A pesar de que el gobierno no dio respuesta a los reclamos ni ofreció muestras de una rectificación del rumbo económico, por el momento, no habrá un nuevo paro general de actividades. Toda la energía de las corrientes que intervienen en la CGT está puesta en la renovación de su conducción.

Fue el 3 de mayo cuando el Consejo Directivo de la central emitió un comunicado en el que aseguraba haber alcanzado un acuerdo para realizar las elecciones de renovación de la conducción el 22 de agosto. El acuerdo, tácitamente, se fundamentaba en el agotamiento del triunvirato como instrumento para liderar la CGT.

Sin embargo, luego del paro nacional de actividades del pasado 25 de junio las cosas parecen haber cambiado. Según denuncian desde otros sectores, el triunvirato se sintió fortalecido y decidió dejar caer el acuerdo para mantenerse en el poder hasta por lo menos fin de año.

Es que, en rigor, aquella reunión de Consejo Directivo no cumplió con los requisitos estatutarios que garantizasen un Congreso para esa fecha. Esa instancia debe ser convocada por un Comité Confederal que, a su vez, debe ser fijado por el Consejo Directivo Nacional. Ahora, a poco más de un mes de la fecha estipulada, los tiempos ya no permiten todo ese recorrido.

Motivados por esta situación, una serie de dirigentes «no alineados» con la conducción comenzó hace poco más de un mes una ronda de reuniones para generar un agrupamiento alternativo a la hegemonía de los Gordos y los Independientes. De aquel tiempo a esta parte ya se realizaron cuatro reuniones que comenzaron con una primera cita en la sede de SMATA de la que participaron, además del líder de ese gremio, Ricardo Pignanelli, los titulares de la UOM, Antonio Caló, cuyo representante venía de renunciar a la Comisión Directiva; de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, que lidera el Movimiento de Acción Sindical de la Argentina (MASA) y se mantuvo por fuera de la CGT; y el de Obras Sanitarias, José Luis Lingeri. En las siguientes dos citas, la participación fue incrementándose con la integración, entre otros, de representantes de la Corriente Federal de los Trabajadores (CFT), como Pablo Biró, del gremio de pilotos (APLA), y Héctor Amichetti, de la Federación Gráfica. Aquella reunión generó suspicacias porque, por fuera, había quedado Pablo Moyano (enfrentado personalmente al Francisco «Barba» Gutiérrez, de la UOM) y que ya había anunciado su candidatura a liderar la central secundado por otro de los líderes de la CFT, Sergio Palazzo. En la última reunión realizada esta semana, sin embargo, entre más de 30 sindicatos participó el propio Pablo Moyano cerrando esa posible grieta dentro de la CFT. La próxima cita será el 25 de julio en la sede del sindicato de pilotos.

Con todo, al interior del agrupamiento parecen convivir dos estrategias. Aquellos que buscan reforzar un polo de presión para lograr una lista de unidad con todos y los que apuntan a desplazar a los Gordos y los Independientes. Por caso, Caló mostró un perfil más confrontativo con la conducción. En una charla debate en Río Cuarto dijo: «Si la CGT no convoca a elecciones para renovar autoridades, los gremios nos vamos a convocar y a elegir un representante trabajador que esté a la altura de las circunstancias».

En diálogo con Tiempo, Sergio Sasia, consultado acerca de la necesidad de profundizar las medidas señaló: «La prioridad es tener una CGT fuerte y unida alrededor de un programa. Unir a todos los sectores priorizando las coincidencias».

En el entorno del líder de la UOM señalaron respecto del triunvirato, que «tomaron un compromiso que no cumplieron. Están tratando de sostenerse con el apoyo del gobierno. Quieran o no tenemos masa crítica para iniciar el proceso de renovación de autoridades. Con ellos o sin ellos, vamos a ir para adelante. Esto se traduce en una lista. Ya tenemos un candidato con consenso entre todos los sectores, un cuadro joven, preparado y que se banca la carpeta».

Pablo Biró, de la CFT señaló a Tiempo que «el triunvirato está agotado. Promovemos un agrupamiento para enfrentar la política del gobierno y liderar la protesta social, renovando la confianza con las bases y la credibilidad con la sociedad. Los que quieren confrontar para cambiar la realidad estarán adentro». «