La oposición ganó ayer la elección primaria en la provincia de Buenos Aires, en lo que constituyó un «cachetazo» para el gobierno, como lo definió hoy la primera candidata a diputada nacional del Frente de Todos, Victoria Tolosa Paz.

Un análisis comparativo de los resultados con las PASO anteriores muestra que, aunque triunfó, la alianza electoral de Juntos obtuvo menos votos que en 2017 y que en 2019, cuando María Eugenia Vidal perdió la reelección. La sorpresa para propios y ajenos fue la performance de Facundo Manes, quien terminó ganándole a Diego Santilli en cuatro de las ocho secciones electorales de la provincia.

Separadas pero juntas, las boletas de Santilli y Manes obtuvieron el domingo 3.149.989 votos. El candidato de «Es Juntos», con el respaldo del jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, obtuvo 1.985.769 sufragios; mientras que el postulante de «Dar el paso» -auspiciado por la UCR- sacó 1.254.220 votos. En la otra vereda, Tolosa Paz por el Frente de Todos cosechó 2.789.022 sufragios. La diferencia fue de 360.967 votos a favor de la oposición.

En las PASO de 2017, Cambiemos llevó a Graciela Ocaña al frente de la boleta de diputados nacionales, quien le ganó a Fernanda Vallejos de Unidad Ciudadana. En ese momento, la «hormiguita» se alzó con 3.240.499 votos, una performance que mejoró en las generales llegando a 3.930.406 sufragios. Manes y Santilli no lograron igualar la marca de esas primarias, aunque la mayor diferencia está en relación al caudal de votos obtenido por la ex gobernadora María Eugenia Vidal.

En 2019, la boleta para diputados nacionales que postulaba a Cristian Ritondo tuvo un menor rendimiento que la de 2017 y sacó en las primarias 3.006.471 de votos, cayendo además frente a los 4.782.574 de votos de Sergio Massa, quien quedó así con una diferencia de 1,7 millón de sufragios arriba.

En esas mismas elecciones, en la categoría a Gobernador, María Eugenia Vidal sacó 200 mil votos más que su ministro de Seguridad y terminó con 3.223.460. Y en los comicios generales creció hasta 3.852.624, es decir 629.164 votos más entre una elección y otra.

El rendimiento de Juntos muestra que la alianza electoral consiguió ayer 90 mil votos menos que en 2017 en la misma categoría -un número que es muy probable que recuperen en noviembre-, pero que los deja a 700 mil sufragios de la última marca de la ex gobernadora.

El otro dato llamativo de la elección opositora es el buen resultado que obtuvo Facundo Manes en el interior de la provincia, en el marco de la interna que disputaba con Santilli. El neurólogo ganó en cuatro de las ocho secciones electorales y la UCR pisó fuerte así en distritos donde el PRO parecía tener un voto cautivo.

Manes triunfó en la Cuarta por más de 20 puntos, en la Quinta por 7 puntos y en la Séptima por casi 4 puntos. Las tres secciones electorales renuevan senadores provinciales en noviembre y es por eso que el gobierno de Axel Kicillof redobló sus esfuerzos allí en busca del voto esquivo para el peronismo, con el objetivo de obtener alguna banca más para conseguir la mayoría en el Senado.

Manes también ganó por una diferencia de 7 puntos en la sexta sección electoral, que nuclea a los distritos del sudoeste y que en este turno elige diputados provinciales.

Santilli, por su parte, se quedó con el triunfo en la Primera, que también elige senadores y es adonde el Frente de Todos apuesta a dar vuelta la elección para hacer la diferencia de bancas. Allí, del total de los votos obtenidos, Santilli sacó 67 puntos contra 32 de Manes. En la Segunda el actual vice de Larreta ganó por 17 puntos y, en la Tercera lo duplicó en sufragios a su adversario: 66 a 33, siempre dentro de la interna. En la Octava, La Plata, le sacó una diferencia de 23 puntos.

Manes dejó en claro este lunes que hará pesar sus votos en la alianza electoral. «Con Santilli solo esta elección no se ganaba», dijo y concluyó: «El problema de Cambiemos fue la homogeneidad de un color, ahora será una coalición con distintas identidades, pero estaremos juntos para ganar en noviembre con distintas expresiones. La dinámica de antes de Cambiemos ya no existe más, y es bueno que eso suceda».