Luego del fracaso de las reuniones con los gobernadores y la certeza de que el proyecto de ley que retrotrae el valor las tarifas de los servicios públicos a noviembre de 2017 y establece un índice de variación salarial para su actualización conseguirá la sanción del Senado, el bloque de Cambiemos en esa cámara decidió apurar el trámite.

El teléfono del despacho de Miguel Ángel Pichetto no sonó esta semana. Ninguno de los gobernadores peronistas lo llamó para pedirle que frene el proyecto que obtuvo la media sanción de Diputados el miércoles. 

“Si no les vota el rechazo Carrió, cómo nos van a pedir a nosotros que lo rechacemos”, sentenció un importante legislador peronista al ser consultado por Tiempo sobre la posibilidad de tomar distancia de lo que los bloques opositores votaron el último miércoles en Diputados. 

Los que sí se comunicaron con el jefe del bloque de Argentina Federal en el Senado fueron los diputados Diego Bossio, bloque justicialista, y Marco Lavagna, Frente Renovador, para terminar de acordar las modificaciones del proyecto y aceitar su sanción en la Cámara Alta.

Durante la tarde del viernes Cambiemos decidió convocar al plenario de Comisiones que debe abordar el proyecto para el miércoles a las 14. A partir de ese momento las opciones serán dos: darle dictamen ese mismo día y llevarlo al recinto el 23 de mayo o trabajarlo en Comisión con especialista y dilatar la votación cuatro semanas. La definición la deberá tomar el oficialismo en las próximas horas.   

El proyecto que busca frenar el tarifazo, que está hace más de cuatro semanas al tope de la agenda parlamentaria, dejará en el Senado una foto impensada hasta hace un mes atrás: Pichetto y la expresidenta Cristina Fernández votando a favor del mismo proyecto. Si bien es cierto que la producción de ese fenómeno político tiene como principal responsable al oficialismo, lo que marca también es el comienzo de una nueva etapa en el Congreso de la Nación.  Desde lo parlamentario el dato no sorprende ya que tanto la exmandataria como el senador rionegrino tienen presentados proyectos en el mismo sentido.

Claro que a partir de ahora las coincidencias entre Argentina Federal y el Frente para la Victoria serán porque hay una decisión del sector del peronismo que responde a los gobernadores de comenzar a endurecer su posición. El puntapié inicial lo dio el gobernador de Córdoba, Juan Schiaertti, cuando hace poco más de una semana sentenció: “Nosotros no cogobernamos”. 

El jefe del bloque del FpV en el Senado, Marcelo Fuentes, advirtió sobre la posibilidad de que Cambiemos intente demorar el tratamiento del proyecto que fue votado el miércoles por la Cámara Baja y que el viernes fue girado al Senado.  

Para el senador, el inicio de las negociaciones con el FMI no hace más que “disparar el tratamiento” de la iniciativa impulsada por la oposición. Por su parte, el Ejecutivo hará un último intento por reducir el margen de la derrota en una futura votación por eso el próximo miércoles el presidente recibirá al Interbloque Federal que está conformado por el salteño Juan Carlos Romero, Cristina FioreViñuales, el santafesino Carlos Reutemann, y los neuquinos Lucila Crexell y Guillermo Pereyra, ambos del MPN. 

Aunque Cambiemos consiga que los cinco legisladores apoyen el rechazo al proyecto  no le alcanzaría para vencer a la oposición. Argentina Federal y el FpV aportarán 33 votos positivos. El proyecto además conseguiría el apoyo del porteño Fernando “Pino” Solanas y la rionegrina Magdalena Odarda, así como de los puntanos Adolfo Rodríguez Saá y Eugenia Catalfamo. Así las cosas, el proyecto cuenta, antes de empezar el debate, con la mitad más uno de las voluntades de la Cámara Alta.

Ante este escenario los integrantes del bloque oficialista en la Cámara Alta lo único que atinan a repetir cuando son consultados sobre el futuro del proyecto es que “Si hay sanción, habrá veto”. La suerte está echada.