El eje central de las imputaciones contra los funcionarios del anterior gobierno por el programa Fútbol para Todos, la presunta defraudación por la falta de entrega de dos camiones IVECO contemplados en el contrato de sponsoreo de los torneos de primera división, quedó seriamente cuestionado ante la Cámara Federal, que está llamada a revisar todos los procesamientos, entre ellos los de los ex jefes de Gabinete Juan Manuel Abal Medina, Jorge Capitanich y Aníbal Fernández.

La jueza María Servini de Cubría construyó los procesamientos contra los funcionarios públicos sobre la base de la falta de control en el destino de los fondos públicos que salieron del erario hacia la AFA. En ese berenjenal de hipótesis, la magistrada reprochó que de los camiones que se había comprometido a entregar IVECO como parte de un convenio publicitario, había dos que no se concretaron.

Según el memorial de la defensa del ex coordinador de FPT, Pablo Paladino, los camiones efectivamente existen, y estaban en un depósito de la firma IVECO, que se había demorado en la entrega. Es cierto que no fueron entregados en tiempo y forma, pero en todo caso –arguye la defensa- se trató de “una insignificante demora que no fue tal y era impropia de sus funciones”.

Los camiones no sólo existen sino que, además, el actual gobierno de Cambiemos les cambió el destino que tenían originalmente asignados. Según la documentación que presentó Paladino, las órdenes de entrega de los camiones fueron extendidas a favor de la Jefatura de Gabinete de Ministros en fecha 13/10/15, es decir dos meses antes de que cambiara el gobierno. Aún no se había celebrado el balotaje, pero sí la primera vuelta.

Los dos camiones estaban asignados a “Medio Ambiente” pero una vez que se hizo cargo del gobierno la actual administración les cambió el destino y los envió a “Bienestar Social”. Se trató, dice el escrito, de una decisión política. “El actual responsable del Programa Fútbol Para Todos, Fernando Marín, por si alguna duda quedara, informó que “el programa NO realizó la asignación de vehículos, estando la misma a cargo de la Jefatura de Ministros”.

En el procesamiento, Servini de Cubría escribió: “Encontramos en autos con la omisión de cumplir con su deber de controlar la efectiva entrega de las unidades recibidas como contraprestación de ese sponsoreo, que no significa otra cosa que supervisar los ingresos que el programa arrojara por su explotación comercial; aunque dicha omisión, entiendo, no representa más que un incumplimiento de los deberes a su cargo, por cuanto el patrimonio no salió de la órbita de la administración pública, sino que demoró en entrar al mismo. Por todo lo expuesto, entiendo que (Paladino) deberá responder a título de autor de esta figura residual”.

Sin embargo el memorial documenta que sí fueron reclamados los camiones a IVECO. “Puntualmente, escribe en el correo de fecha 17/7/15 ‘Carlos, certificado, todos los camiones van facturados a Jefatura de Gabinete y el destinatario final es la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable. Ni bien los tengas disponibles… los necesitamos urgente. Abrazo. Gabriel”. Se trata de un mail interno desde Fútbol para Todos a IVECO en julio de 2015.

“Esta secuencia está en consonancia con las notas que el Contador José Lucas Gaincerain, en su carácter de Secretario de Coordinación Administrativa y Evolución Presupuestaria de la Jefatura de Gabinete de Ministros, le enviara en fechas 5/6/15 y 6/7/15 –una rectificatoria de la otra- al Presidente de Iveco Argentina S.A.,Sr. Marcus Cheistwer”, añade la documentación.

Los camiones existen, estaban en un depósito de IVECO, empresa a la que la anterior administración se los había reclamado. Fueron liberados para la entrega a mediados de octubre; en diciembre cambió el gobierno y la nueva administración les cambió el destino. El memorial se pregunta dónde está el delito.