Horacio Rodríguez Larreta obtuvo una holgada ventaja sobre Matías Lammens y quedó muy cerca de ganar en las elecciones en la primera vuelta de octubre, donde los votos en blanco no contarán en el resultado final. El Frente de Todos rondó los 32 puntos y realizó la mejor elección en la Ciudad desde 2011. Si se repiten los porcentajes, el oficialismo perdería la mayoría agravada en la Legislatura capitalina.

Con poco más del 46,3% de los votos, el alcalde quedó 14 puntos por delante de Lammens. «Es una gran satisfacción y una gran responsabilidad que sigan apoyando a este equipo. Hoy también en la Ciudad de Buenos Aires ratificamos el apoyo que encabeza Mauricio en todo el país», dijo Larreta desde Costa Salguero, cuando aún no se divulgaban los datos oficiales. El alcalde fue el único dirigente oficialista que pudo festejar en un búnker donde los ánimos estuvieron por el piso.

Hubo más de 150 mil votos en blanco, en parte porque José Luis Espert y Juan Gómez Centurión no tuvieron postulantes a jefe de Gobierno. En los próximos comicios, esos sufragios se restarán del total y por eso Larreta, si se mantuvieran los resultados, superaría los 50 puntos necesarios para coronarse jefe de Gobierno.

«Sabíamos que no llegábamos a los 50 en las PASO», confiaron desde el búnker amarillo.

En el larretismo se mostraron confiados con poder sumar dos puntos más en los próximos meses para ganar en octubre.

El jefe de Gobierno tendrá quórum propio en el Parlamento capitalino, pero difícilmente a los 40 diputados necesarios para las leyes especiales.

Lammens aspiraba a conseguir un número cercano a los 30 puntos y puede darse por satisfecho, aunque es una incógnita si podrá llegar al balotaje. Con ese número el peronismo se aseguraría diez legisladores.

«Hemos hecho una elección histórica, muy por encima de lo que se esperaba», festejó el titular de San Lorenzo. «Hay que ganar en octubre», se esperanzó.  En 2015, Martín Lousteau había sacado 25 puntos y sin embargo estuvo muy cerca de derrotar a Larreta en la segunda vuelta.

Matías Tombolini superó los siete puntos, un resultado que lo deja muy cerca de conseguir dos legisladores y aleja las sospechas de un posible paso al costado.

Fernando de la Rúa es el único alcalde porteño que pudo imponerse sin necesidad de balotaje. Sucedió en 1996, en la primera elección desde que la Ciudad se convirtió en un distrito autónomo. Claro que en esa oportunidad se decidió que la elección se definiría por mayoría simple. El expresidente obtuvo algo más del 39% de los votos y eso le alcanzó para superar a Norberto La Porta, del Frepaso. «