El presidente Alberto Fernández está preparando su discurso de inauguración de las sesiones ordinarias del 1 de marzo ante la Asamblea legislativa en medio de las últimas instancias de trabajo sobre el borrador del acuerdo con el FMI que se filtró a los medios. Según pudo saber Tiempo, la sombra del organismo de crédito cubrirá el recinto ya que estará presente en los lineamientos del discurso presidencial

Es la primera vez que el Congreso debatirá un acuerdo con un organismo de crédito internacional, y las críticas ya generaron fisuras dentro de bloque oficialista. Este martes tuvo que salir el jefe de Gabinete Juan Manzur a insistir con que el oficialismo cuenta con los votos para aprobarlo. Por lo pronto, el presidente estuvo reunido este martes durante la tarde con su ministro de Obra Pública Gabriel Katopodis en Olivos para terminar de puntear cómo se implementarán las obras de infraestructura, punto que el gobierno negoció de manera especial para que no fueran reducidas las partidas asignadas a esta área. 

En tanto, los que están elaborando el texto del discurso presidencial son el asesor Alejandro Grimnson y la secretaria de Legal y Técnica Vilma Ibarra. Según pudo saber Tiempo, el eje será la educación, política pública que el presidente quiere destacar de su gestión.

De hecho, este miércoles su agenda irá en ese sentido. Primero estará junto al ministro Daniel Filmus en el lanzamiento del Plan Promoción de la Ciencia y Tecnología para Pymes, y luego participará del acto de la Juventud Peronista en el Rectorado de la universidad de la Plata 

Por lo pronto, Tiempo pudo saber que no habrá un nuevo anuncio sobre el acuerdo con el Fondo, sino que se enviará el proyecto, posiblemente este viernes, al Congreso, donde el gobierno adelantó que quiere que haya un tratamiento “ágil”, según las palabras del jefe de la bancada oficialista. De hecho, según explicaron fuentes oficiales, el Fondo no necesita en términos legales que se apruebe el acuerdo dentro del Congreso argentino para avanzar con su implementación. Pero si bien no es un requisito legal, sí manifestó su interés en que tenga consenso político.