Un policía federal procesado por presunta “protección” a un prostíbulo de la Capital Federal, que había denunciado un “apriete” del fiscal penal José María Campagnoli, se desdijo en tribunales y poco después obtuvo su excarcelación. La causa lleva es la número 68.383/16 y fue informada por Tiempo Argentino en noviembre del año pasado.

El ex cabo Alfredo Gonzalo Orbe Carmona, de 36 años de edad, fue detenido poco antes en el marco de una causa profusamente difundida por los medios de comunicación. Fue acusado de integrar una “asociación ilícita” junto con otros uniformados que protegía a prostíbulos y comercios en los barrios de Núñez y Saavedra a cambio de dinero.

Ante el juez de instrucción Alberto Baños, primero se negó a declarar pero poco más tarde y sobre la base de un presunto relato como “arrepentido”, involucró a sus superiores, especialmente a “los tres jefes de la comisaría 51”, en la que se desempeñaba.

Orbe Carmona estaba asistido por la abogada María Victoria Pía Tarulla.

Poco después cambió de abogada y asistido por la nueva letrada, Valeria Corbacho, amplió su declaración ante el juez Baños: “Quiero denunciar los hechos que sucedieron el día que declaré por lo cual llegué a hacer la segunda declaración indagatoria, cuando en la primera me negué a declarar. Una vez que en la primera declaración me niego declarar momento en el que se dispone mi traslado, el Dr. Campagnoli me dice que me esperan 30 años de cárcel por los delitos de asociación ilícita coacción, extorsión y demás, que existía la figura del arrepentido, desconociendo yo totalmente a lo que se refería. Yo no estaba totalmente lucido, estaba encerrado en una habitación de 3 metros por 1 y llevaba 40 horas detenido, sin poder tener dialogo con nadie. En un estado de shock y miedo que si en ese momento me decían que yo había matado a Bin Laden le decía que si y se lo firmaba con tal de irme en libertad”.

Aquel relato disparó otra causa en la que Campagnoli quedó bajo investigación. El juez Omar Peralta delegó la investigación en la fiscal Graciela Gils Carbó, sobrina de la procuradora general de la Nación. La causa casi no tenía movimientos hasta que el penúltimo día hábil de 2016 Orbe Carmona nuevamente pidió ampliar su declaración.

Entonces se desdijo de la denuncia contra el fiscal del distrito de Saavedra. “Ante todo quiero pedirle disculpas al Juzgado y al doctor Campagnoli por los dichos vertidos en mi declaración anterior”. En el acta de la declaración quedó consignado que el policía estaba “leyendo” su declaración.

Explicó que cuando sus compañeros policías se enteraron del contenido de su declaración, que los complicaba, comenzaron a presionarlo. Un comisario que estaba detenido con él le espetó: “si alguien se arrepiente y empieza a hablar juro por dios que me gasto todos los ahorros en un sicario, mato a tu familia y después me encargo de él… Me acorralaron de tal manera y para salir de la situación y tuve que decir que Campagnoli me ofreció la figura del arrepentido y que tenía hasta el día viernes para pensarlo”.

“Me sentí que estaba entre la espada y la pared era la vida de mi familia o yo que tenía que cumplir una pena. Yo no lo dudé, por esos mis dichos contra el señor Fiscal. En ese momento no vi otra salida”.

Orbe Carmona sigue procesado, pero a diferencia de la mayoría de los otros acusados, él está en libertad.