribió el fallo por el que fueron declarados inocentes todos los funcionarios porteños acusados por la muerte de dos jóvenes de 20 y 21 años y las heridas de otras 50 a raíz del derrumbe interno del boliche Beara, en el barrio porteño de Palermo en setiembre de 2010.

Alberto Provedo, el padre de Leticia, una de las dos jóvenes fallecidas por la caída de un entrepiso cuya construcción no debió ser autorizada, en un local nocturno que estaba habilitado para fiestas privadas pero funcionaba como una suerte de discoteca con shows en vivo en el que incluso se cobraba entradas, formuló la recusación. Nocetti Achával la rechazó y elevó (como lo establece el procedimiento) el expediente en consulta a la Cámara Nacional de Casación Penal, que ahora deberá resolver si lo ratifica o si considera que no debió haber intervenido en el juicio oral.

El propio juez reconoció sus vínculos familiares y sociales con dirigentes de Juntos por el Cambio, pero aseguró que ello no influyó en su voluntad a la hora de dictar sentencia. Y le respondió a Provedo, quien lleva 12 años arrastrando por tribunales su reclamo de Justicia, con una expresión: “mi función como juez no es apaciguar las almas sufrientes condenando a un inocente”.

Nocetti Achával fue recusado por el representante de Provedo, el abogado Omar Benabentos. La recusación, replicó el juez, “tan solo da muestra de que una de mis hermanas se desempeñó laboralmente en la intendencia de San Miguel; que otra reside en la zona de Nordelta y ha publicado su opinión política en las redes sociales; que mi esposa ha aplaudido alguna decisión tomada por el entonces Ministro de Educación de la Nación, Esteban Bullrich; que uno de mis cuñados es hermano de Joaquín de la Torre, quien pretendería alcanzar la gobernación de la provincia de Buenos Aires; que Juan Bautista Mahiques se desempeñó, hace ya muchos años, como secretario del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional 17, cuando yo encabezaba una de las vocalías de ese órgano y, por último, que junto a los doctores Silvia Mora y Alejandro Becerra yo formaba parte del Tribunal Oral en lo Criminal y Correccional n° 10 cuando se le dio competencia para entender en asuntos federales”. La enumeración es, cuanto menos, descontextualizada. Las razones de Provedo son mucho más profundas que esa simplificación que, con todo, Nocetti Achával corroboró: “Esa información es correcta, pero no lo es la interpretación que de ella extrae el querellante”.

Sólo a  modo de ejemplo del recorte (la respuesta a la recusación tiene apenas dos carillas), el juez omitió mencionar que entre los fundamentos de la presentación de Provedo se lee que “su hermana, Florencia Nocetti Achával, desde las redes demuestra todo su apoyo a los genocidas y la junta militar, compartiendo fotos, videos y hasta posteos de (Carlos) Pampillón, sindicado como uno de los responsables del avance neonazi en Mar del Plata a través del grupo Bandera Negra. Sube videos donde asegura que los Kirchner eran guerrilleros y anima a los niños a que le pregunten el 24 de marzo a sus maestros por ‘la historia completa’. También comparte posteos en contra de CFK, donde se lee una animosidad manifiesta en contra de la ex presidenta con frases como: ‘la historia juzgará al 2015 como el año en el que los argentinos volvimos a perder el miedo y empezamos a condenar la corrupción, la inoperancia y la falta de gestión. El año en el que le arrebatamos democráticamente el Estado a una asociación ilícita, al crimen organizado, a un grupo de señores feudales, ladrones, corruptos y asesinos. La historia juzgará esta época como el momento en el que recuperamos la democracia y la república. Y vos, Cristina, serás recordada como el mayor obstáculo que tuvimos para lograrlo. Como la Presidenta más corrupta, ladrona y mentirosa que tuvo este país”.

Nocetti Achával encabezó su respuesta anunciando: “Seré breve pues hay muy poco por decir”.

El juez le atribuyó a Provedo haberse basado sobre “información obtenida a través de distintas páginas de internet” sobre su “relación de parentesco y de amistad con algunas personas allí aludidas (todas las que tendrían una vinculación política con el espacio liderado por el ex presidente Mauricio Macri)” y le reprocha que por esos datos sospeche que su desempeño como juez en una causa en la que estaban acusados funcionarios del propio Macri cuando era jefe de Gobierno porteño (el cargo público que precedió a su llegada a la presidencia) “estuvo orientado al dictado de una resolución judicial que no perjudicara los intereses políticos de esa agrupación”.

Hay más.  El padre de Paula Leticia Provedo recordó que durante el gobierno de Macri hubo un intento de convertir a un tribunal oral ordinario en federal al sólo efecto de intervenir en procesos en los que estaba imputada la ex presidenta Cristina Kirchner. Ese tribunal iba a estar integrado por Nocetti Achával,  Silvia Estela Mora y Alejandro Martín Becerra. “Hasta entonces, todos integraban el Tribunal Oral Criminal 10, que fue federalizado a propuesta del representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Juan Mahiques. Los tres jueces presentan antecedentes de enemistad manifiesta con las políticas del kirchnerismo. Mora es esposa del camarista civil Ricardo Recondo, ex titular de la Asociación de Magistrados y antikirchnerista fervoroso. Becerra, de perfil conservador, es hijo de un general del Ejército”.

La creación de un “tribunal especial”, prohibida por la Constitución Nacional, fue demasiado hasta para la Corte Suprema, que abortó la maniobra.

Provedo le recriminó “falta de ética” a Nocetti Achával por no haberse excusado en el caso. El juez tampoco le informó a las partes sobre esas situaciones, lo que acaso habría permitido que fuera recusado antes del juicio en el que finalmente todos los ex funcionarios fueron declarados absueltos, pese a que el fiscal Oscar Ciruzzi había pedido penas para ellos.

“Esa información es pública y lleva varios años ‘colgada’ en esos portales electrónicos”, refutó el juez.

“Jamás me interesé personalmente en alguno de los asuntos que llegaron a mi conocimiento ni tomé una decisión buscando beneficiar a algún interesado. Tampoco he rendido cuentas a mis familiares de mi actuación como juez”.

En lo que parece un fallido intento de empatizar con el padre de una veinteañera muerta absurdamente en Beara –una suerte de Cromañón en escala-, Nocetti Achával insistió: “Entiendo el dolor de quien ha perdido un ser querido y no encuentra la respuesta judicial que pretende; pero como mi función como juez no es apaciguar las almas sufrientes condenando a un inocente, es que considero que el planteo que aquí respondo debe ser rechazado”.