El Gobierno Nacional prorrogó el decreto con las medidas para frenar los contagios de coronavirus. Sin embargo, la Ciudad de Buenos Aires anunció nuevas aperturas contradiciendo los parámetros epidemiológicos planteados por la administración central. El jefe de Gabinete, Santiago Cafiero, ratificó que la Capital sigue en “alerta epidemiológica” y que Horacio Rodríguez Larreta incumple el DNU.
Por su parte, la Provincia de Buenos Aires anunció que, a raíz de los nuevos indicadores, comenzará las clases presenciales a partir del miércoles.

Mientras tanto, el plan de vacunación logró un récord de 2.372.220 dosis aplicadas en los últimos siete días en todo el país; ya se inmunizó con la primera dosis al 84.5% de todas las personas mayores de 60 años. Este fin de semana llegan nuevas dosis con las que Argentina alcanzará las 20 millones de vacunas recibidas.

El sábado se publicó el DNU que extiende las restricciones hasta el 25 junio. Allí se dividen las zonas según los riesgos bajo, medio y alto, y se considera alerta epidemiológica cuando la incidencia es igual o mayor a 500 casos cada 100.000 habitantes cada 14 días o donde el porcentaje de ocupación de camas de terapia intensiva es igual o mayor al 80 por ciento. Eso implica la prohibición de circulación entre las 20 y las 6 de la mañana, la suspensión de actividades de centros comerciales y shoppings y el cierre de locales gastronómicos entre las 19 y las 6 (excepto envío a domicilio o retiro en el lugar). Además, suspende las actividades deportivas grupales al aire libre y las clases presenciales.

Sin embargo, el viernes el Gobierno porteño anunció la reapertura de shoppings (con una capacidad máxima de 1 persona cada 15 metros cuadrados) y de bares, que podrán atender al aire libre hasta las 23 horas. Además, se habilitan las actividades deportivas de hasta 10 personas al aire libre. Si bien Rodríguez Larreta indicó que “el promedio diario de casos bajó de 2600 a 1600” y “la ocupación de las camas de terapia intensiva públicas está en el 71%”, la tasa de incidencia se mantiene por arriba de lo permitido por el DNU, con alrededor de 800 casos cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días.

Tiempo Argentino consultó con expertos y expertas sobre el impacto de las restricciones y lo que se puede esperar para los próximos días. El epidemiólogo y asesor presidencial Hugo Pizzi indicó que la situación se descomprimió, pero hay que evaluar diariamente. “Hay distritos que ya se están descongestionando, pero me da la sensación de que vamos a tener que hacer como los europeos: apertura, cierre, evaluación, diagnóstico de situación y así ir andando. El desafío hoy es muy superior y más complicado que el año pasado, el virus ha sido desplazado. Estamos viendo cosas que no habíamos visto como la muerte de embarazadas. Hasta hoy las vacunas que tenemos neutralizan todo, pero nos preocupan las nuevas variantes como la india delta”, le dijo a este diario.

Con los vuelos que llegan este fin de semana, Argentina alcanzará las 20 millones de vacunas recibidas. El sábado arribaron 811.000 de Astrazeneca, desde México, y el lunes otras 934.200 dosis del mismo laboratorio, de producción local y formuladas en Estados Unidos.

Además, Pizzi sugirió implementar un sistema de multas para las personas que no cumplen con las medidas de cuidado. “En Neuquén y Catamarca están poniendo multas muy grandes y el que no tiene plata paga con una acción comunitaria en los hospitales”, agregó.

La socióloga e investigadora del CONICET Sol Minoldo analizó la respuesta social a las medidas y sostuvo que es importante hacer restricciones breves para que no pierdan efecto.

“Hay sectores mayoritarios que están convencidos de que son necesarias. La gente está con miedo y se espera que se tomen medidas y que se cumplan. Pero existen micro incumplimientos que, si no hay un control, mucha gente empieza a sentir que es la única que está haciendo un sacrificio y se comienza a desgastar el sentido de cumplir. Con el tiempo, las medidas se empiezan a debilitar, pierden fuerza. La apuesta de ahora es hacer restricciones breves para que no pierdan el efecto porque si duran un mes, pero solamente tienen efecto las primeras dos semanas, no sirven”, le dijo a Tiempo. Ante este panorama, propuso el Aislamiento, Social, Preventivo e Intermitente (ASPI) con períodos más breves y previsibles que permitan planificar actividades.

El viernes, el gobernador Axel Kicillof informó la reducción en la tasa de incidencia en 400 cada 100 mil habitantes y anunció el regreso de las clases presenciales en los distritos del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA) en los niveles inicial, primario y secundario. Continuarán los protocolos establecidos en abril y se instalarán 33 mil medidores de dióxido de carbono.

La pediatra integrante de la Sociedad Argentina de Infectología (SADI), Analía De Cristófano, consideró que la medida es positiva aunque advirtió que es necesario vigilar. “Soy tendiente a que vuelvan las clases, la presencialidad en los niños es fundamental. Tiene que ser un ambiente seguro. Si respetamos las cuatro cosas básicas: tapabocas, ventilación de los ambientes, distancia de más de dos metros y la higiene de manos, no tengo por qué exponerme a una situación de riesgo. Sé que hay colegios donde no se puede, pero sí pueden ser clases secuenciales. Si no hay lugar, tendrán que ir menos chicos. Creo que para cualquier medida uno tiene que medir el riesgo como para exponerse o no”, le explicó a este diario. «