Lejos del tono conciliador y neutro que selló su perfil de dirigente político, Daniel Scioli hace un balance de la gestión de Cambiemos dominado por las críticas y advertencias. Pronostica que se viene la «institucionalización del ajuste» y replica de antemano a quienes le puedan echar en cara que está haciendo «un segundo capítulo de la campaña del miedo». En una entrevista con Tiempo, evita precisar posibles candidaturas, convoca a un frente nacional y popular que supere al FpV y cuestiona a los dirigentes peronistas que objetaron su presencia en un acto junto a la ex presidenta Cristina Fernández. «Yo creo que es al revés, que ellos den explicaciones de por qué no estaban ahí. No yo, que estuve siempre», reformula.
Scioli también deja atrás las declaraciones cautelosas al asegurar que en la primera etapa del gobierno de Mauricio Macri «los únicos sectores privilegiados fueron los grandes sojeros, la gran minería y el sector financiero». Elogia al titular de la CTA, Hugo Yasky, advierte que el bono de fin de año negociado por la CGT «es insuficiente», y critica al gobernador de Salta, Juan Manuel Urtubey, y a «algunos compañeros que dicen que el gobierno va por buen camino».

–¿Qué evaluación hace de este casi primer año de gestión macrista?

–Yo escucho hablar a este gobierno de herencia y recuerdo que en 2003 asumimos un país que estaba quebrado social, económica, productiva y hasta anímicamente. Era hacerse cargo, gobernar, ponerse la Argentina al hombro y mostrar resultados. Había una manera gradual para ir abordando la cuestión de los subsidios y el tipo de cambio.Ahora hay que ver las causas profundas que llevaron al país de tener una distribución del ingreso de 50% y 50%, y la tasa más baja de desempleo con una inflación que se iba desacelerando, a tener un millón y medio más de pobres y 500 mil desocupados más. De los sectores productivos, los únicos que han tenido avances son los más privilegiados, como los grandes sojeros, la minería y el sector financiero. Cuando uno gobierna tiene que fijar prioridades, y es claro cuáles vienen siendo. Lo que más me preocupa –y que no me vengan a decir que es el segundo capítulo de la campaña del miedo– es la institucionalización del ajuste. No quiero que nos vuelvan a poner en un alto nivel de endeudamiento y después que nos digan que, para pagar esa deuda, hay que seguir bajando el salario real. Pero en el Presupuesto ya está planteado un alto nivel de endeudamiento. Eso es alarmante. La baja del consumo se dio porque las paritarias quedaron por debajo de la inflación y no está contemplado compensar eso.

–¿Cómo evalúa el bono de fin de año que negoció la CGT con el gobierno?

–Es insuficiente, no compensa para nada la pérdida de poder adquisitivo. ¿Por qué no largan micro-créditos a nivel nacional para emprendedores, como hacíamos con el Banco Provincia, para genera trabajo genuino? Cuando uno desfinancia y hace recortes en el Presupuesto, en las partidas universitarias, de ciencia y tecnología genera merma en las posibilidades de que vayamos agregando valor a las materias primas. Lo que está buscando el gobierno es consolidar flexibilización laboral y avanzar sobre derechos de los trabajadores.

–Esta semana se mostró en público por primera vez después de las elecciones con la ex presidenta Cristina Fernández…

–Algunos preguntaban por qué yo estaba ahí. Yo creo que es al revés, que den explicaciones de por qué no estaban ahí ellos. No yo, que estuve siempre. ¡Lo único que falta es que yo tenga que dar explicaciones de quien coherentemente viene defendiendo políticas que han priorizado una inversión en ciencia y tecnología!

–¿Considera que el acto fue un gesto de llamado a la unidad?

–Es que si no sería desconcertante para todos aquellos que forman parte de ese 49% que me acompañó. ¿Cómo puede ser que alguien que explicaba cómo seguir para adelante con una agenda del desarrollo y no del ajuste, de repente se desdice? Algunos compañeros míos dicen «el gobierno está en el buen camino». ¡Yo veo los resultados! Ya llega un punto que, a un año de gestión, es necesario evaluar los hechos concretos. Y lo que yo veo es un alto nivel de endeudamiento, un aumento de la pobreza y el desempleo; una baja del nivel de actividad industrial muy preocupante, consecuencia de una alta tasa de interés y la apertura de las importaciones que perjudican al sector del calzado, los textiles, la metalmecánica y la producción de línea blanca.

–¿Qué les diría a estos compañeros suyos entonces?

–Trato de mirar más allá. Todos tenemos una enorme responsabilidad de construir un frente nacional y popular que tiene que ser superador inclusive del Frente para la Victoria. Cambiemos fue capaz de unir a la Coalición Cívica, el PRO y el radicalismo en contra de, con la palabra «cambio». Ahora la gente ve que al final el cambio fue una marcha atrás, porque nota los resultados en su economía familiar. Lo mismo les pasa a los comerciantes que ven cómo bajaron las ventas, o lo que pasó con la empresa Puma en La Rioja o Arcor. La democracia se nutre de alternancia, no podemos perder de vista que casi la mitad de la Argentina nos acompañó.

–¿La campaña del año que viene evaluará esta gestión?

–Es más profundo. El gobierno va a querer decir que lo peor ya pasó y que la inflación bajó. Pero bajó a costa de una tasa de interés alta, por la apertura de las importaciones, y lo que está pasando con el empleo. Ponen las cifras de la pobreza lo más altas que pueden para decir que empezó a bajar y piden que los evaluemos a partir de ahora. ¡No, midan a partir de diciembre del año pasado! Vamos a ver esos indicadores, actividad industrial y el poder adquisitivo del salario. Yo estaba convencido de lo que se proponía hacer el ahora gobierno: el aumento de tarifas, la devaluación, la apertura y la vuelta al FMI, que ahora vino a elogiarnos. Me hizo acordar a otros momentos de la Argentina. El FMI te dice «tomen deuda que después les vamos a explicar cómo pagarla». Van a buscar institucionalizar el ajuste.

–¿Cuál es el rol del peronismo ante este panorama?

–Ante este proyecto que tiene como base los bajos salarios, la apertura de economía y el endeudamiento, el peronismo tiene que ser eje de un gran frente nacional y plantear una alternativa superadora, defendiendo a la gente para que no avance el ajuste.

–¿Pero no está muy fragmentado el peronismo ahora para llevar a cabo ese objetivo?

–Los invito a que miren más allá y vean de qué se trata. Está bien que haya grupos y reuniones, el grupo Esmeralda por acá y el Fénix por allá, pero ahora… La verdad muchachos todo bien, pero esto va a tener que terminar en una síntesis ante la gran contienda electoral estratégica del año que viene, a ver si nos consolidamos como lo que evidentemente muestran los indicadores o no, tal como lo plantea la UIA, CAME, e incluso un dirigente como (Hugo) Yasky que viene defendiendo coherentemente a sus trabajadores. (Juan Manuel) Urtubey me criticó por estar en un acto con Cristina. Urtubey podrá tener una visión de que Macri va por buen camino y yo creo que la gente no la está pasando bien. La sociedad misma nos va a pedir «defiéndanos». «