La llegada del 2 de abril que se conmemora hoy, convertido en el Día del Veterano de Guerra y de los caídos en la Guerra de Malvinas, encontrará al gobierno de Cambiemos en una posición incómoda. Hay una evidente política de acercamiento a Gran Bretaña impulsada por Mauricio Macri, un acercamiento que ex diplomáticos insospechados de ser ‘K’, como Dante Caputo y Andrés Cisneros, encuentran desconectado de una estrategia visible y un objetivo claro en materia de reivindicación de la soberanía. Se suma una decisión que cayó como un balde de agua helada sobre la sensibilidad de los excombatientes. El pasado 13 de diciembre, el gobierno vetó el piso de dos jubilaciones mínimas que beneficiaba a los soldados que participaron de las acciones de guerra en las islas (Teatro Operaciones Malvinas, TOM), o que formaron parte de acciones de combate desde el Atlántico Sur (Teatro Operaciones Atlántico Sur, TOAS), y que estaba contemplado en el artículo 3 de la Ley 27329/2016. «El veto produce dolor e indignación. El número de excombatientes que iba a ser beneficiado por esa doble jubilación no era tan significativo. Para el Presupuesto del Estado el costo era mínimo, hubiese sido mucho más reparador aprobar toda la ley», consideró en diálogo con Tiempo el periodista y veterano Edgardo Esteban, autor del libro Iluminados por el fuego.

La idea de establecer un piso jubilatorio equivalente a dos jubilaciones mínimas para los excombatientes –y también para los civiles que cumplieron funciones de apoyo– formó parte de un proyecto de ley impulsado por el diputado mendocino Guillermo Carmona (FpV), vicepresidente de la comisión de Relaciones Exteriores. La iniciativa fue aprobada por unanimidad, tanto en Diputados como en el Senado, pero luego fue vetada parcialmente con el argumento de que la aplicación del artículo 3 «desnaturalizaría» el sistema integrado previsional argentino (SIPA) y tendría un costo fiscal de 300 millones de pesos al año. «Es lamentable la decisión del gobierno. Me desilusionó también la actuación de los diputados oficialistas, que habían acordado y votado, y luego no plantearon nada», señaló Carmona en diálogo con este diario. El veto parcial de Macri intentará ser anulado en la Comisión Bicameral de Trámite Legislativo, que tiene como función ratificarlo o revocarlo.

Para los especialistas en política exterior que siguen con interés la controversia de soberanía por Malvinas, el año y cuatro meses de gestión macrista están plagados de gravísimos retrocesos, errores e interrogantes. Los cuestionamientos provienen no solo de legisladores y diplomáticos que formaron parte de las administraciones de Cristina Fernández y Néstor Kirchner, quienes pusieron mucho énfasis en el (gradual y complejo) intento de aislar a Gran Bretaña en los foros internacionales.

Acuerdos secretos

Otro de los objetivos de la política kirchnerista ante Malvinas fue defender los recursos naturales (pesca e hidrocarburos) de las aguas circundantes al archipiélago, con el dictado de leyes que dificultaran la exploración y explotación ejecutadas de modo unilateral. Aunque a ningún gobierno le gusta reconocer sus errores, la decisión de relevar de su cargo al hoy exvicecanciller Carlos Foradori –cercano al radical Ernesto Sanz– estuvo ligada a la firma del polémico acuerdo con Gran Bretaña suscripto por ambos países el 13 de septiembre de 2016. Ese convenio internacional, al que la Cancillería luego intentaría restarle relevancia, implicaba una concesión lisa y llana de Argentina hacia ciertas demandas británicas, como la ‘remoción’ de la legislación que impidiera el desarrollo económico de las islas, y la reanudación de los vuelos desde Malvinas a terceros países con escala en Argentina.

A pesar de haber accedido y suscripto el documento, con el costo que eso podía implicar, la canciller Susana Malcorra no obtuvo lo que esperaba como gesto de la contraparte: Londres vetó su candidatura a la Secretaría General de la ONU en el Consejo de Seguridad. Esta mala noticia, sin embargo, no derivó en un cambio de la política hacia Gran Bretaña. Si en los primeros días de la gestión de Macri ya se habían emitido gestos de ‘desmalvinización’, la intransigencia británica con Malcorra, ni tampoco la oportunidad histórica que podría significar el Brexit, modificaron las prioridades de la inserción exterior de Cambiemos. «Estamos yendo hacia el armado de un acuerdo secreto y bilateral por el negocio petrolero en Malvinas, con la aprobación auspiciosa de Macri», advirtió incluso Carmona.

La sospecha del diputado del FpV está focalizada en el avance de la exploración offshore en las cuencas del norte de las islas por parte de las empresas Rockhopper y Premier Oil. En enero y febrero de este año, dos resoluciones del Ministerio de Energía, a cargo de Juan José Aranguren, autorizaron la exploración hidrocarburífera desde el norte de Malvinas y hasta la Bahía de Samborombón a la petrolera noruega Spectrum ASA y a la estatal YPF SA. Una posibilidad –la amenaza que teme Carmona– es que detrás de esas concesiones, casi otorgadas en espejo, se encuentre la anglo-holandesa Shell.

Daniel Filmus, exsecretario de Asuntos Relativos a Malvinas, Secretaría de Estado que el propio macrismo se encargó de disolver, remarcó: «Este gobierno no ha hecho nada para que avancen los procesos creados por los cambios en la ley de hidrocarburos realizados por la anterior administración, que permiten embargar a empresas y directivos si explotan unilateralmente nuestras aguas. Queda claro que para el gobierno de Macri la soberanía por Malvinas dejó de ser una prioridad, a pesar de que no la puede desestimar porque está en la Constitución”. «

Dos actos

Aunque Mauricio Macri no asistirá al acto conmemorativo que se realizará en Ushuaia –lo representará el ministro del Interior, Rogelio Frigerio-, el titular del Ejecutivo intentará descomprimir el malestar con los veteranos al recibir en la quinta de Olivos a un grupo de exsoldados. Se trata de la Comisión de Familiares de Caídos en Malvinas y de la Confederación de Combatientes. Otro sector del movimiento de veteranos de guerra –mucho más crítico con la dictadura, a pesar de reivindicar la gesta de los caídos- realizará hoy un acto en Plaza de Mayo a las 15:30. El acto está convocado por la Mesa de Coincidencias Malvinas (MECOMA), integrado por grupos de excombatientes vinculados a organismos de Derechos Humanos.