Con final anunciado y ausencias previsibles se llevó adelante el Comité Central Confederal  en el teatro Empire que La Fraternidad tiene sobre la calle Hipólito Yrigoyen. Si bien el CCC había sido convocado en primer término para evaluar un plan de lucha, terminó por funcionar como la formalización de la paz sellada entre el Gobierno y los sindicatos hasta después de las elecciones.

La reunión se extendió por poco más de dos horas. Apenas un puñado de dirigentes hizo uso de la palabra. Todos coincidieron en un diagnostico negativo sobre la situación económica y social, sin embargo todos también coincidieron en la necesidad de esperar el resultado de las negociaciones que están en marcha para evaluar la posibilidad de un plan de lucha.

Uno de los más duros fue el bancario Sergio Palazzo que más allá de mantener los cuestionamientos a la política económica del Gobierno no reclamó medidas inmediatas. “Palazzo también bajó los decibeles”, señaló otro secretario General a la salida del teatro Empire de la Fraternidad.

Uno de los primeros dirigentes en cruzar la puerta del teatro fue el propio Palazzo. “Quedó establecido un mandato al Consejo Directivo mediante el cual se ha planteado que una vez finalizadas las negociones que se están llevando a cabo, si no hay respuestas concretas, se lo faculta para llevar adelante un plan de lucha después del 22 de octubre”.

En tanto, con respecto a las presiones que están sufriendo los sindicatos el bancario sentenció: «En este proceso electoral el Gobierno nos ha elegido como enemigos. Hablan de mafia sindical, pero hay un 30% de trabajadores en negro y no hablan de la mafia empresarial”.

Minutos más tarde el triunvirato dio una conferencia de prensa en la que destacó la “participación números”, el “aval para lo actuado por el Consejo Directivo”, “Continuar con las negociaciones con el Poder Ejecutivo” y “establecer límites no sólo temáticos sino temporales para los temas que estamos planteando”.

En ese marco, Héctor Daer, también destacó que se estableció “no aceptar temas que para nosotros somos inclaudicables como los convenios colectivos de trabajo, la ley de contrato de Trabajo, la seguridad social y el modelo sindical”.

Además según expresó Daer que el Confederal también dejó en claro que la CGT mantendrá las críticas sobre el modelo económico que ha borrado la movilidad social y que sigue llevando dificultades en un montón de actividades.

 A su turno, otro triunviro, Juan Carlos Schmid, fue el encargado de dejar en claro que pese a la ausencia de Pablo Moyano, secretario Gremial de la CGT, el gremio de Camioneros acompañó la determinación del Confederal ya que la delegación estuvo presente.

Ninguno de los dirigentes intentó una defensa del “Pata” Medina, pero pidieron “no meter a todos los dirigentes en la misma bolsa” ya que hay más de 3 mil gremios y se “habla solo de casos puntuales con el fin de deslegitimar a la dirigencia sindical”.