A menos de un mes del cierre de listas, y sin contar con definiciones concretas por parte de Cristina Fernández de Kirchner, el Frente de Todos se abre a la posibilidad de definir sus candidatos en las Primarias Abiertas Simultáneas y Obligatorias (PASO) del próximo 24 de agosto.Daniel Scioli y Agustín Rossi quedan bajo los reflectores mientras se acomodan las piezas.

«Cuenten conmigo»

Scioli fue el primero en pedir pista. El embajador de Brasil encontró la veta que abrieron tantas internas para mostrarse como el candidato al que «ya todos conocen», con la fe y la esperanza que casi lo llevan a ser presidente en 2015. Con una muy presente y estudiada campaña en redes sociales y una gira constante en medios oficialistas y opositores, el exgobernador de la provincia de Buenos Aires apuesta por un discurso de amplitud, en donde combinará su vínculo con el empresariado y la cercanía con la gente. La presentación de propuestas especiales para los votantes de entre 18 y 35 años, que en esta elección representan el 50% del padrón, será otra de las estrategias.

Gracias al armado político que dejó su primera candidatura, el exmotonauta junta fotos con representantes de todas las tribus del FdT. Si bien desde su círculo sostienen que los encuentros no son más que eso, Scioli equilibra inteligentemente la balanza entre el sector afín a la vicepresidenta –a través de  encuentros con la intendenta de Quilmes Mayra Mendoza y el gobernador Axel Kicillof– y los representantes del albertismo, como hizo esta semana con Victoria Tolosa Paz. «El teléfono de Daniel no para de sonar. Intendentes, gobernadores y exfuncionarios lo llaman para encontrarse con él», cuentan orgullosos sus armadores.

La condición sine qua non de su participación en las boletas de este año es que el peronismo defina sus candidaturas en las primarias. «No es contra nadie», dice cada vez que se le consulta por su postulación, pero un rival interno recibe su insistencia de manera particular. Sergio Massa, otro de los nombres resonantes del FdT, insiste en que el oficialismo compita con un candidato de unidad. «Massa no quiere ir a primarias porque sabe que pierde contra Daniel», chicanearon desde el círculo del exmotonauta a este diario. En cualquier caso, no planea bajar su postulación ni ante un candidato de unidad. Si bien aclaró que no competirá por fuera del Frente de Todos, sí lo hará contra un posible candidato único en caso que el partido se encolumne. «Nunca saqué los pies del plato y no los voy a sacar jamás» sostuvo en una entrevista.

La candidatura oficial del embajador fue lanzada a través de una carta de Facebook a mediados de abril. Aunque desde su espacio esperan cautelosos el avance de la campaña, no descartan que haya un relanzamiento que incluya un movimiento más allá de la virtualidad.

De Vera a la Rosada

El jefe de Gabinete, Agustín Rossi, es otro de los anotados para competir en las primarias de agosto. Si bien coquetea con su participación desde antes de que Alberto Fernández se bajara de la reelección, el santafesino lanzará oficialmente su precandidatura a través de un video en sus redes sociales el próximo lunes. Al igual que su posible rival en las PASO, Rossi sabe convivir entre el kirchnerismo duro y la lealtad al presidente. Esta estratégica «avenida del medio peronista» quedó demostrada esta semana cuando, después de estar presente en el último Tedeum de Fernández, se acercó a la Plaza de Mayo para celebrar los 20 años de la jura de Néstor Kirchner.

Si bien aún no recibió ningún tipo de mensaje por parte de la vicepresidenta, este viernes Graciana Peñafort, directora de Asuntos Jurídicos del Senado, celebró su candidatura. El saludo de la abogada de CFK –quien además es una de las integrantes del armado porteño del vicejefe de Gabinete, Juan Manuel Olmos, encabezado por Matías Lammens y Leandro Santoro– se suma a la «bendición» que recibió por parte del presidente a inicios de año para competir en las primarias. La estrategia se basará en mantener este delicado equilibrio.

Además de su gestión en el Gabinete, función a la que no piensa renunciar a pesar de estar enfocado en la campaña, el ingeniero tiene otra carta a su favor: es, hasta ahora, el único candidato del Frente de Todos que no pertenece al AMBA. Si bien aún no está definido si en las provincias que no desdoblaron su elección se utilizará una lista unificada –en la que sólo varíen los candidatos nacionales– o armados diferenciados, el jefe de ministros recorrerá el interior en las próximas semanas en modo campaña. De esta forma, y apostando a una fuerte impronta federal, continuará gestando lazos con los gobernadores, parte fundamental de la construcción nacional de la candidatura.

Aunque su candidatura está viento en popa, existe un antecedente que podría condicionarla. En 2019, antes del pacto entre Alberto Fernández y Cristina Fernández de Kirchner, Rossi se presentó como uno de los candidatos de aquel peronismo desmenuzado. Cuando el binomio presidencial se confirmó y el Frente de Todos ya era un hecho, el ahora jefe de gabinete dejó de lado su aspiración y apoyó la decisión de la unidad.

A cuatro años de esa decisión, desde su espacio afirman que, en estas circunstancias, es muy difícil que esa unidad vuelva a repetirse. Sin embargo, no descartan que el exdiputado sacrifique su protagonismo en pos del triunfo del espacio. «Hay que dejar que los procesos se desarrollen», exponen. Hasta tanto, restará esperar al 24 de junio, fecha límite para presentar candidaturas, para llegar a certezas sobre el futuro del espacio y si la idea de que el peronismo utilice por primera vez las primarias quede relegada, o no, a un mero deseo. «