Un pasajero argentino del crucero «Diamond Princess», en cuarentena frente a las costas de Japón, figura entre las 61 personas que han contraído el nuevo coronavirus, anunciaron este viernes las autoridades japonesas.

El hombre, que viajaba junto a su esposa, fue trasladado a un centro hospitalario «para estudios y tratamiento», informaron fuentes de la Cancillería argentina.

Las autoridades del Ministerio de Relaciones Exteriores de Japón informaron la presencia de 8 pasajeros argentinos a bordo del Diamond Princess, que se encuentra varado en el puerto de Yokohama donde los 3711 ocupantes (2666 viajeros y 1045 tripulantes) deben cumplir un período de cuarentena de 14 días, que se inició el 5 de febrero y se completará el 19 de febrero.

El Ministerio de Salud de Japón informó en las últimas horas que el número de casos positivos con coronavirus a bordo del buque asciende a 61 personas que fueron desembarcadas por las autoridades sanitarias japonesas y trasladadas a centros hospitalarios.

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Al respecto, fuentes de la Cancillería argentina informaron que «a los pasajeros argentinos que se mantienen en el barco se les ha hecho llegar el contacto de la embajada para que se comuniquen si así lo requieren».

Además del argentino, entre las personas contagiadas hay japoneses, estadounidenses, canadienses, australianos y británicos.

Las pruebas se limitaron inicialmente a las personas que presentaban síntomas o que habían estado en contacto con un pasajero que desembarcó en Hong Kong y al que se le diagnosticó la enfermedad.

Pero el ministro de Salud comenzó luego a someter a tests adicionales a personas vulnerables a bordo, como los ancianos, y a quienes hayan estado en contacto con los nuevos casos positivos.

En cuarentena, los pasajeros deben permanecer encerrados en el camarote, a veces sin ventana. Para tratar de entretenerlos, se instalaron más canales de televisión. Una página de sexo por webcam incluso se brindó a ofrecer su contenido en abierto para los internautas del barco.

Las personas sin luz natural ni una ventana al exterior están autorizadas a caminar en la cubierta en pequeños grupos para tomar el aire, pero bajo condiciones estrictas, como el uso de una mascarilla cuando están fuera del camarote.