Cambiemos dio de baja el timbreo que había organizado en San Antonio de Areco y que iba a contar con la participación estelar de Mauricio Macri. Adujeron razones climáticas para dar de baja la actividad que el macrismo realiza periódicamente aunque la suspensión abre la puerta a suspicacias: se produjo en la peor semana política del macrismo desde que está en el poder.
«Acá no pasó nada», aseguró Mauricio Macri en una conferencia de prensa en donde buscó retomar la iniciativa luego de dos escándalos que sacudieron al gobierno. El del recorte a las jubilaciones que el presidente atribuyó a un «tecnicismo matemático» pareció desactivarse más rápido. Pero el acuerdo con el Grupo Macri por el Correo aparece como un fantasma que perseguirá al líder del PRO por mucho tiempo más.

«Es el precio de que él sea de esa familia», se resignaron desde el gobierno y dejaron entrever que en este caso quedaron a merced del patriarca familiar. Franco Macri, que en el caso de los Panamá Papers se autoincriminó para proteger a su primogénito, aún no se ha pronunciado sobre el asunto del Correo.

Durante la conferencia del pasado jueves, Macri improvisó una mini cadena nacional y con la mirada fija en las cámaras de televisión trató de reestablecer la «relación de confianza» con sus votantes, muy dañada desde que salió a la luz el conflicto de intereses por los servicios postales, según aseguraron a Tiempo en Casa Rosada. En el gobierno admiten que el caso del Correo fue un cimbronazo para el macrismo y, a pesar de que había conocimiento de los problemas que podía ocasionarle al Ejecutivo, la respuesta política fue insuficiente.

El gobierno propuso, a través del jefe de Gabinete, Marcos Peña que la Auditoría General de la Nación revisara el acuerdo por el Correo, algo que el titular del organismo de Control, Oscar Lamberto, descartó casi de inmediato. El santafesino aclaró que «no» era «empleado de Peña», dijo que solo podía cumplir órdenes del Congreso y no del Ejecutivo y además explicó que la AGN actúa después de que suceden los hechos y no antes.

Para esos casos existe la Sindicatura General de la Nación, recordó Lamberto. Confundido, en la conferencia de prensa Macri negó la posibilidad de que interviniera la SIGEN.

Desde el radicalismo más cercano al gobierno advirtieron que «los errores desgastan» y pidieron más protagonismo en las decisiones, aunque ayer muchos de sus dirigentes salieron a recorrer distintas ciudades del país.

La principal actividad de la jornada quedó suspendida, pero el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo, negó que la suspensión estuviera relacionada con la complicada semana que atravesó el gobierno, y afirmó que siempre es «importante» saber qué piensan los ciudadanos.

«Hay gente que no nos quiere nada y hay gente que sí. Uno no va a ir para que te quieran, o estar solo con los que te quieren, sino para oír la opinión de todos y muchas veces se trata de corregir», dijo en radio FM Cultura.

«Volvé Pinedo, con tal de que se vaya Macri, vos sos mejor», confió que le pidieron durante alguna de sus participaciones en los timbreos. «