Sin hacer menciones al bloqueo que asfixia la economía de Venezuela, y afirmando que la crisis en el país “amenaza con la seguridad regional” e “internacional”, el Grupo de Lima realizó su 15º reunión en Buenos Aires en el Palacio San Martín, ratificando su respaldo al autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó y demandan a países aliados y a organizaciones internacionales que retiren su apoyo al “régimen dictatorial ilegítimo de Nicolás Maduro”.

Con la participación de Guaidó, mediante videoconferencia, el encuentro multilateral cuyo único objetivo es contribuir a la presión contra el presidente Nicolás Maduro para que abandone el poder, ratificó su respaldo al legislador opositor, quién agradeció la iniciativa y que los países participantes estén recibiendo a “los millones de venezolanos que protagonizan un éxodo masivo durante los últimos años”.

El grupo pidió “el cese de la usurpación del poder por parte del régimen ilegítimo y dictatorial” y, en sintonía con la Casa Blanca, afirmó que “la dictadura (de Maduro) amenaza la estabilidad de toda la región”.

En su modo anfitrión, el canciller argentino Jorge Faurie dijo que lo que vive hoy Venezuela es “el episodio más traumático de la institucionalidad y de la paz en nuestra región en las últimas décadas”. También pidió “hacer un gran esfuerzo para lograr que el restablecimiento del orden democrático en Venezuela se alcance a través de la convocatoria a elecciones”. Faurie destacó que «en Venezuela hay enorme cantidad de presos políticos, y mucha gente siendo torturada. Hay gente que está pagando con su sangre la vida en Venezuela”.

Los cancilleres no se pronunciaron acerca del bloqueo económico contra el Estado venezolano, encabezado por el gobierno de Donald Trump, que causa estragos en las arcas públicas de ese país y contribuye negativamente a la crisis que atraviesa, lo que fue señalado taxativamente por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en su reciente informe tras visitar el país.

En cambio, la mayoría de los 15 puntos de su declaración divulgada esta tarde, se centran en parte del informe Bachelet referida a “las sistemáticas violaciones a los derechos humanos” señaladas por la expresidenta chilena.

Además anunciaron el impulso de nuevas “medidas de presión y sanciones adicionales” si Maduro “dilata” el llamado a elecciones anticipadas que pretende la oposición, mientras se realizan jornadas de negociación entre ambas partes en Barbados.

El bloqueo económico también produjo la interrupción de la cobertura de un programa de asistencia sanitaria a niños con enfermedades críticas, distribuidos en distintos países del mundo. Cinco familias venezolanas instaladas en la Argentina son parte damnificada de este problema, tal como se contó ayer en las páginas de este diario

Sin hacer menciones al bloqueo que asfixia la economía de Venezuela, y afirmando que la crisis en el país “amenaza con la seguridad regional” e “internacional”, el canciller argentino Jorge Faurie abrió la 15º reunión del Grupo de Lima en Buenos Aires en el Palacio San Martín.

Con la participación del autoproclamado presidente encargado, Juan Guaidó, mediante videoconferencia, el encuentro multilateral cuyo único objetivo es contribuir a la presión contra el presidente Nicolás Maduro para que abandone el poder, ratificó su respaldo al legislador opositor, quién agradeció la iniciativa y que los países participantes estén recibiendo a “los millones de venezolanos que protagonizan un éxodo masivo durante los últimos años”.

En su modo anfitrión, el canciller Faurie dijo que lo que vive hoy Venezuela es “el episodio más traumático de la institucionalidad y de la paz en nuestra región en las últimas décadas”. También pidió “hacer un gran esfuerzo para lograr que el restablecimiento del orden democrático en Venezuela se alcance a través de la convocatoria a elecciones”. Faurie destacó que «en Venezuela hay enorme cantidad de presos políticos, y mucha gente siendo torturada. Hay gente que está pagando con su sangre la vida en Venezuela. No podemos permitir que se afecte la libertad. Mientras Venezuela viva esta dictadura, todas nuestras democracias se ven debilitadas», afirmó y abonó la línea impartida desde los Estados Unidos: “Lo que vive Venezuela amenaza la paz y la seguridad regional y también compromete la seguridad internacional”.

Los cancilleres hasta ahora no se habían pronunciado acerca del bloqueo económico contra el estado venezolano, encabezado por el gobierno de Donald Trump, que causa estragos en las arcas públicas de ese país y contribuye negativamente a la crisis que atraviesa, lo que fue señalado taxativamente por la Alta Comisionada para los Derechos Humanos de la ONU, Michelle Bachelet, en su reciente informe tras visitar el país.

Este bloqueo también produjo la interrupción de la cobertura de un programa de asistencia sanitaria a niños con enfermedades críticas, distribuidos en distintos países del mundo. Cinco familias venezolanas instaladas en la Argentina son parte damnificada de este problema, tal como se contó ayer en las páginas de este diario.

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