En los últimos días, asistimos a la difusión de un conjunto de opiniones de personajes públicos dedicadas a cuestionar los derechos argentinos sobre las Islas Malvinas. Luego del enorme rechazo que despertaron los tweets de una precandidata de Cambiemos, que obligaron a su retractación pública, surgieron algunas voces de “intelectuales” que intentaron, explícita o implícitamente, justificar estos mensajes. Llama la atención (o no tanto) la endeblez de los argumentos utilizados. Algunos merecerían ser incluidos en una actualización del Manual de zonceras argentinas de Arturo Jauretche. Para Don Arturo, la fuerza de una zoncera no radica en su capacidad de sostenerse en un debate, sino en la posibilidad de evitarlo. Una zoncera expuesta a la confrontación de ideas queda al desnudo, pierde su entidad. Por ello Jauretche las pone en evidencia. Por esto consideramos necesario refutar, brevemente dado el espacio, las que pretenden cuestionar nuestros derechos y, así, enumerar un decálogo de las más difundidas.

1) «Las Malvinas no son ni fueron nunca Argentinas».

Los fundamentos de la soberanía argentina ya fueron expuestos en el Decreto del 10 de junio de 1829 que creó la Comandancia Político y Militar de las Islas Malvinas. Allí, se establecía que España tenía la posesión material y ejercía su soberanía plena sobre las Islas Malvinas al momento del inicio del proceso emancipador el 25 de mayo de 1810, que la posesión española se basaba en el derecho de primer ocupante, el consentimiento de las principales potencias marítimas y la proximidad de las islas al continente. Finalmente, recordaba que la República heredó todos los derechos sobre los territorios de la antigua metrópoli y continuó ejerciendo actos de dominio sobre ellas.

2) «Las Malvinas podían ser usurpadas en 1833 porque no había una Constitución Nacional».

Esta afirmación pretende desconocer la génesis de nuestra Nación y pasa por alto que, a partir del 25 de mayo, el gobierno patrio ejecutó numerosos actos demostrativos de la soberanía relacionados con Malvinas. Así, el 6 de noviembre de 1820, la Argentina tomó formal posesión e izó por primera vez la bandera nacional en las Islas. La creación de la Comandancia en 1829 y la designación de Luis Vernet a su cargo fueron acciones llevadas adelante en la misma dirección.

3) «El postulado de que las Malvinas son argentinas es solo sentimental e irracional».

Nada más lejos de la realidad. La Constitución Nacional plantea que el reclamo argentino es irrenunciable; disposición aprobada por aclamación y unanimidad. El acompañamiento internacional que tiene la Causa muestra el sustento jurídico, histórico y político de la posición argentina.

4) «La Causa Malvinas es sostenida únicamente por fuerzas nacionalistas y con objetivos electorales».

El reclamo por Malvinas es ampliamente transversal a todos los sectores políticos. Roca, Alvear, Palacios, Perón, Frondizi, Illia, Alfonsín, Néstor y Cristina Kirchner y, actualmente, Alberto Fernández fueron algunos de los líderes políticos que, desde distintos partidos, llevaron adelante con firmeza este reclamo. La creación y composición plural del Consejo Asesor sobre la Cuestión Malvinas en el año 2020 es un claro ejemplo.

5) «La acción bélica de la dictadura desnaturaliza la Causa Malvinas».

La condenable intención de la dictadura de perpetuarse en el gobierno a partir de la Causa Malvinas de ninguna manera desmerece el reclamo ni modifica un ápice la cuestión de fondo. El permanente recuerdo de nuestro pueblo a quienes combatieron diferencia claramente a los dictadores de quienes valientemente dieron su vida por la soberanía. Como señalara Gabriel García Marquez, fue “una causa noble en manos bastardas”.

6) «¿Por qué nos preocupamos por Malvinas? Solo se trata de un territorio pequeño».

La disputa de soberanía con el Reino Unido no se limita al archipiélago de Malvinas. Junto a las Islas Georgias del Sur, Sándwich del Sur y los espacios marítimos e insulares correspondientes, se trata de más de 2 millones de km2 de una de las regiones más ricas del planeta.

7) «Los británicos están en Malvinas para defender a los isleños».

Las verdaderas razones por las cuales el Reino Unido usurpó las Malvinas y hoy mantiene su dominio colonial obedecen a razones económicas y estratégicas, entre las cuales se encuentran la usurpación de los recursos naturales que pertenecen a 45 millones de argentinos/as y sus aspiraciones sobre la Antártida y el control del pasaje bioceánico. Por ello, la permanencia de una enorme base militar.

8) «Quienes viven en las Islas tienen derecho a la autodeterminación».

No existe en las Islas un pueblo colonizado o sojuzgado separado de la potencia colonial, por ello la Asamblea General estableció que la forma de poner fin a la especial y particular situación colonial de Malvinas es mediante la negociación entre la Argentina y el Reino Unido para solucionar la disputa de soberanía teniendo en cuenta los intereses de los habitantes de las Islas.

9) «La Causa Malvinas es una causa perdida».

Desde la creación de la ONU, se resolvieron 80 situaciones coloniales en el mundo. Aún quedan pendientes 17 casos, 10 son británicos. La erradicación del colonialismo es una obligación de toda la humanidad. La persistencia del reclamo argentino y el acompañamiento de la comunidad internacional pondrán fin a la usurpación británica.

10) «Quiero que mi hija se mude “permanently” a Londres».

La respuesta a esta “zoncera” debe quedar “definitely” en la órbita familiar. «