Se acabó el tiempo. Este miércoles por la mañana en el Ministerio de Trabajo, funcionarios del Poder Ejecutivo y los dirigentes de la CGT volverán a verse las caras en lo que será la última reunión de una larga saga que tendrá su episodio final el jueves cundo la conducción sindical evalúe la oferta del gobierno y decida si finalmente realiza una medida de concreta.

La CGT aguarda contestación sobre un bono universal para estatales, la exención del aguinaldo de Ganancias sin topes, una compensación económica para los salarios convencionales desfasados por la inflación, y bonos para jubilados y las asignaciones sociales.

La lábil dirigencia sindical que dejó de lado la discusión sobre despidos, las suspensiones y la pérdida de poder adquisitivo de la mayoría de los trabajadores se apresta a ponerse firme luego de diez meses de no tener respuesta a los reclamos.

El perfil dialoguista adoptado por la cúpula de la CGT hizo florecer internas y tensiones puertas adentro. Sin embargo, cuando parecen estar todas las cartas jugadas y el paro general ya parece irreversible, el sector más dialoguista juega sus últimas fichas frente a un gobierno que prefiere una medida de fuerza a tener que impulsar un bono para trabajadores estatales y privados. En ese contexto, el secretario de Finanzas de la CGT, Abel Frutos, consultado por Télam, precisó que “el paro está definido y sólo hay que fijar la fecha si no hay ninguna respuesta que satisfaga nuestros reclamos, porque hasta ahora lo que está instalado por voceros oficiales no contempla lo que venimos reclamando”.

El dirigente cegetista y titular de la Federación de Panaderos añadió que no hubo ninguna oferta oficial. «Oficialmente no tenemos nada, salvo las especulaciones de los medios a través de omentarios de tal o cual ministro, pero esperamos la reunión del miércoles y el jueves el Consejo Directivo resolverá”, detalló.

Por su parte, Roberto Fernández, secretario de Vivienda y titular de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), sostuvo que “si no atienden los reclamos de la CGT, el paro es una realidad”. A la vez que añadió que «el capital tiene que estar al servicio de la economía y de la gente”. El colectivero precisó que “el Gobierno tendría que ir a la sede de la CGT a manifestar qué fuentes de trabajo va a crear y cómo vamos a salir de esta difícil situación económica”.

El dirigente señaló que hay unanimidad en los gremios del transporte para plegarse a la medida de fuerza, resuelta durante el Comité Central Confederal del 23 de septiembre. Entretanto, Carlos Acuña, secretario general de la Federación de trabajadores de Estacionamientos y Garages, a tono con sus colegas, afirmó que “si las respuestas del Gobierno no son satisfactorias, va a haber paro”.

Por su parte Rodolfo Daer, secretario de Producción e Industria de CGT y titular del gremio porteño y bonaerense de la Alimentación, indicó que “el paro es inevitable en la medida que el Gobierno no dé las respuestas que los trabajadores esperan, y no tome nota del malestar y la tensión existente de la mayoría de los argentinos”. Puntualizó que “el Gobierno debe atender y propiciar la emergencia social, porque hay que reconocer a las organizaciones sociales por su labor para contener a millones de desocupados que podrían haber sido captados por el narcotráfico o el crimen organizado”.

Tras reclamar un bono universal para estatales nacionales, provinciales y municipales, para jubilados y asignaciones sociales y la exclusión del aguinaldo del tributo de ganancias sin tope alguno, destacó que “el Gobierno no puede seguir echando la culpa de los problemas existentes a la herencia recibida”.

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