«Yo les quiero decir, en nombre de nuestro futuro, en nombre del futuro de todos estos chicos, que necesito que crean, que crean que hemos comenzado a caminar por el camino correcto», arengó Mauricio Macri hace dos días desde Yapeyú, al hacer el balance de su primer semestre de gobierno. Las palabras presidenciales parecen estar en sintonía con las opiniones populares: para los argentinos las percepciones del futuro son sensiblemente mejores que las del presente. Los datos se desprenden de dos sondeos de opinión a los que accedió este diario: el 72,1% de los consultados por Ibarómetro piensa que la situación económica actual es mala o muy mala y el 22,9% que es buena o muy buena. Pero respecto del futuro, los encuestados fueron más optimistas: el 49% cree que mejorará o estará «igual de bien», mientras que el 45,1% dice que estará «igual de mal» o emporará. Un dato que debería encender las luces de alarma en el gobierno es que las percepciones empeoraron desde que Macri comenzó a gobernar: los pesimistas aumentaron en un 15% y los optimistas bajaron más del 10 por ciento. Macri, no obstante, mantiene una evaluación positiva del 57,5%, según la consultora Analogías, y el conjunto del gobierno nacional, del 60,2 por ciento.

Las metas
Aunque algunos funcionarios comenzaron a relativizarla, la promesa de lograr pobreza cero fue defendida por el Ministro del Interior, Rogelio Frigerio, al cabo de una semana en la que arreciaron los conflictos callejeros por el tarifazo, y el reclamo de alimentos y empleo por parte de las organizaciones sociales y los sindicatos.
El secretario de Comunicación Estratégica del gobierno nacional, Hernán Iglesias Illa se ajustó al discurso institucional de Cambiemos: «Recibimos una situación difícil, tuvimos que tomar medidas dolorosas, que no le gustan a nadie, pero las tomamos para volver a crecer y generar empleo», explicó a Tiempo. «Creemos que la gente entendió y acompañó ese proceso y uno de los beneficios más importantes es la baja de la inflación, por eso esperamos que este mes y el próximo se empiecen a notar claramente», se esperanzó el funcionario.
La inflación encabeza la lista de preocupaciones de los argentinos y también para Iglesias Illa es uno de los combates más relevantes que deberá emprender la gestión nacional (ver página 9). «La inflación crea una especie de bruma respecto a las decisiones económicas y la confianza a futuro, confiamos en que cuando baje la inflación se consolide el proceso de inversión que ya comenzó», expresó.

Obra pública.

Otro de los pilares para la reactivación económica parece ser la obra pública. «Tuvimos que ordenar el desbarajuste que habíamos encontrado, la mitad de la obra pública en Argentina no había recibido un solo peso en 2015», expresó Frigerio en lo que parece la gran apuesta del partido amarillo para el final del año. Si bien en el PRO sostenían que en el segundo semestre habría un repunte económico, varias fueron las voces, como la de la vicepresidenta Gabriela Michetti, que comenzaron a correr los plazos para 2017.
Los más beneficiados.
Otro punto al que el gobierno deberá prestarle atención es a la percepción sobre los grandes beneficiarios de las medidas adoptadas. «Desde febrero viene creciendo de manera sostenida la percepción de que  el Gobierno Nacional favorece especialmente a los que más tienen», sostiene el análisis de Ibarómetro. Para la consultora dirigida por Ignacio Ramírez, pasó del 44,8% al 59,4% entre febrero y junio. Aquellos que pensaban que la clase más beneficiada era la media bajaron del 32,0% al 21,2 por ciento. Según Analogías, el 41,6% piensa que las más favorecidas fueron las empresas multinacionales, el 29,3% las grandes empresas nacionales y un 23,7% cree que las políticas implementadas por Macri beneficiaron a todos los sectores. «Dentro de poco va a haber ingreso social a la vejez, ya hay en los hechos ingreso universal a la niñez y se multiplicó por 7 el seguro de desempleo», destacó Illa como algunos de los puntos más importantes de la gestión social, que Cambiemos debió orientar hacia el asistencialismo para paliar las consecuencias de las medidas económicas. «Mantuvimos la base de la política social existente y se ha avanzado con criterios que nos gustan más, cosas que son más permanentes y menos temporales. «Si logramos ser creíbles y que la gente confíe en nosotros eso cambia todo. Ya habremos recorrido mucho camino”, cerró. «